Obreros de Hiram Abiff: Cristo y los Siete Principios Herméticos – VII

Psicología trascendental de Cristo (Prof. Pablo Trinidad Zavarce). Continuamos en la reflexión sobre este interesante libro, en el que se analizan las palabras del maestro Jesús orientadas a los siete principios herméticos. El séptimo principio: Principio de Generación: “La generación existe por doquier. Todo tiene su principio masculino y femenino. La generación se manifiesta en todos los planos” (Kybalion). La creación no es posible sin este principio, tanto en el plano físico como espiritual. La comprensión de este principio develará lo que es para nosotros misterios de la vida. El término “Género” proviene del latín *Genus* o *Generis*. El “Género” en su sentido hermético, y en su concepto ordinario, no son lo mismo. También esta palabra significa: concebir, procrear, “crear”, generar, y es muy diferente a la palabra “sexo”, que solo se utiliza en el plano físico y orgánico para diferenciar macho y hembra. Que nos enseña el maestro Jesús con relación al Principio de “Género”. El género mental “masculino” (Transmisor) y el género mental  “femenino” (receptor) generador de pensamientos y sentimientos. Está activo en los tres planos: fisico – mental – espiritual. El maestro Jesús, en este principio, nos enseña cómo suceden los fenómenos de influencia mental, tales como la sugestión, la telepatía, etc. Este fenómeno obra en el Principio de Género, que genera energías a través de la dualidad mental: transmisor y receptor, e influye en el medio que los rodea. El pensamiento contiene la forma de imagen contenida en él y los sentimientos, la luz que da vida: pensamientos y sentimientos son los poderes creadores más grandes del Universo. El espíritu superior se expresa a través de los sentimientos superiores en la dualidad mental del ser humano. Nuestros pensamientos reflejarán la calidad de sentimientos que acompañarán a ese pensamiento. “Guarda tu corazón, con toda diligencia, porque de él surgen las cuestiones de la vida”. (Proverbios 4: 23). Y no os adaptéis a este mundo, si no transformaos mediante la renovación de vuestras mentes (Romanos 12: 2). El ser humano debe volver a la única fuente inagotable de su bien (primigenio) y dejar que su infinita luz inunde todo su ser con la verdad. En la parábola del hijo pródigo, (Lucas 5: 11.32), enseñanza principal del maestro Jesús, donde nos enseña que somos cada uno de nosotros este hijo pródigo, pero también nos revela que solo nos acordamos de la causa cuando tenemos un mal efecto. En los momentos difíciles es cuando acudimos al Creador. Pero en esta parábola nos refleja el gran amor del padre que siempre nos espera con los brazos abiertos. Hay que nacer de nuevo (Juan 3:2-3), no de la carne, sino del agua y el espíritu. Es nacer espiritualmente de nuevo. Cada vez que te arrepientes de una acción mala, naces de nuevo, siempre hay una nueva oportunidad. Solo podemos nacer de nuevo si nos convertimos en niños, libres de toda creencia terrenal. Aquí opera el libre albedrío. En Mateo 19:3: “Entonces llegaron a Él los fariseos tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Y Él respondiendo les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo macho y hembra los hizo? Cuando el ser humano es ignorante de la verdad, que es perfección, adulteran el Principio de Armonía Universal. Esto significa que en el plano mental espiritual se refieren al aspecto mental masculino (transmisor) y femenino (receptor), utilizando el Principio de Género, generadores de pensamientos y sentimientos. El uno no opera sin el otro. El ser humano, en su meditación, puede sentir que su conciencia superior le da como resultado la existencia del yo soy, que es la palabra final de la conciencia mental del ser humano. El maestro Jesús, en Mateo 19:5, nos dice: “Y dijo: Por tanto. el hombre dejará padre y madre y se unirá a su mujer y serán los dos  en una carne”. Nos enseña en este versículo que el Principio de Género Masculino (Consciente) y Femenino (Subconsciente), todo contiene padre y madre en los tres planos: espiritual-mental-material. En el plano físico el Principio de Generación se manifiesta macho y hembra. En el plano mental se manifiesta el principio mente masculina (transmisor) y mente femenina (receptora) generadora de pensamientos y sentimientos. Y en el plano espiritual como inteligencia divina y amor divino. Cuando el maestro Jesús se refiere que dejará padre y madre, es que dejará los pensamientos y sentimientos destructivos de creencias, cóleras, resentimientos, odios que limitan al ser humano en el sendero iniciático o espiritual.