OPINIÓN

No las tiene fácil Colombia

por Beatriz De Majo Beatriz De Majo

Colombia se encuentra en un pico de la evolución de la pandemia. En el país vecino los casos de contaminación siguen aumentando considerablemente desde el pasado 1 de junio, cuando se superó la barrera de los 2.000 por día. Hasta esta hora 77.000 personas han contraído el virus, de los cuales 43.238 son positivos masculinos. Los casos activos a esta hora son 44.500.

Lo anterior nos ilustra elocuentemente sobre la fuerza con la que el covid-19 impactó a nuestros hermanos colombianos. Desde su inicio todas las fuerzas vivas del país se han involucrado activamente en hacer aportes para contener el contagio, de manera de conseguir aliviar a la población de sus secuelas y en fortalecer el sistema de salud. Sin embargo, al igual que en otros países y regiones, la devastación del mal toca a toda la dinámica nacional. Todos los centros de investigación y de proyecciones económicas han estado intentando visualizar la talla del impacto en los aspectos macro de la evolución nacional y el efecto residual que ello dejará en la sociedad.

Un completo trabajo del diario La República reseña que son cinco los principales impactos que el país ha estado enfrentando: menor consumo, mayor desempleo, caída de la renta petrolera, crecimiento del déficit y deterioro de las calificaciones de riesgo son consecuencias del virus.

En efecto, la larga cuarentena impuesta por las autoridades para detener el contagio lo primero que hizo fue afectar sensiblemente al consumo, uno de los pilares de la estabilidad de la economía neogranadina por su contribución al crecimiento del PIB. De mantenerse la contracción del gasto, que ya se manifestó, el producto nacional colombiano caería por este solo motivo 0,4%.

Otro tema inquietante es el desempleo porque también los futurólogos están esperando que crezca hasta alcanzar 19,5%, cuando la perspectiva de este año 2020 era la de una tasa de desempleo de 13%

La caída de la renta petrolera y el crecimiento del déficit están claramente asociados. Un menor ingreso petrolero por desconsumo internacional o por debilidad en los precios del crudo también horadarán las finanzas estatales. Los números del año 2020 se habían calculado sobre la base de un precio del barril de crudo de 60 dólares el barril.

Nada en el panorama cercano hace pensar en una rápida recuperación de las variables económicas impactadas por el encierro social. Sobre todo porque lo que se logra atisbar en el panorama es que la cuarentena tendrá que seguir siendo el arma más utilizada como antídoto a una contaminación creciente.

Para el momento actual en que el mundo ya superó los 9,4 millones de casos de coronavirus y que se están produciendo rebrotes en muchas naciones desarrolladas, lo que se está viendo en Colombia es que el país cerrará este año con al menos una caída del producto de al menos 3%.

De todo lo anterior hay que concluir que los mayores esfuerzos se seguirán efectuando en la conservación del empleo y en suavizar los ingresos de los ocupados y ello se motorizará a través de un apoyo gubernamental a la actividad empresarial. Los sectores más afectados representan 7,4 millones de empleos o un tercio de la ocupación total del país.

El gobierno de Iván Duque ha implementado un plan de ayudas para las personas más vulnerables, ha asignado recursos importantes a la salud y dispuesto líneas de apoyo a las empresas. Sin embargo, todo ello resultará insuficiente si llega a haber un retroceso en el control sanitario.

No las tiene fácil Colombia