OPINIÓN

No es comunismo, es crimen organizado

por Edgar J. Amado Edgar J. Amado
Los puntos que serían clave en el acercamiento de Petro y Maduro

Fotos: AFP

La banda de delincuentes que está orquestada por el foro de Sāo Paulo y el Grupo de Puebla deben estar regocijándose de felicidad, por que con el apoyo de Cuba, Venezuela y Nicaragua, ahora toman el control de Colombia con Gustavo Petro. Podemos decir: “A ponerse las  alpargatas, que lo que viene es joropo”. Sin duda alguna que Petro, va a aplicar las mismas estrategias de la tiranía venezolana, primero usará un discurso populista, que solo son cantos de sirena, hablando de amor, pero al mismo tiempo causando división, los llamados a Estados Unidos, reunión con el presidente Iván Duque, el llamado al expresidente Álvaro Uribe, entre otros, solo son un saludo a la bandera, porque Petro sabe muy bien que Colombia está partida en dos, porque solo cuenta con un supuesto apoyo de 51% de los electores que votaron de un total de 58% que acudió a las urnas. El discurso que dio Petro es similar al que dio el difunto de Sabaneta, quizás cambió una que otra palabra, pero el contenido fue exactamente igual. Ahora vendrá el cambio de la Constitución, solo hay que leer entre líneas las promesas del nuevo gobierno, al decir que van a construir el nuevo acuerdo nacional, haciendo un llamado a los que no votaron por él -así evita la oposición del pueblo- que van a ampliar los programas sociales, reforzar la educación, la economía, cumplir con el acuerdo de paz -seguramente darles derechos políticos al ELN- restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela. Esas ideas, ¿le suenan familiares?

Petro está usando el mismo libreto que el hijo no ilustre de Sabaneta usó, haciendo un llamado a la reconciliación, a los lideres democráticos que se han opuesto a él. En este orden de ideas, aunque Álvaro Uribe, acepto reunirse con Petro, recordemos que ya el expresidente dijo hace pocos días: “Colombia puede llegar a tener el peor neocomunismo de la región, porque el doctor Petro es mucho más inteligente que Chávez, el doctor Petro es mucho más inteligente que Castillo, que el presidente Fernández de Argentina, el doctor Petro es mucho más inteligente que Daniel Ortega de Nicaragua, por eso yo he dicho muy reflexivamente que el maestro no fue Chávez, fue Petro quien le enseño a Chávez, Colombia puede tener el más peligroso comunismo de la región” por esta razón hay que tener mucho cuidado con el futuro de Colombia, porque ahora agotada la economía venezolana, Colombia pasa a ser la fuente de dinero que servirá para mantener a la sanguijuela de la dictadura de la Habana, que no se quedará tranquila, hasta chuparse hasta los últimos recursos del país del café.

Por supuesto, que Petro buscará la manera de favorecer a la dictadura venezolana, pero no a los venezolanos. Se acuerdan cuando en Venezuela, decíamos: “Venezuela no es Cuba” y miren lo que pasó, amigos colombianos. Cuando se acabe la luna de miel, los colombianos entenderán que el proyecto castrochavista tienen los ojos puestos en Colombia, y Brasil, y no descansará hasta saquear las riquezas de los países más ricos del continente, llevarlos a la pobreza y hacerlos esclavos del Estado, que solo les darán limosnas y pequeñas concesiones, para que el pueblo sea cada vez más dependientes del grupo de delincuentes que toman el poder con engaños, donde los gobernantes y sus cúpulas, se harán cada vez más ricos pero convirtiendo  a la vez, a los ciudadanos cada vez más pobres.

El ex embajador Diego Arria ha dicho, refiriéndose al futuro del continente americano: “Indudablemente no vamos a ningún buen lugar…hay intención de López Obrador de legitimar a las tiranías, tratar de demostrar que las tiranías son legítimas como son los gobiernos oprobiosos…es muy difícil para mí pensar, hacia donde va América Latina, cuando mi propio país que sufre una tragedia colosal…un proceso que parece perpetuarse”. Además, Arria dice que el futuro de Brasil también está en riesgo, por las futuras elecciones donde el otrora principal aliado del difunto de Sabaneta, Lula da Silva, podría convertirse en el próximo presidente y así si es verdad que estamos a punto de perder el continente.

Es importante que los que deseamos libertad y democracia, seamos tomados en cuenta de manera seria por la Organización de Estados Americanos, la Organización de las Naciones Unidas, la Comunidad Europea y los gobiernos democráticos del mundo civilizado. Los venezolanos dentro y fuera de Venezuela, tenemos el deber de unirnos, como la única manera de ser lo suficientemente fuertes, para actuar contra las bandas criminales que se han apoderado de la región. Estados Unidos no puede desestimar la penetración de China, Rusia e Irán, en el continente americano, cuya única función es desestabilizar los pocos gobiernos democráticos que aún existen -incluyendo el de Estados Unidos- porque el interés final de estos países que han invadido de manera silenciosa a nuestro continente es acabar con la democracia occidental y que solo sirvan para su beneficio geopolítico y por ende económico, y por supuesto a costa del sufrimiento de los pueblos.

En cuanto el diálogo, nunca triunfará mientras exista una posición ambigua por parte de Estados Unidos y de la Comunidad Europea, porque estos últimos solo se han preocupado en dar concesiones sin que el pueblo de Venezuela, reciba nada a cambio. Al contrario, como ya lo hemos dicho otras veces, los países democráticos deben aumentar las sanciones que afecten directamente a los miembros de la dictadura y no afecten al pueblo, y por ejemplo, no haber sacado a Malpica Flores, de la lista de sancionados. Para evitar este tipo de decisiones a favor del régimen, se hace necesario hacer más presión y aquí la diáspora juega un rol muy importante. En el caso de Estados Unidos, hay una gran cantidad de venezolanos que ya tienen el derecho a votar, y que además tienen el apoyo de nicaragüenses, cubanos, colombianos, y de otras nacionalidades que también pueden votar y los políticos que desean postularse en el país del norte, deben ser presionados por estas comunidades latinas para que no continúen favoreciendo a las tiranías del continente. “Por más poderoso que sea un dictador, solo es un hombre”, Juan Pablo II.