Recuérdese que la novata democracia venezolana desde 1958 ha cometido un ingenuo y fatal error al aceptar que los comunistas influyan en la política. Los camaradas tienen derecho a pensar y a trabajar como todo humano. Pero -para existir- el comunismo tiene que matar la democracia.
Las FAN eran pro-Estados Unidos en el siglo XX y las FANB son anti-Estados Unidos en el siglo XXI. El chavismo es pura máscara. Maduro y sus compinches son nada. Las FANB están manejadas por los comunistas y el foro de Río y no pocos deben ser cubanos.
Los comunistas tienen los mismos derechos que tiene todo humano. Desafortunadamente, los humanos hemos inventado muchas incompatibilidades, pero tal vez la peor es esta que acogota a todo el planeta: comunismo contra democracia.
Menos explicable y totalmente antihumana es la tortura y la matanza que ciertos armados cometen contra víctimas inocentes, a quienes para colmo acusan de ser violentos cuando lo más que hacen es chirriar totalmente desarmados.
Los adivinos pueden traer a la mente suposiciones; para el resto no es fácil imaginarlas sin suficientes elementos de juicio. Lo que se ve ocurriendo en Venezuela hoy no es explicable por mente común. Soy de los que teme que la normalidad no está viniendo a Venezuela y que quienes están en ejercicio gubernamental pueden actuar con ligereza, confusión, informalidad, a menos que se esmeren en ver y sopesar la realidad. En cuanto a la coyuntura externa, se ven cuatro aves, volátiles o voladoras.
Ojalá que el bien de Venezuela prevalezca.