El solo mencionar este tema en la prensa, en reuniones unitarias o en cualquier otra ubicación geográfica, emula entre los asistentes los mismos síntomas de la escabiosis. Justo por ello, para evitarlo, y en función de contribuir a la unidad, debo aclarar que solo estoy citando las frases expresadas por el candidato de AD en resistencia Carlos Modesto Prosperi, en una de sus tantas declaraciones a la prensa.
“…Lo que tenemos que hacer nosotros, es seguir impulsando el escoger no solo el candidato presidencial, sino los cargos de elección popular a futuro…”
Luego expone las razones, de tan inusual propuesta, para ser dicha por un joven político, con mucho respaldo y aspiraciones “… escoger a los candidatos nos ayudaría a acabar con el tema de imponer algún nombre sin consulta previa… ”. luego enfatiza su propuesta con la siguiente frase. “…todas las personas deben entender, que todos somos necesarios para el cambio…”.
El Dr. Prosperi no inventó el agua tibia. ¡No! Carlos Modesto solo interpretó y expresó públicamente, con valentía y sin complejos, la necesidad de que se haga realidad una vieja aspiración de la sociedad venezolana. Tener la oportunidad de elegir a sus líderes, dirigentes y representantes, tanto en la sociedad civil, como en las organizaciones políticas. El novel aspirante a la presidencia, con esa propuesta, abre un abanico de posibilidades para hacer realidad en un futuro cercano, las transformaciones sociales, políticas y económicas, que el país ha reclamado constantemente desde la mal llamada cuarta república. No mencionaré la quinta, no tiene sentido hablar sobre la estafa más grande y continua que ha vivido la sociedad venezolana desde su independencia.
¡Vamos a ver si es verdad que el mamón verde mancha!
Refrán expresado por el presidente Luis Herrera Campins, que en las actuales circunstancias de los representantes de las innumerables franquicias partidistas, se ajusta adecuadamente en forma alegórica, para referirse a quienes dirigen asociaciones, cooperativas, partidos políticos y demás registros de organizaciones políticas, sin tener el favor o la aprobación de sus socios o militantes.
¡Venezuela ya cambió! Su gente ya no es la misma. No sé si fue para peor o si es para mejor. No. No me atrevería a avalar alguna clasificación perceptiva. Lo que sí puedo afirmar categóricamente es que la sociedad venezolana cambió. Punto.
Esa transformación social debe ser interpretada por la nueva dirigencia, indistintamente de su edad cronológica. La importancia de una adecuada interpretación de la nueva configuración del pensamiento y el comportamiento social radica en que es imprescindible para hacer un buen diagnóstico. Un buen diagnóstico es de relevancia capital para que los nuevos líderes construyan una nación donde todos se sientan necesarios, todos se sientan útiles y como venezolanos tomen la batuta para dirigir a esa nueva sociedad.
Los que sueñan con el regreso de la democracia representativa y sus logros, ¡siéntense! Venezuela nunca volverá a ser “esa”. Los que han disfrutado de los abusos del poder y de la borrachera del dinero fácil y del descontrol gubernamental, pueden ir pensando en dejar esa locura en el pasado. El país será otro. No sé si será peor, tampoco sé si será mejor. Pueden estar seguros de que será diferente. He allí la importancia de las declaraciones públicas del abogado Carlos Modesto Prosperi, al expresarse sobre el nuevo liderazgo. Dios permita que la sociedad sepa interpretar las nuevas propuestas. Particularmente me adhiero a ellas. Seguiré ese camino. Que sea la sociedad y los ciudadanos quienes impongan a los líderes que los representarán.
@CarluchoOJEDA
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