OPINIÓN

Obreros de Hiram Abiff: Caballero Templario – IV

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

A partir del Siglo XVIII, con el surgimiento de la Masonería, como actividad Especulativa, incluye en sus rituales su origen Templario, como núcleo de su mayor veneración. Hay agrupaciones con el nombre de Masonería Templaría. La Orden Templaría-Militar-Monástica, Operativa, se convierte en Orden Caballeresca Ecuménica, lo que en la Masonería llamamos Especulativas, no Monjes, ni Guerreros Operativos. Hubo Logias Francmasónicas de Constructores vinculadas al temple, en el año 1317. El historiador Andrew Sinclair, en su libro la Espada y El Grial escribe: la proscrita  Orden de los Caballeros del Temple se convierte en la Masonería escocesa, aportando pruebas de sus acciones. La Orden del Templo ya no cuida peregrinos y lugares Santos, cuida y protege su templo interior, donde mora El No Manifestado. El maestro Jesús, nos dejó este mensaje, somos Templo del Espíritu Santo. La historia vincula a los Caballeros del Temple en los viajes de Cristóbal Colón, la Orden vino a América muchos años antes de Colón, y es más aun, hay escritos donde Colón estuvo antes, en uno de los viajes Templarios. Los historiadores de los Antiguos Templarios, dicen que manejaban tesoros en plata, que en Europa no se conseguía en esa cantidad, y posiblemente provenía del norte de América. Los tres barcos que traía Colon en su viaje a América: La Pinta, La Niña y la Santa María, sus velas tenían la Cruz templaria. Después de que el papa Clemente V y el rey Felipe el Hermoso terminaron con la Orden del Temple, se reorganizaron los sobrevientes y se dedicaron a la construcción de templos, apoyados por las Cofradías de Constructores. Existen órdenes que pidieron prestado sus símbolos y emulan a esta extraordinaria orden, desde el punto de vista especulativo y como un sentido homenaje a estos grandes hombres. Es un honor portar el Manto y la Espada, en honor a ellos, siguiendo uno de sus objetivos: ser soldados de Jesús el Cristo. En 1981 el Vaticano investiga sobre Los Templarios, y encontró más de 400 organizaciones que declaraban ser los sucesores, y están dedicadas la mayor parte a la filantropía. ciertos ritos masónicos toman su simbología, incluso hay una orden que asegura que provienen de la Orden del Temple como El rito masónico templario y la estricta observancia templaría del Barón D.Hund. Los Templarios eran religiosos y cultos, por lo tanto poseían bibliotecas y muchas de ellas fueron quemadas por la Inquisición, y los escritos que pudieron salvarse están en la biblioteca del Vaticano. Nobles y alguien más, que hasta el momento siguen en misterio, protegían: el Santo Grial, la lanza que hirió el costado de Cristo, la tumba de María Magdalena, y algo más. Solo nos quedan las obras materiales: Templos, capillas, etc. Los historiadores de los antiguos templarios cuentan que el Prior del Templo de Jerusalén: Archard d´Arrouaise, escribió el poema de la Virgen del Temple, para decorar con el  Santuario Octogonal de la Cúpula de la Roca. Con este poema, se creó una ronda que debían seguir los peregrinos en su visita y recibir las energías espirituales. Estos versos también servían como ceremonia iniciática  para ingresar en la Orden los nuevos Caballeros Templarios y se complementaban con las inscripciones árabes del Corán impresas en el mosaico de  la Cúpula, como el Versículo 40 de la Sura 3, que se refiere a la Anunciación del nacimiento del Maestro Jesús. También escribió el poema al Templo de Salomón, donde en clave Cabalística, se insinúa las raíces sincréticas del Ideario del Temple. Hay un clérigo Templario Walter Map (1.189), escribió la búsqueda del Santo Grial, celtica y mística. El Capellán Templario francés Guiot de Provins escribió su Parsifal, una historia diferente del Grial, donde recogió la corriente gnóstica oriental influenciado por el misticismo Cátaro. Eschembach, inspirado en todos, elevo la Orden del Temple a la Categoría de Mito Universal. El Santo Grial no era la Copa en que el Maestro Jesús tomo vino, sino una piedra negra, caída del espacio y poseía poder. Después de tanta destrucción y ocultamiento, carecemos para dar una opinión sobre el esoterismo Templario. Puedo asegurar, que el ideal Templario subsiste hasta nuestros días, como seguidores del maestro Jesús.