El comportamiento de los individuos en la sociedad está basado en unas normas morales, compromisos que se asumen por voluntad propia y que definen lo que es una actuación adecuada o no, aunque las personas no siempre sean conscientes de la necesidad de cumplirlas.

Surgen de la sociedad con el fin de lograr la igualdad para todos. Con base en ese pensamiento debemos tratar a los otros de la misma manera en la cual nos gustaría que nos trataran a nosotros. Dependen de los principios éticos y a pesar de que no tienen sanciones como tal, no significa que su incumplimiento no tenga consecuencias.

De esta forma, se puede considerar que existen compromisos de tipo moral con respecto a las atenciones que debemos demostrar a nuestra familia, las cuales son muy importantes y debemos tener presentes. Algunos ejemplos de esa actitud, que es necesario fortalecer, son cumplir con las labores compartidas en el hogar, respaldar a los parientes en sus necesidades, demostrar consideración a todos, para a su vez conseguir esa conexión de apoyo mutuo con ellos.

Así mismo, en referencia a los compromisos como ciudadanos, es importante recordar que están relacionados con nuestro comportamiento en la sociedad, ejemplos de una buena conducta, tales como: acatar las normas y leyes, no botar basura, demostrar respeto a los vecinos, guardar una conducta cívica adecuada y, si es posible, auxiliar a los más necesitados.

Igualmente, se puede considerar parte de estos principios morales ceder el asiento a las personas mayores en lugares públicos, ser tolerante con los que tengan un pensamiento diferente, cuidar a los padres en la vejez, colaborar con el cuidado de otros ancianos, realizar actividades bondadosas para los demás, no tomar ventaja de beneficios destinados a los menos favorecidos, etc.

En cuanto al comportamiento personal, se consideran acciones adecuadas: respetar los compromisos una vez adquiridos, ser aseado y limpio, no mentir, ganarse los puestos de trabajo por mérito propio, no tomar ventaja de las personas menos favorecidas, demostrar lealtad y honestidad, evitar beneficiarse con algún tipo de poder, entre otras.

Dichas obligaciones deben pasar a formar parte de nuestros hábitos, pues es necesario que sean internalizadas y asumidas como un compromiso que las personas deseen cumplir por voluntad propia. Entienden que al irrespetarlas, de alguna forma, están atentando contra la sociedad.


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