Es este un régimen como leer cuentos de misterio y macabro de Edgar Allan Poe, pero sin la lógica evolutiva y aplastante de Arsenio Lupin, personaje de ficción francés, conocido por su talento para disfrazarse y asumir múltiples identidades. Más bien, pertenece al mundo de los horrores cósmicos de H.P. Lovecraft, Los Mitos de Cthulhu, razas alienígenas, viajes en el tiempo y existencia de otras, donde lo desconocido e insondable acechan en cada esquina. En medio de esta trama turbadora e inquietante, encontramos preguntas cruciales que añaden capas de sigilo al régimen ya de por sí enigmático.
De los principales enigmas, el destino de Tareck El Aissami. ¿Qué le aguarda y cuál será su castigo? ¿Qué pasará con el edecán y la enfermera-tesorera, Álex Saab, Hugo Carvajal y tantos otros? ¿Revelaron secretos e intimidades delictuosas que comprometan a la tiranía? Estas incógnitas añaden un elemento de suspenso a la situación política en Venezuela.
Otro giro en el complot se relaciona con la oposición. Si las elecciones primarias de octubre arrojan a María Corina Machado como la verdadera líder opositora. ¿Qué camino tomarán los castros maduristas y supuestos opositores, cuando no tengan éxito en las trampas que planifican? ¿Se avecina un cambio significativo en la lucha por el poder en Venezuela? Las respuestas a estas interrogantes podrían transformar por completo el panorama político del país.
Además, ¿tiene sentido que Venezuela, en medio de su ruina económica, intente unirse al grupo BRICS? Movimiento desesperado, parece un último esfuerzo, que plantea preguntas sobre intenciones y viabilidad de la estrategia oficialista en la escena internacional.
Sin embargo, el recóndito arcano más reciente y desconcertante es la visita a China, realizada sin invitación y acompañada de rupturas del protocolo tradicional. ¿Qué propósito tenía el viaje? ¿Por qué aventurarse en un territorio hostil? Como el legendario Hércules Poirot, detective privado belga creado por Agatha Christie, que junto con Miss Marple es uno de los personajes más famosos creados por la escritora; que observa sin ser observado, calla y analiza en silencio con su disciplina característica, las respuestas a estas preguntas solo se revelarán con el tiempo. Las explicaciones vendrán al final. ¿Cuándo? ¡Ése es el gran misterio en estos casos!
Aderezados con la disputa inesperada e insospechada sobre el Esequibo, referéndum incluido. El misterio que envuelve a Venezuela y su gobierno castro-madurista es intrigante, pero como en cualquier novela de misterio, las explicaciones finalmente surgirán. ¿Cuándo? es la incógnita a resolver.
Lo que sea que están revelando los acosados por las autoridades e investigadores, se sabrá y saldrá a la luz; quizás en la argumentación de alguna orden de aprehensión emitida por la Corte Penal Internacional, o desgranados los elementos de historias por funcionarios o filtraciones convenientes de burócratas. No se conoce con certeza cuándo, pero se sabrá. En política internacional y en la historia la verdad tiene la peculiar habilidad de salir siempre a flote, la verdad emerge, no es sumergible para siempre, y transforma misterios en vergüenzas universales.
Realidades, demasías y verdades que sacuden la historia y hacen dar giros bruscos, llegan tarde. Galileo jamás fue torturado ni murmuró aquello de “eppur si muove” (sin embargo, se mueve), frase pronunciada después de abjurar de la visión heliocéntrica del mundo ante un tribunal. Las Aldeas de Potemkin, maniobra política o militar que tiene como objetivo ocultar, disfrazar la realidad a ojos de dirigentes, autoridades y poderes centrales; no eran de cartón sino construcciones sólidas de un régimen eficiente. Que Tiberio fue un emperador codicioso, cruel y pedófilo, cuando la realidad es lo contrario, y que Martín Lutero, ni clavó herejías en las puertas de una catedral ni se opuso a la Iglesia, luchó contra la tergiversación teológica, la corrupción política y económica que el Vaticano de sus tiempos aceptó y los políticos alemanes aprovecharon para conquistar más poder. Son solo ejemplos de los muchos que sufrieron distorsiones en sus relatos, y las verdades emergieron con el tiempo, alterando la comprensión de la historia.
Avanzamos hacia el final de 2023, enfrentando tiempos de crudezas embarazosas e incómodas, no siempre gratas ni agradables, pero verdades, al fin y al cabo. La verdad nunca muere, tiene la fortaleza y el hábito de prevalecer, incluso cuando se oculta en las sombras del disimulo, la mentira y un enigma castro-madurista.
@ArmandoMartini