Niñez y juventud. Degolladas en kibutzim de Israel, carbonizadas en escuelas y hogares de Ucrania, sacrificadas como escudo humano en torres de Gaza, desaparecidas en carreteras y calles de México, adoctrinadas desde sus cunas en cuarteles de Cuba, Colombia, Nicaragua y agonizantes abandonadas en hospitales de Venezuela. Son distintos en grados, cifras, estilos, tiempos, espacios, causas y consecuencias. Pero sus ejecutores tienen idéntica mentalidad.
Por eso calla y otorga su oculto visto bueno al grupo criminal Hamas el genocida Vladimir Putin , lo abastece con misiles y besa sus manos la teocracia de Irán, lo secunda el esquizoide falso pacifista Gustavo Petro, el cínico Andrés Manuel López Obrador neutral lo absuelve y el catastrófico dueto del oligarca militarista Vladimir Padrino López a través de su obediente analfabeta oligofrénico Nicolás Maduro , sirvientes de Miguel Díaz- Canel , los felicitan con fervor .Otros dirigentes – habituales oportunistas- enmudecen o declaran con frases ofensivas de tono cantinflesco que no pero sí.
Sin la menor duda, el 7 de octubre , cuando comienza la salvaje invasión a Israel por una camada islámica radical quedará como imborrable retrato de alerta en blanco y negro , fecha definitoria sobre quién es terrorista junto a la necesidad urgente de acabar al activo y contener al latente, en ambos casos, sin ambages, como sea.
Conclusión terrible y al unísono sanitaria para individuos y masas. Es el criterio que Proviene de un estudio científico titulado El hombre en busca de sentido (1946) del neurólogo ,psicólogo y filósofo Viktor Frankl, sobreviviente en dos campos hitleristas de exterminio, lo que le permitió analizar en directo dos conductas opuestas, la de nazis y sus víctimas . Los datos que aporta son de una vigencia escalofriante, difíciles de asimilar ,pues registró sin el aparataje tecnológico moderno, las señas inequívocas, incurables del ADN en el compulsivo psicópata terrorista y las rescatables en el ejemplar que puede salvarse resistiendo el continuo terror desde la llamada resiliencia.Y esta cualidad está sujeta a que se tenga un firme propósito de vida humanitaria en actitud positiva.
Pude comprobar la verdad de esta teoría porque mi tía Guta Warsavska y su esposo, Abraham Hirshbein, sobrevivientes de Auschwitz, relataron a su llegada a Venezuela que durante los cinco años que cosieron los uniformes de sus verdugos apuntándolos, nunca dejaron de programar mentalmente su futuro cuando terminara la guerra, esa actitud los ayudó a sobrellevar hambre, enfermedades, angustias por sus familiares y otros tormentos.
De donde se concluye que al primero se le debe aislar de por vida o eliminar si su compulsión asesina puesta a prueba en libertad se repite. Al segundo seleccionarlo para funciones que requieran racionalidad, tolerancia y capacidad de convocatoria. En fin, son los líderes o dirigentes ideales para comandar y negociar con minorías étnicas, religiosas, sexuales, ideológicas y políticas.
Igual ante la grave crisis política israelí previa a la catástrofe sabatina, pues al momento de redactar estas líneas se anuncia que acaban de configurar un gobierno unitario de emergencia nacional de manera que Netanyahu y sus aliados de la extrema derecha ortodoxa cedieron los puestos claves del Gabinete Ministerial para dar paso a convergencias con todos los partidos y comenzar los planes a implementar en esta traumática situación límite.
El muy largo proceso conflictivo en el Oriente Medio desde que en la década de los sesenta se abrió la posibilidad de fundar dos Estados, los sucesivos Hamás y Hezbolá se negaron a reconocer la existencia de Israel y solo habrá paz concertada cuando el liderazgo político palestino moderado logre liberarse del miedo a sus terroristas y decida el destino de esos bandos fanatizados por la barbarie del islamismo radical. Entonces las gigantescas multitudes que practican el culto musulmán puedan convivir desde sus mezquitas con iglesias, sinagogas y otros templos. La solución inmediata posible depende del claro propósito lógico interior y no solo de la ayuda externa.
En esencia se trata de la libertad. Y en ese sentido, se abre también para la Venezuela reprimida por el régimen totalitario que ejerce su terrorismo a fuego lento judicializando ilegalmente como criminal a toda forma de disidencia. La última oportunidad pacífica de alcanzarla comenzará por elegir sin pánico a los violentos represores, quien es la persona de biografía y capacidad comprobadas que puede reunificar sin distingos personalistas, a los ofendidos, humillados, despojados, parias y exiliados, conducirlos desde una organizada transición capaz de forjar la segunda independencia recuperando la República Civil. De puertas abiertas al mundo civilizado. No queda otra.