OPINIÓN

Obreros de Hiram Abiff: Caballero Templario – I

por Mario Múnera Muñoz P.G.M. Mario Múnera Muñoz P.G.M.

En el argot popular hay una frase que dice así: “Dios creo al hombre, lo lleno de virtudes e inteligencia, pero lo único que no pudo quitarle es su estupidez”. Interpreto la palabra “estupidez” como el afán que tiene por el poder, lo cual lo ha llevado a las más grandes confrontaciones mundiales, demostrando cada quien, quién tiene más poder en la fuerza. La falta de caridad, lealtad, justicia y verdad son las causas de enemistad, deslealtad, injuria y falsedad: de aquí nació el horror y perturbación. Todos estos aspectos están intrínsecos en el ser humano. Las religiones no han escapado a esta bajeza humana y han llevado a sus seguidores a despreciar y discriminar a sus congéneres por no ser de sus orientaciones religiosas, llamándolos “infieles” y por lo tanto deben morir. Tanto en lo político como en lo religioso este virus siempre está presente en el ser humano e incluso en los tiempos actuales. Esta introducción la hago con el fin de que reflexionemos sobre estos aspectos que en el fondo no tienen sentido y mantiene preso a la humanidad en manos de estos seres de bajos niveles de Conciencia. Las peregrinaciones a la Tierra Santa de Jerusalén, donde el Maestro Jesús, nació, vivió y murió, estaba impregnadas de salteadores, cobro de tributos a los peregrinos. Con el objeto de defender  a los peregrinos hacia las tierras Santas, por lo el año 1.118, el Rey de Jerusalén Balduino II, recibió a nueve Caballeros Franceses comandados por el Noble Hugo de Payns: Godofredo de Saint Omer, Godofredo de Bisol, Payen de Montdidier, André de Montbard, Arcimbaldo de Saint Amand, Hugo Rigaud, Gondemaro y Rolando, quienes se ofrecieron para formar un grupo de Caballeros para tal fin. El Rey Balduino  fundo a los Caballeros Templarios. Los nueve hombres formaron  los Caballeros Templarios o la Orden del Temple, la cual era una orden Cristiana y su historia es fascinante, e incluso rodeada de mucho misterio, llegando a ser, en el mundo medieval, una Organización militar muy poderosa sobre todo en lo económico por más de dos siglos. Sus miembros eran decenas de miles. Se les atribuye la creación de lo que llamamos hoy Bancos. En todas sus batallas e investigaciones, se les atribuye de conocer y proteger al Cruz donde Murió Jesús, El Santo Grial, la copa donde tomo el Maestro Jesús el vino en la última cena, el Arca de la Alianza que contiene los diez Mandamientos. Conocen el misterio que rodea la vida y obra de María Magdalena, e incluso que protegen su tumba. Los Caballeros templarios eran convencidos de que luchaban por Dios y estaban protegidos por el Papa y los reyes. No pagaban impuestos y podían transitar libremente por toda Europa. La historia nos dice que el propósito de la Orden del temple era proteger los peregrinos que viajaban a lo largo de la costa Mediterránea hacia Jerusalén y a la vez protegían el Reino Cristiano de estas tierras. Los Cruzadas intervinieron en la Liberación de Jerusalén dominada por el Islam y esto le causo discordias entre los musulmanes y cristianos que aún continúan hoy. Los Caballeros Templarios fueron convocados para proteger y bloquear cualesquier intencion de incursión de los musulmanes en tierras Cristianas. Con la creación del sistema bancario de depósitos y préstamo,  los cuales se beneficiaban personajes de las cortes incluso algunos estados, esto les atrajo después enemigos por las grandes deudas impagables de estos altos personajes y Estados.  En 1187, al mando del Caudillo Ayubi (Musulmán) tomo de nuevo Jerusalén, derrotaron a los Templarios, pasándolos por las armas, llamándolos Ordenes Impuras, y a partir de alli dejaron su objetivo de proteger a los peregrinos y continuaron dedicados a la banca. El rey Felipe IV de Francia, ahogado en las deudas por las guerras, entro en conflicto con el Papa y se dedicó a suprimir a los Templarios para quedarse con sus propiedades y dinero. En octubre de 1307 tomos preso a los Jefes Templarios, torturados y acusados de herejías, negocios deshonestos y de homosexualidad y en el año 1312 el papa Clemente V ordeno a todos los reinos Católicos suspender los poderes y privilegios a los templarios. Pasaron a la Clandestinidad los que escaparon de la hoguera. La Orden de los pobres Caballeros de Cristo o la Orden del temple, tenían sus reglas: votos de castidad y pobreza. Vestían de monjes, pero no enclaustrados y orando. Su vida no era contemplativa, sino activa. Su último Gran Maestro el 18 de marzo de 1314, conocido como Jacques de Molay fue quemado en la hoguera, junto a otros Caballeros.