A los chavistas les encantan las campañas electorales. No solo por lo que se sabe, que es una época en la que el dinero fluye entre los que adulan a los candidatos, sino porque le pueden dar rienda suelta a su costumbre compulsiva de decir mentiras. Cualquiera podría pensar que en general las promesas electorales vacías son típicas de los políticos, pero está visto que a los del PSUV nadie les gana en esta categoría.
Y para demostrar lo que se dice, nada mejor que repasar una de las muchas cuentas que tienen pendiente los del régimen con los venezolanos: la infraestructura de salud. Como se ha dicho en otras ocasiones, aunque los usurpadores tapen los números, siempre hay gente honesta que lleva un registro.
Son 14 construcciones para el sector salud que quedaron inconclusas y esto afecta a la mayoría de la población, no solamente porque se quedan sin atención, sino porque efectivamente se destinaron millones de dólares que se fueron en los bolsillos de los militantes más vivos. La cuenta la saca la gente del portal The Watchers Venezuela, que en junio publicó la lista.
Está de más recordar los gritos de auxilio que lanzan constantemente los enfermos de cáncer. No tienen dónde hacerse los tratamientos ni los diagnósticos, y si consiguen los medicamentos deben pagarlos en dólares. Los hospitales oncológicos que están en Caracas no están en condiciones de atenderlos. ¿Saben acaso que entre los planes de Hugo Chávez estaban tres centros para atender esta patología, que irónicamente fue la causa de su fallecimiento? El Oncológico-Cardiológico de Montalbán, prometido para 2012; el Hospital Oncológico de Guarenas, que era un proyecto viejo pero que en 2007 el hijo de Sabaneta prometió terminarlo; y el Hospital Oncológico y Toxicológico de su amada Barinas, para el que se destinaron 200 millones de dólares y se quedó a la mitad.
Pero no solamente esos, el Hospital Materno Infantil de Apure y el de Araure también se quedaron en promesas. Es más, acabaron con el único hospital de niños que funcionaba, que es el J. M. de los Ríos, y los que sufren por eso son los muchachitos venezolanos.
Hay obras de salud proyectadas desde el principio de la era chavista que no se terminaron. No se puede decir que es porque el heredero es un inepto, porque tampoco Chávez inauguró alguno. Lo que sí se sabe es que los millones que destinaba para las construcciones desaparecieron sin dejar rastro. Había planes para hospitales en Apure, Portuguesa, Anzoátegui, Trujillo, Guárico, todos estados en donde la población continúa desasistida luego de tantas mentiras.
Es una buena ocasión para recordar estas promesas que solo beneficiaron a los que se llevaron los millones, porque la gente debe saber que los maduchavistas son expertos en mentir, sobre todo en la época en la que preparan unas elecciones que pretenden ganar a toda costa. No obstante, abra los ojos, querido lector. Escuche a los que sacan cuentas. No pida explicaciones porque el hombre del mazo puede ordenar que le apliquen la operación tun-tun. Pero sea consciente de lo que ha sucedido en los últimos 20 años y actúe en consecuencia. Es hora de acabar con las mentiras y la corrupción.