…Ganaré por las buenas o las malas
La primera expresión se corresponde a la respuesta del presidente Hugo Chávez al enterarse del fallecimiento de Carlos Andrés Pérez, que ahora recordamos con motivo de la muerte del expresidente chileno Sebastian Piñera Echenique, que ha enlutado a su pueblo y a la democracia universal que no inmuta al chavismo venezolano. La frase en cuestión, reveló un resentimiento y odio, no guardado por Pérez, al haber asistido a la toma de posesión presidencial de Chávez, lo que confirma su talante humano.
«Ganaré por las buenas o las malas» es la penúltima y locuaz frase de Nicolás Maduro, a propósito de sus aspiraciones releccionistas con la intimidación a lo Jalisco de lograrlo «por las buenas o las malas». Las citadas frases vienen al caso, al observar el «funeral de Estado» dispuesto por el gobierno de Chile al expresidente Piñera Echenique que significó sin imaginarse su trascendencia en el civismo de un pueblo, profetizado por el Libertador Bolívar en su «Carta de Jamaica» (1815).
«El reino de Chile está llamado por la naturaleza de su situación, por las costumbres inocentes y virtuosas de sus moradores, por el ejemplo de sus vecinos, los fieros republicanos del Arauco, a gozar de las bendiciones que derraman las justas y dulces leyes de una república. Si alguna permanece largo tiempo en América, me inclino a pensar que será la chilena. Jamás se ha extinguido allí el espíritu de libertad; los vicios de la Europa y del Asia llegarán tarde o nunca a corromper las costumbres de aquel extremo del universo. Su territorio es limitado; estará siempre fuera del contacto inficionado del resto de los hombres; no alterará sus leyes, usos y prácticas; preservará su uniformidad en opiniones políticas y religiosas; en una palabra, Chile puede ser libre».
Pues bien, 200 años después, se ha corroborado aquella visión bolivariana, que en palabras del Presidentes Boric, Sebastian Piñera Echenique «no se dejó llevar por el fanatismo y el odio…debemos tomar nota de esas virtudes… respetar las diferencias».
Visitas así, que difícil tomar esas reflexiones en la Venezuela de 2024, en manos de una delincuencia organizada en el poder y su empresa petrolera Pdvsa es la más patética referencia por encima de la corrupción y el narcotráfico en jugosos negocios de una élite política y económica.
En Venezuela presenciamos las exequias de los presidentes Eleazar López Contreras, Rómulo Gallegos y Rómulo Betancourt, honores negados por el «reconcomio» de la nada honorable dirigencia de ese engendro llamado chavismo a Edgar Sanabria, Wolfgang Larrazábal Ugueto, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campins, Rafael Caldera y Jaime Lusinchi…
Antes de ser sepultado el expresidente Piñera Echenique, se le cantó «Sueño imposible», escrita para el musical teatral Quijote el hombre de la Mancha…
«Soñar, lo imposible soñar/Vencer al invicto rival/Sufrir el dolor insufrible/Morir por un noble ideal/Saber enmendar el error/Amar con pureza y bondad/Creer en un sueño imposible/Con fe una estrella alcanzar/Ese es mi afán, y lo he de lograr/No importa el esfuerzo, no importa el lugar/Saldré a combatir y mi lema será/’Defender la virtud, aunque deba el infierno pisar’/Porque sé que si logro ser fiel/
A tan noble ideal//Dormirá mi alma en paz al llegar/El instante final/Luchar por un mundo mejor/Perseguir lo mejor que hay en ti / Llegar/donde nadie ha llegado/Y soñar/Lo imposible soñar/»
Que el espíritu del pueblo chileno que pensara Bolívar ilumine a Venezuela…
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