México, principal socio comercial de Estados Unidos, se ha convertido en la nueva Unión Soviética del siglo XXI para Cuba. El país envía alimentos, maquinaria, petróleo y todo lo que puede. Nada es suficiente y nada salva a la fracasada economía comunista.
Tiempos violentos. En menos de un mes estallan dos coches bomba, un sacerdote es asesinado y un alcalde decapitado. Estados como Sinaloa llevan 49 días de caos y crimen. Pese a esto, la crisis en La Habana es la prioridad para la presidenta Claudia Sheinbaum.
En 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador garantizó 5,4 millones de barriles de petróleo a Cuba. El suministro valorado en 391 millones de dólares es un apoyo solidario a la dictadura que tiene 1.100 presos políticos y 65 años sin elecciones libres.
Todo lo que Cuba quiera. Así lo dijo sin sonrojarse la presidente Claudia Sheinbaum, quien con sus acciones demuestra que el bloqueo es una mentira. Al menos 100 toneladas de carne enviarán a Cuba en estos días. Si llegaran al pueblo o no, eso nadie lo puede confirmar.
El régimen de Cuba dice que los apagones obedecen a dos motivos: falta de suministro petrolero y maquinarias obsoletas. No se menciona el problema principal: mala administración, confiscaciones y pésimo clima de inversiones. El país requiere 8 millones de toneladas de combustible, pero solo maneja la mitad.
Donación, venta o trueque. Aunque el gobierno mexicano ha sostenido un manejo opaco sobre las transferencias a la isla, La Habana suele pagar esta solidaridad con médicos cubanos, productos farmacéuticos, maestros y asesores militares.
La solidaridad enfermiza con Cuba castiga al pueblo de México. En mayo de este año México experimentó uno de los apagones masivos más grandes de su historia. Puebla, Guanajuato, Chiapas, Tamaulipas, Oaxaca, etc. La misma fotografía de Venezuela antes del colapso.
Un esquema parasitario. En 2023, México pasó de casuales donativos a ser el segundo proveedor de petróleo de Cuba (13.000 barriles por día). La solidaridad de México superó a Rusia (12.000 bpd) y quizás muy pronto a Venezuela (55.000 bpd).
Dictadura de Castro destruyó la producción agrícola y ganadera. Un país que exportaba alimentos al mundo hoy los mendiga. El régimen compra 2.000 millones de dólares en productos básicos, pero la corrupción y la mala administración generan pobreza y escasez.
México respalda a Cuba mientras dinamita todos los cimientos democráticos de su país. En tiempo récord aprobaron la Ley de supremacía parlamentaria, militarizaron la seguridad y desaparecieron los entes fiscalizadores del poder ejecutivo.
Que quede claro. El respaldo de Claudia Sheinbaum es a la dictadura y no al pueblo cubano. Si apoyaran al pueblo pedirían liberar a 1.100 presos políticos, reclamarían elecciones libres, el fin de la tortura, la pena de muerte y las desapariciones forzadas.
Mientras México se convierte en la nueva Unión Soviética de Cuba en el siglo XXI, el régimen seguirá atornillado en el poder, el pueblo seguirá muriendo de hambre y la cúpula militar seguirá gozando de los generosos tesoros del imperio azteca. A ellos nadie les exige que pidan perdón.
El autor es periodista exiliado, exembajador ante la OEA y exmiembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).