El consumo de vino rosado se ha convertido en los últimos años en una tendencia mundial, en la que Francia figura como el mayor productor y consumidor de este tipo de vinos. Se imponen los rosados pálidos y brillantes, color rosa rosada o salmón suave, con aromas frescos y vivos. En general, el rosado es un vino que posee interesantes matices, aromas y sabores, que permiten hacer maridajes únicos, difíciles de lograr con los tintos y blancos.
En Venezuela, recientemente, Bodegas Pomar lanzó su nueva cosecha de vino rosado, Septiembre 2019, entre su línea de vinos jóvenes. Esta época de vendimia en Altagracia se caracterizó por un clima marcado por la ocurrencia de días largos con mucha iluminación, temperaturas altas, no excesivas durante el día y temperaturas frescas de noche, logradas por el efecto de los vientos del pie de monte de la Sierra de Baragua, donde están los viñedos. Este efecto climático influyó positivamente en los procesos de maduración, obteniéndose vinos de gran complejidad aromática, con una excelente y noble estructura tánica.
El Pomar Rosado de esta cosecha Septiembre 2019 se elaboró con un ensamble de vinos de varias cepas: Tempranillo, que le aportó aromas frutales, suaves taninos y los pigmentos que caracterizan su color y tonalidad; mientras que la Chenin Blanc y Malvoisie, le otorgaron una alta acidez y equilibrio, además de aromas varietales muy particulares.
A la cata este vino presenta un bellísimo y elegante color rosado pálido, brillante, con tonalidades parecidas al mármol rosado; en nariz presenta aromas frescos, varietales y frutales muy complejos, con notas que recuerdan a frutos rojos como fresa, frambuesa y pomarrosa; en boca se expresa con un buen ataque, al principio ligeramente abocado, es decir, ligeramente dulce, sensación muy bien equilibrada con su alta y elegante acidez, que le otorga una gran frescura, con un final suave y ligeramente astringente.
Este Pomar Rosado, cosecha Septiembre 2019, es un excelente acompañante de ensaladas con frutas, pescados blancos, risottos, paellas y pastas con salsas blancas; pudiendo maridar muy bien con comidas asiáticas tipo thai, de sabores exóticos y especiados; finalizando como acompañante fiel de postres suaves a base de frutas.