Rusia y Ucrania, Putin y Zelenski, ocupan las portadas de todos los diarios y los contenidos en Twitter, Instagram, Facebook y demás redes sociales. La razón es bastante lógica: la guerra desatada en Ucrania.
Dicha guerra tiene un culpable bastante claro: Putin, quien inició una invasión unilateral, con la supuesta intención de “pacificar”, sí, así lo dijo, “pacificar”, las regiones separatistas ucranianas de Donetsk y Lugansk.
Sin embargo, Putin, lejos de pacificar, lo que hizo fue iniciar una guerra, y en un acto de absoluta incoherencia, para hacer todavía más absurda su narrativa, mandó su ejército a invadir la capital, y el resto de las regiones; es decir, que ni intentaba “pacificar” las regiones separatistas, ni su intención era algún tipo de reclamo sobre las fronteras, porque se fue directo a la capital con el propósito de derrocar el gobierno legítimo ucraniano en el primer día de incursión.
Pareciera bastante tonto tener que estar aclarando esto, pero me encuentro realmente sorprendido con la cantidad de venezolanos difundiendo la narrativa impulsada por el Kremlin y apoyada por las tiranías de Venezuela y Cuba, en las que aseguran que Ucrania y Estados Unidos fueron quienes iniciaron la guerra, y que Putin es un santo vengador que está luchando contra las fuerzas del Nuevo Orden Mundial.
Sorprende que donde más ha calado la narrativa putinesca es en un espectro de la población supuestamente contraria al socialismo, quienes alegan que Putin lucha contra el progresismo de Zelenski. Curiosamente, el ruso ha encontrado cámaras de eco de su narrativa en grupos conservadores y nacionalistas venezolanos.
Que quede claro que, personalmente, yo no apoyaría a un tipo como Zelenski, si es que tuviera la oportunidad de votar por alguien como él. Sus ideas no me son atractivas y es respaldado por grupos políticos y económicos con los que estoy en completo desacuerdo; sin embargo, esto no se trata de si me gustan las políticas de Zelenski o no, se trata de soberanía, de respeto al orden internacional, y por supuesto, de libertades.
Zelenski es un mandatario electo democráticamente, algo de lo que Putin no puede presumir, y además de ello, pese a tener la posibilidad de huir cuando la segunda potencia militar inició su agresión, decidió quedarse y luchar con su gente, algo realmente inspirador.
Si usted es una persona que realmente valora las libertades y los derechos humanos, jamás puede estar del lado del agresor. Putin, desde que se tiene registro, ha sido un espía y un matón, invadió Ucrania sin un pretexto válido, y que no se les olvide que durante décadas ha estado apoyando y financiando a las tiranías de América Latina. Si hoy los venezolanos seguimos sometido por el régimen tiránico de Nicolás Maduro, es en gran parte gracias al apoyo militar, económico y diplomático que el mismo Vladimir Putin le ha prestado al chavismo durante las últimas décadas.
Por eso, sin dudarlo, yo estoy con Ucrania, y usted también debe estarlo, porque los matones megalomaníacos como Putin o Xi Jinping no conocen de fronteras y los desborda la ambición; hoy le tocó a los ucranianos recibir al Ejército ruso y hacerle frente a la amenaza de un nuevo intento de colonización por parte de Rusia, pero les aseguro que si Putin triunfa, mañana será el turno de Taiwán de defenderse ante los ataques de China, y si ambos líderes consiguen salir victoriosos, se desatará la Tercera Guerra Mundial, o probablemente en un par de décadas terminemos todos hablando mandarín o ruso.
@EmmaRincon