Ni Marx ni Jesús es un libro escrito por el intelectual francés Jean-François Revel. Lo leí en la edición en lengua española de 1971; sin embargo, a pesar de sus ya más de cincuenta años desde su publicación, los enunciados propuestos por el filósofo francés siguen siendo plenamente actuales.
En este libro, Revel hace un quiebre definitivo con el marxismo, comunismo y/o socialismo para unirse a la legión de intelectuales que se adhieren al liberalismo. Una de las cosas que llama la atención es lo provocativo del título. Aun así, de sus 269 páginas, casi 233 se dedican al fracaso de lo que él denomina el «Socialismo Científico», que de científico no tiene nada. Es importante mencionar que la tesis del Valor Absoluto en el sistema de producción no fue inventada por Marx, sino adoptada de las tesis de David Ricardo (la doctrina del Hierro), tesis que sostiene a Marx en su famosa teoría de la plusvalía, donde se sostiene que todos los costos de producción son medibles, excepto el trabajo humano. Por lo tanto, infiere que las utilidades de las empresas no pueden provenir de otro lado que de la plusvalía generada por el trabajo del obrero o empleado.
Años después de que Marx sostuviera esta tesis, fue destruida por la teoría de la Utilidad Marginal Decreciente de Friedrich Von Wieser. Es evidente que si el mercado está saturado, el precio baja; por lo tanto, la utilidad no puede ser de ninguna manera la plusvalía Marxista.
Asimismo, Revel hace hincapié en el daño de los fanatismos y los dogmatismos en la sociedad humana y sostiene que la utilidad empresarial es para el beneficio de la sociedad en su conjunto.
Más de 150 años después de la redacción del «Manifiesto Comunista», parece increíble que aún existan jóvenes medianamente informados que idolatran estas tesis, las cuales solo han traído pobreza, tortura y la muerte de más de 150 millones de personas (Lenin, Stalin, Mao, Kim Il-sung, los Castro y sus sucesores, Ortega, Chávez, Maduro, Velasco Alvarado en el Perú y muchos otros).
Todas estas tesis, que ya no tienen defensa alguna desde el punto de vista económico e histórico, se han reconvertido utilizando curiosamente al Liberalismo como pretexto. Nos estamos acercando al aforismo de Gramsci, que sostenía que el Liberalismo es el camino más corto hacia el comunismo.
Nuestra sociedad ha convertido a nuestros jóvenes en seres pretenciosos que creen ser dioses. Por eso, desaparece la biología: ellos deciden si son hombres o mujeres; han adquirido el derecho a matar y se puede asesinar en aras de un bien mayor (Crimen y castigo), legalizando el aborto prácticamente sin límites. En total, la percepción y la deconstrucción del ser humano es lo que prevalece. Nos hemos convertido en individuos completamente epicúreos, considerándonos dioses, habiendo superado ideológicamente, con el pretexto de la libertad, a Marx y a Jesús.
Finalmente, si Revel viviera, estaría muy preocupado por el rumbo actual de las tesis liberales que, curiosamente, hacen que el Estado se inmiscuya cada vez más en la vida, educación y pensamiento de todos los ciudadanos, creando normas restrictivas de libertades bajo el pretexto de defender la libertad.
Artículo publicado en el diario El Reporte de Perú
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