OPINIÓN

Nuestra alforja de camino

por Ángel Oropeza Ángel Oropeza

                                                                                                                                

La demanda de cambio hacia un país distinto avanza por buen camino. De hecho, se puede demostrar que esto es así, en términos de intención de voto y organización electoral. Sin embargo, el triunfo no está dado. Hay que hacerlo posible. ¿Cómo colaboramos todos con esta ineludible responsabilidad histórica?

El largo transitar de los venezolanos por el desierto, en procura de la tierra prometida de la libertad y la justicia, requiere en la actual coyuntura de ciertas condiciones para lograr que la fatigosa y difícil travesía culmine en el destino deseado. Necesitamos ciertos implementos en nuestra alforja de camino. Para los montañistas, el contenido de su alforja puede ser la diferencia entre lograr su objetivo o fallar, e incluso entre la supervivencia o la muerte en el intento. Pues bien, para todos colaborar efectivamente con la tarea de hacer posible la transición a la democracia es necesario que revisemos nuestras alforjas y morrales, para asegurarnos de que estén presentes y a la mano algunas herramientas que pueden hacer la diferencia entre alcanzar la meta o quedarnos sólo cerca de ella. Menciono apenas algunas de ellas.

1) Aunque la lucha es de todos, porque de todos es el país y de todos será su triunfo, no todos podemos hacer lo mismo. Es mucho más útil e inteligente que cada quien se organice en torno a una tarea concreta, de las muchas que requiere esta etapa de la lucha. Eso sí, actívese. No es la hora de espectadores sino de actores. Todos hacemos falta.

2) En modelos autoritarios de dominación, no basta sólo con votar. Esto por supuesto es indispensable, pero no suficiente. Es necesario incorporarse en cualquiera de las modalidades de defensa del voto. No sólo asegúrese de dónde le toca votar (recuerde que puede haber cambios de última hora) sino organícese con sus vecinos para activarse en cualquiera de las tareas de ese día, desde hacer turnos para que el centro electoral no esté nunca solo, acompañar a los testigos de mesa y asegurar que no les falte atención o comida, contribuir con la movilización de los vecinos que lo necesiten, hasta hacer presencia en el acto público de escrutinio a las 6:00 pm, hora de cierre del proceso.

3) En esta instancia de la lucha por la liberación democrática de Venezuela, el primer paso es salir electoralmente del gobierno. Y para ello una de las tareas que hay que seguir adelantando es ganar para la causa de la liberación lo más que se pueda de su hasta ahora base fáctica de apoyo. Poco contribuyen a esta esencial tarea las amenazas de retaliación masiva y hasta de exterminio generalizado de quienes hasta hace poco simpatizaban con el gobierno, e incluso de algunos que todavía lo apoyan. Una de las metas políticas de la coyuntura es justamente disminuir en lo posible los costos de salida de los personeros del régimen. Cerrarles las puertas de salida a todos los funcionarios militares y civiles y prometerles una muerte segura al iniciarse la transición política, es la mejor forma de nuclearlos en defensa propia.  Una cosa es la necesaria justicia, y otra el revanchismo y la venganza. Por tanto, la inteligente amplitud y el sentido democrático de la justicia son indispensables en nuestro morral.

4) Aunque no es fácil huir de los dualismos argumentales y mucho menos de los emocionales, es crucial escapar de las tentaciones extremas del triunfalismo y de su contraparte, el derrotismo. Ambos no sólo suelen ser falsos, como ocurre con las simplificaciones y generalizaciones indebidas, sino que nos llevan a distorsionar la necesaria percepción y análisis de la realidad, y nos conducen a decisiones y conductas que atentan contra la consecución del objetivo.

5) Si sabemos que las armas preferidas de la clase política gobernante son la creación de desesperanza y la división de las fuerzas opositoras, por favor no nos prestemos ni a lo uno ni a lo otro. Es el momento de la unidad superior. Para ser exitosa, la transición requiere superar el lenguaje maniqueo de traiciones, conspiraciones de trastienda y otras ridiculeces que nos impusieron hace ya casi 25 años, y avanzar hacia una narrativa democrática de tolerancia e inclusión progresivas. No sólo es necesario, sino además inteligente.

6) A pesar del legítimo cansancio y de la hasta explicable frustración de algunos por lo largo y rudo de esta batalla, la cercanía de un crucial punto de inflexión como lo es el 28 de julio nos obliga ahora más que nunca a insistir y no desfallecer. Por ello la perseverancia es una herramienta indispensable en nuestro morral de camino. Las grandes obras, decía Samuel Johnson, no son llevadas a cabo por la fuerza sino por la perseverancia. Perseverancia que no es lo mismo que paciencia, la cual es criminal pedírsela a un pueblo que ha sufrido tanto. No se trata de esperar, se trata es de no desistir, y menos cuando se está tan cerca de la primera meta. El goteo del agua hace un hueco en la roca, escribió el poeta Ovidio, no por la fuerza sino por la persistencia.

6) Finalmente, una herramienta indispensable en nuestra alforja de lucha es no olvidar nunca por qué estamos haciendo esto. No se trata –ni de lejos– de una batalla entre dos facciones que pugnan por el poder político. Se trata de la lucha de un inmenso país sufriente que se cansó de padecer, y unos pocos que se han enriquecido con ese sufrimiento. Más que una batalla política, es un imperativo ético y de dignidad. Venezuela necesita un gobierno que le sirva, no a uno como el actual que se sirve de los venezolanos para sus propios intereses económicos y de poder. El éxito de la transición se va a medir por su capacidad para lograr que la gente sufra menos. Por tanto, preparémonos desde ya para eso, y presagiemos hoy con nuestra palabra y nuestra conducta el tipo de relaciones que queremos para el país que vamos a construir.

Las condiciones históricas indican que esto va a cambiar pronto. Pero no cambia solo. Las herramientas que tengamos en nuestra alforja de lucha pueden ayudarnos a acercarnos a la meta o a alejarnos de ella. Lo cierto es que Dios nos bendijo al permitirnos ser testigos y protagonistas de estos momentos de inflexión y cambio. Hagámoslo bien.

@angeloropeza182