La definición más sencilla de masonería: es una institución filosófica, filantrópica e iniciática, basada en la razón. No es una escuela de filosofía. No es una institución filantrópica, confundida con la caridad.
La filantropía consiste en transmitir mis conocimientos y comprensión a los nuevos iniciados. Para operar en la caridad, hay organizaciones creadas por masones para este fin: como el Rotary Club y el Club de Leones. Está basada en la razón, donde uno de sus objetivos es: enseñar a pensar bien, libre de prejuicios y de dogmas en todos los niveles, a ser un ser libre. ¿Por qué este último término?, porque es la única forma de llegar a comprender lo que es la divinidad, y sobre todo cuando te conoces a ti mismo, conocer tu ser, tu individualidad, que nosotros los masones lo llamamos G.A.D.U., es para no entrar en conflicto con ninguna creencia religiosa, debido que a la masonería ingresan personas de todas las creencias: religiosos, políticas y de pensamientos diferentes.
En mi comprensión: *La masonería es una institución que perfecciona al iniciado en lo que es y no pretende que cambie de creencias, pero si algún día cambia de forma de pensar, es debido a los estudios e investigaciones individuales, y esto sucede cuando se siento libre. El viaje a nuestro interior es el V.I.T.R.I.O.L. (“Visita interiora terra rectificando invenies occultum lapidem”, la cual, al traducirla literalmente dice “Visita el interior de la tierra y rectificando encontrarás la piedra oculta”. Es la puerta de entrada a los seres libres y de buenas costumbres. Y esta primera experiencia ocurre en una cámara oscura especialmente decorada, que nos induce a comprender que estamos en el interior de la Tierra. Desglosemos esta frase para comprenderla mejor. Visita: cuando decidimos tocar las puertas de una institución iniciática pasamos por la experiencia de la iniciación, nacer de nuevo, es un camino estrecho que nunca termina. Interiora: es la exploración interna, para conocerme a mí mismo, conocer mí íntimo, lo divino que mora en nosotros. También me lleva a identificar mis imperfecciones para rectificarlas. Es el viaje más hermoso del ser humano, a su interior: “todo está en tu interior, no lo busques afuera”, para ir al estado primigenio, un estado de luz. Terra: es lo más profundo de nuestro ser, donde se anida nuestro ego, bajas pasiones, nuestros infiernos. El maestro Jesús bajó a los infiernos, al interior de la Tierra, para su iniciación solar, la trascendencia de la dualidad. Rectificando: en el interior de la Tierra identificas todos los egregores psicológicos, demonios, que con la voluntad y las virtudes se controlan. Se cavan calabozos a los vicios. Invenies: palabra que nos orienta a encontrar, hallar, este es el objetivo del sendero iniciático, en el viaje al interior de nuestro ser: encontrar la verdad. Occultum: el secreto de la creación del universo y sus leyes se hallan ocultos dentro de nuestro ser, de ahí la importancia de este viaje iniciático al interior. Cuando lo descubras, eres un ser diferente. Lapidem: nos traduce “piedra”, entendida como el estado espiritual perdido, y al mismo tiempo oculta, velada para las personas no preparadas para encontrarla, el objetivo iniciático es pulir la piedra cúbica, con un trabajo introspectivo para quitar el velo que nos impide ver la luz.
Ahora bien, el rito iniciatico constituye el elemento central del método de trabajo, en el cual interactúan: lo simbólico. El símbolo es el rito en acción. La iniciación es un proceso propio de la actividad de la masonería, la cual se define como “tradición iniciática”.
El simbolismo tiene un origen bíblico, comenzando por el templo de Salomón y sus arquitectos. El Arca de Noé, la Torre de Babel, el libro de Salomón.
Es indiscutible que la masonería es la heredera de los secretos de la antigüedad y solo se le develan a los seres de elevada conciencia. El objetivo de la masonería tiende hacia el conocimiento, hacia lo absoluto y hacia la unidad con el estudio progresivo de los 33 grados de comprensión.
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