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Noticias de agencia

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La desinformación es un elemento que separa, disuelve, en vez de construir. Sobre todo la desinformación cuando tiene objetivos, no cuando es casual” (Marcelo Bielsa)

En fin, una vez que ya ha finalizado la erupción de La Palma, una vez que el meteorito ha pasado sin rozar la Tierra, y una vez que hemos comprobado que el pronóstico de una nueva Filomena no es acertado, hay que llenar telediarios, así que, al margen del tema universal de la incidencia del covid, ahora lo que origina titulares es el problema de Ucrania.

Es cierto que el asunto es de calado, hasta el punto de que puede implicar un conflicto armado. Yo, la verdad, no lo creo. Incidiendo en que yo soy un columnista, y por tanto un opinador, mi opinión en este caso es que el contexto no es el que acaecía cuando se produjeron las dos contiendas mundiales, sino que este, más bien, es derivado de motivos económicos. Me dirán que todas las guerras tienen motivos económicos, pero en este caso ya implica personalmente los intereses de la familia Putin y de la familia Biden.

Es cierto que, geoestratégicamente, a Rusia no le interesa tener en la frontera un potencial aliado de la OTAN, pero si miramos el asunto con el prisma adecuado, veremos que este asunto va mucho más allá, implicando personalmente a Vladimir y a Joe, que, además de los indudables intereses económicos a nivel mundial, se la están jugando a ver quién la tiene más grande.

Resulta que un sobrino de Vladimir Putin, Mijaíl para más señas,  ha sido nombrado recientemente  vicepresidente de la empresa Gazprom, empresa que gestiona el gas ruso. Y si miramos con otra lente de mayor aumento, podemos encontrarnos con que el hijo de Joe Biden, Hunter, es, increíblemente, el director de la mayor compañía de gas de Ucrania. Blanco y en botella, o blanco y en tetabrick, por actualizar el dicho, leche.

Total, que este conflicto económico interfamiliar puede acarrear un desenlace que implique a todo el planeta.

Lo lamentable no es solo que esto suceda, que también, sino que los medios de comunicación, al menos de este país, han silenciado o al menos menospreciado esta información. ¿Por qué?

Cabría pensar que existen intereses de toda índole para que estos datos, yo diría que fundamentales, no trasciendan a la opinión pública. Sin embargo, yo creo que el problema es muchísimo más grave. En mi opinión, los medios de comunicación, aparte de estar completamente mediatizados y al servicio de la ideología pertinente, están actuando con total negligencia, vendiéndonos la morralla que les viene bien vender o, simplemente, no haciendo bien su trabajo.

Es muy habitual lo de recurrir a lo fácil, al menos en nuestra pobre España, pero uno esperaría algo más que un corta-pega a la hora de informar.

Por poner un ejemplo, que sin duda van a recordar, la semana pasada pudimos ver, en todos los medios televisivos, la triste historia de Alberto, un muchacho que, en el año 2013, perdió ambas manos y la visión por la explosión de una granada mientras ordenaba el garaje de una vecina que, extrañamente, conservaba dos de estos artefactos. La noticia incluía un amplio reportaje sobre cómo se las apaña Alberto con un arnés para su perro guía.

Vaya por delante que entiendo la magnitud que una desgracia semejante tiene para quien la sufre y que lamento profundamente el suceso, pero esta no es la cuestión de fondo.

La cuestión es que esta noticia, acaecida en 2013, salte a los telediarios de La Uno, La Dos, Antena 3, Telecinco, Telemadrid y todas sus emisoras anexas nada más y nada menos que nueve años después.

Y no es la primera vez. ¿Nunca se han preguntado por qué vemos el mismo día, en todas las cadenas, al mismo ciervo que ha caído al agua helada y es rescatado por un perro, por poner un ejemplo?  Pues porque los informativos se nutren de noticias de agencia y, al parecer, todos de la misma agencia.

No importa en el caso de que estemos tratando cosas, más o menos, anecdóticas; Pero es lamentable que para una noticia de alcance mundial tiren, como quien dice, de la Wikipedia.

Luego, cuando los periodistas minoritarios tiramos de información, nos llaman conspiranoicos. Mucho cuidado con esto. Estamos en la era de los vendemotos. No se dejen engañar.

Busquen, lean mucho, infórmense, filtren y fórjense una opinión. Si nuestra información es nuestra fuerza, la desinformación es la herramienta al servicio de los totalitarios, de todo color, para tenernos bajo control.

Conviene, cuando estamos mirando, que sepamos interpretar lo que vemos, si no, puede ocurrir lo que me ocurrió a mí el domingo en el Reina Sofía, viendo un cuadro de Miró, que resulta que era una “bailarina española”.

Y yo, como un gilipollas, pensando que era un trozo de papel de lija y dos rayas. Válgame Dios.

@julioml1970

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