Por Luis Granados (*)
No es tiempo para la improvisación, la incapacidad y la aventura irresponsable. Se trata de reconstruir al país, profundamente arrasado y destruido por la tiranía y una oposición política que ha demostrado ser inepta para liderar a las inmensas mayorías de venezolanos y al solidario y numeroso apoyo de la comunidad internacional para el rescate de la libertad, la justicia y la democracia, convirtiéndose ésta oposición en importante soporte cómplice de la tiranía.
Poner de lado esta dolorosa experiencia de 24 años es urgente e impostergable hacerlo, y eso lo tenemos que hacer todos los venezolanos que por millones han huido de la persecución oficialista que hoy buscan afanosa y dolorosamente oportunidades de vida en otras latitudes, donde en su empeño pierden sus vidas víctimas de acciones xenofóbicas, delincuenciales y medidas gubernamentales como la reciente tragedia acaecida en México, y de otra parte los que aún resistimos y sobrevivimos en nuestra desolada tierra, que juntos somos la inmensa mayoría, víctimas de una violación continuada de los derechos humanos y políticos configurando la mayor crisis humanitaria del hemisferio occidental, sin que para ello medie una guerra que la genere, sino la acción de un régimen dictatorial genocida del socialismo del siglo XXI.
Todos debemos organizarnos, articular e impulsar un gran movimiento ciudadano cuyo objetivo de manera honesta, firme y decidida es Venezuela, su libertad, justicia, democracia y progreso. Movimiento liderado por un calificado equipo de compatriotas, ubicados dentro y fuera del país, de reconocidos méritos y experiencia profesional y pública, al frente del cual debe estar un venezolano como el doctor Humberto Calderón Berti, quien en reciente declaración puso su nombre a disposición de los venezolanos. Ciudadano seriamente comprometido con el digno destino de la nación, profesional de exitosa y reconocida trayectoria en sus ejecutorias públicas y privadas, quien goza de la credibilidad y confianza nacional e internacional y ha diseñado e impulsado políticas públicas que permitieron en gran medida el posicionamiento no solo de nuestro país, también en la comunidad internacional, especialmente en la industria petrolera, motor de ascenso social, desarrollo y modernidad de la nación, hoy dolorosamente destruida por el saqueo y desmantelamiento ocasionado por el régimen y sus colaboracionistas.
El doctor Calderón Berti, haciéndose eco de la angustia y sufrimiento nacional, manifestó su disposición de poner a la orden de los venezolanos su nombre, y su dilatada y exitosa trayectoria, capacidad profesional, docente, empresarial pública y privada, para la búsqueda de opciones legítimas y constitucionales que conduzcan a una solución sólida a la crisis y necesaria reconstrucción del país. Ello ante la posibilidad, entre otras igualmente legítimas, de celebrarse un proceso electoral incierto en 2024, que debe ajustarse a los estándares internacionalmente reconocidos de legitimidad, transparencia y confiabilidad, con amplia asistencia y observación internacional.
De manera que en momentos en que sucumbe la vigencia de la nación, en que todo es anarquía, destrucción, corrupción, caos, incertidumbre y desconfianza, toda oportunidad de solucionarla es propicia asumirla pero con alto y auténtico sentido de responsabilidad y capacidad; para lo cual se requiere de un verdadero liderazgo que con capacidad y acertada pericia rescate al país y conduzca su reconstrucción, recuperación y progreso con todos los ciudadanos.
Estas condiciones de liderazgo hicieron posible que hombres cómo Churchill y Adenauer, ante graves y profundas crisis de sus naciones, liberaran sus pueblos y reconstruyeran sus países víctimas de la destrucción genocida del socialismo nazifascista europeo en la Segunda Guerra Mundial. Tarea que hoy urge y se impone en Venezuela. No es tiempo para la improvisación irresponsable, es tiempo para la idónea preparación, talento, conocimiento y exitosas experiencias que den confianza y certeza a la honesta y ética conducción que el país reclama y exige.
(*) Arquitecto, exministro de Desarrollo Urbano y Vivienda, expresidente de Inavi y exdiputado al Congreso Nacional, exprofesor universitario en las facultades de Arquitectura de la UCV y UNET.