OPINIÓN

No queremos supervisores con hijos comunistas

por Alberto Jiménez Ure Alberto Jiménez Ure

«Las teorías políticas no deberían surgir para demoler el corporativismo que desarrolla repúblicas, sino fortalecerlo»

Dos funcionarios de The Creole Petroleum Company llegaron a nuestra asignada residencia empresarial. Yo era un infante curioso, atento a cuanto sucedía en derredor. Estaba inquieto frente a esos señores que mi madre, con afabilidad, invitó acomodarse en una butaca grande. 

Le diré a mi esposo que ustedes ya están aquí –dijo, sonriente-. Los esperaba. Iré  [a] buscarlo.

Ella no me conminó ir hacia mi habitación, lo cual me agradó.  Miraba, intrigado, a los señores norteamericanos. También se fijaban en mí, sin pronunciar palabras.

¡Oh, caramba, Marcelino! –exclamaron los visitantes cuando apareció mi padre, enratonado, sujetándose la cabeza con la mano izquierda-. Parece dolerle, Mister Jiménez […]  

Los jefes grandes Duprey, Morrison, Well y mi hermano Chalao me invitaron celebrar que seré ascendido –justificó, rápido, e intentó lucir menos afectado por el trasnocho.

Antes que sea firmado su nombramiento, Marcelino, debe usted respondernos algunas preguntas. ¿Tiene hijos mayores, universitarios o en el high school, que participen en disturbios contra Estados Unidos y sean comunistas? ¿Ya se inició en la masonería?

El mayor sólo tiene 12 años –esclareció-. Todos son pequeños. Está previsto que mañana ingrese a la masonería.

¡Oh, muy bien, Marcelino! Entonces, no hay problemas. The Creole Petroleum Company es una corporación que no admite en su staff a simpatizantes del comunismo. Ud. tendrá la responsabilidad de supervisar la producción de dos pozos de petróleo, cada uno de los cuales genera 200.000 dólares diarios. A los comunistas no les gusta trabajar, no tienen ética y agitan a los obreros para convertirlos en nuestros enemigos. 

¡All right, friends! […]

Yes, Yes: everything will be fine with you –proferían mientras, al unísono, se levantaban para luego palmear los hombros de mi progenitor-. You are welcome […]

¿Quieren café?

No, no, Marcelino: tenemos que entregar informes a la Superintendencia. Fue un placer conocerlo, también a usted, señora Ure.

No fue una entrevista tediosa, con preguntas y respuestas repetitivas: sino breve y contundente. Permanecerá imborrable, en el disco rígido de mi cerebro.

@jurescritor