OPINIÓN

Nihil

por Alberto Jiménez Ure Alberto Jiménez Ure

He sido un fervoroso estudioso de la Filosofía, Literatura y Lengua Española que me place perturbar mediante neologismos o violaciones de su respetabilísima morfosintaxis, semiótica, filología, fonética [et.] de ecclesiae. Mis recursos devienen de tales y venerables ascendentes que suelo cuestionar, quizá con excesiva severidad.

El https://filco.es/nihilismo-no-creer-en-nada/ es una corriente filosófica. Lenin estuvo en desacuerdo con la actitud asumida, en su tiempo y territorio «Revolucionario-Soviético», quienes enfrentaban una burguesía comunista que se había convertido en un influyente grupo de «reaccionarios». Me inquieta que alguien piense que profeso la idea de la muerte de Dios, porque el Nihilismo [del Latín nihil, «nada»] fue fundado por el alemán Friedrich H. Jacobi: un intelectual que inspiraría a sectores de criminales durante la Revolución Francesa intelectualmente liderada por Maximilien De Robespierre. Los jacobinos, al principio aliados del mencionado personaje, propugnaban que se ajusticiara mediante la guillotina a los contrarrevolucionarios, pero fueron también, paradojalmente, decapitados. Sus cabezas rodaron, también la de Robespierre. Irrefutable que en mis textos se advierte cierto repudio o asco hacia las acciones que cometemos los seres menos inhumanos, y que, en ocasiones, de modo explícito, he dicho que nuestra especie debe desaparecer. Pero, podemos extinguirnos sin masacrarnos. Hay un sencillo método científico: la esterilidad inducida. No creo en la praxe del terror en ningún país por causas o propósitos discutibles. Los castigos tortuosos jamás enmendarán ninguna injusticia u oprobio y siempre diseminarán, sin distinciones, cadáveres de culpables e inocentes. Mi nihilismo es yoico, no puede vincularse a movimientos políticos de ninguna índole porque jamás he sido un activista, sino a lo que estrictamente dicta la lengua sacra: La Nada. Bogo por la desaparición no violenta de nuestra fracasada y cruel especie. Es imperativo, urgente, que el llamado «Agujero Negro» absorba la materia y todo lo que implica su existencia.

Me cuento entre los escritores obsesos. Decimos y a veces nos asustamos de nuestras confesiones o de cuanto hemos develado bajo catarsis, euforia, instantes de locura o presas de vaticinios. En ocasiones me alejo mediante ejercicios escriturales de obras corrosivas. Me ha sucedido varias veces. Redacté la novela Facia, por ejemplo, cansado de tantas perversiones idiomáticas que repudio. Y Deus [enunciados poéticos] porque vi a mi pater supremum non tenebris y le prometí dedicarle un libro. Nunca me reinvento. Indiscuteible que en cada uno de mis libros esté mi impronta indeleble.

No soy precursor o adepto del Nihilismo. Si lo fuese de algún asunto en materia de creación, sería de lo que califico como Disfemismo Literario. Mis escritos no suelen ser odoríficos. Asocio el Nihilismo con masacres y  me deprimo imaginándolas, porque en el mundo que habitamos numerosos sociópatas tienen, infaustamente, poder para revivir las cruentas abominaciones de los jacobinos y robespierrianos que abatieron a tantos inocentes durante la Revolución francesa. También vinculo el Nihilismo con los [neo] nazi-fascistas y estalinistas. 

Filosófica y políticamente, el Nihilismo siempre tendrá hacedores y adherentes: cabe en él «futuro» mientras no propugnemos la extinción científica de nuestra especie. Es y será en ámbitos literarios y también donde habilidosos trascienden el orden del verbo  para santificar genocidios. Esa conducta pareciera inmanente al Ser Menos Inhumano.

Sólo escribo ficciones y me desahogo haciéndolo. Si semejan o superan «la realidad», si la exacerban, no depende de mí. Dejo los juicios respecto a mi estilo literario a ustedes, a quienes me interrogan por motivos periodísticos o académicos, críticos literarios, investigadores, lectores. Lo verdadero es que estoy en el mismo lugar donde quienes, como yo, todavía respiran. Si soy escritor mis textos deben estar infectados de eso que entendemos como «la realidad». Una superioridad intelectual [Parménides de Elea – Wikipedia, la enciclopedia libre] lo dijo hace siglos a su tiempo dijo: ex nihilo nihil fit.

A quien pueda interesar:

https://ejerciciosescrituraleshome.files.wordpress.com/2021/11/facia-novela-por-alberto-jimenez-ure-comprimida.pdf

https://www.academia.edu/45660888/DEUS_VERSIÓN_REVISADA_2021_POR_ALBERTO_JIMÉNEZ_URE_  

albertjure2009@gmail.com