En dictadura la maldad no descansa, no tiene días festivos, no dan pausa, ni creen en tradiciones. No les importa, porque son como el señor Ebenezer Scrooge, aquel mítico personaje protagonista de Cuento de Navidad, obra publicada en 1843 que fue escrita por Charles Dickens. El protagonista odiaba a todos, en especial las festividades y celebraciones navideñas.
Scrooge puede ser Carmen Meléndez, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello o cualquiera de los 17 funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) que el 24 de diciembre irrumpieron en la casa de la señora Melania Perozo de Estrada, quien al iniciar el día de Nochebuena nunca imaginó que ese mismo día de Navidad le secuestrarían a su hijo en su propia cara, en su propia casa.
La señora Melania tuvo miedo, a su hijo Darío Pastor Estrada Perozo se lo llevaron secuestrado este 24 de diciembre; sin orden de un juez, sin la presencia de un fiscal del Ministerio Público, nunca le enseñaron una orden de allanamiento. Era una sensación que ya había vivido en 2017, aquel año de la revuelta ciudadana le habían detenido a su hijo por participar en las protestas contra Nicolás Maduro y ella misma estuvo 3 días en el hueco de una piscina en la sede del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) al este de Barquisimeto solo por hacer oposición a la dictadura.
Darío Pastor ha asumido valientemente una posición de rechazo contra la tiranía, ha participado de frente en actividades ciudadanas pacíficas, ha reivindicado el derecho a protestar, pero Carmen Meléndez, antigua gobernadora y actual ministra de Interior, Justicia y Paz, lo tiene en su lista personal de enemigos de la revolución que viven en el estado Lara.
Nunca un nombre de un ministerio había sido tan incongruente, es como un insulto a la racionalidad. La figura de protectora del estado que ostenta Meléndez es una muestra de cómo se maneja el poder y la opresión en la Venezuela del socialismo del siglo XXI.
A Carmen Meléndez no se le ocurrió otra historia sino la de involucrar a Darío Pastor en un magnicidio contra algunos personajes que asumirán de manera ilegitima la Asamblea Nacional. Antes lo habían señalado de estar involucrado en un supuesto atentado con C4 contra el tirano, pero les convenía más crear una historia, otro falso positivo, con el tema político de moda y del momento. Lo bautizaron Operación Boicot Asamblea Nacional.
Ya no disimulan ni guardan las formas, van creando novelas y entramados que no tienen ni un sentido de lógica, en la misma historia pueden converger un profesor de Carúpano, un arquitecto en Caracas, un informático en Trujillo, un ciudadano en Barquisimeto y una señora con 17 años de residencia en España.
Así se vive en Venezuela, un caso va tapando a otro hasta que todas las víctimas van quedando relegadas en el olvido, precisamente otra estrategia bien pensada por el régimen que es cruelmente efectiva.
Darío Pastor Estrada Perozo fue trasladado el mismo día de Navidad a Caracas, no les importó que tenga covid ni que sea Asperger, no les importó la fecha ni la condición de la familia. La maldad es una virtud en ellos. Están orgullosos y los imagino esa misma noche de Navidad regodeándose y revolcándose en sus pantanos de miseria y crueldad.
Es la misma FAES que ha protagonizado, que ha sido señalada y es responsable de múltiples denuncias por llevar a cabo acciones de comando paramilitar bajo las órdenes de los altos jerarcas de la tiranía, una de las más crueles de la historia del continente americano ya solo comparable con la ejecutada por Augusto Pinochet en Chile. La tiranía en el país sigue sembrando el terror en todo el territorio nacional.
Y para esa misión están facultados los diferentes Ebenezer Scrooge, como por ejemplo Gerardo Alexander Bravo Amaricua, quien posee el número de cédula venezolana 11.929.648 y se desempeña como comisario jefe y director de la FAES para la región centrooccidental (Lara incluido).
Bravo Amaricua es el responsable de todas las acciones ejecutadas por este cuerpo represor. El funcionario ya está identificado y señalado en los informes presentados en organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional.
Mientras tanto, la señora Melania con sus 71 años de vida espera ansiosa conocer el estado de salud de Darío, quiere visitar a su hijo, quien se encuentra secuestrado por la tiranía. Para ella y toda su familia esta Nochebuena no ha sido nada buena.
@andcolfa
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