Por aquel tiempo, las Sagradas Escrituras cuentan que…»El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de angustias” (21:23). “El que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina” (13:3)… La lengua es poderosa: úsela bien (Salmo 19:14)
Los precedentes decires terminan en una fatalidad. Al parecer, su origen tiene que ver con el animal, que mete sus extremidades por lo general en una trampa que no olfatea su instinto y al final, la estira declarándose su muerte. Los humanos «mutatis mutando» a pesar del instinto y experiencia, es proclive a meter la pata a extremos, que su Santidad Francisco, que se obliga a ser prudente, por representar a Dios en la tierra ha metido la pata, al pedirle a Ucrania, izar la bandera blanca de la capitulación, frente a la invasora Rusia, como si la sangre de su pueblo ha sido derramada en balde. Como se ve, no recordó el Papa a Moisés «Príncipe de la Libertad» y su compromiso con el pueblo judío, que se lo pueden cobrar cuando estire la pata.
De metederas de pata está inscrita la historia de Venezuela. Cómo no recordar al ya anciano Antonio Leocadio Guzmán cuando dijera:
…»No se de dónde han sacado que el pueblo de Venezuela tenga amor a la Federación, cuando no sabe lo que esta palabra significa; esa idea salió de mi y de otros que dijimos: Supuesto que toda revolución necesita bandera, ya que la Convención de Valencia no quiso bautizar la Constitución con el nombre de federal, invoquemos nosotros esa idea, porque si los contrarios hubieran dicho Federación nosotros hubiéramos dicho y así justificó la guerra federal hasta que estirara la pata.
Más reciente, no ha habido tremenda metida de pata como el referéndum consultivo sobre el Esequibo y sus insólitas preguntas, las dos primeras innecesarias por la sencilla razón que, lo propio se defiende. Ese territorio es nuestro y cualquiera que sea el gobierno de Venezuela está obligado a defenderlo sin parcialidades políticas, por lo cual no se consulta y las otras tres preguntas por imprudentes y recordémoslas…
3. Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?
4. ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios, conforme a derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?
5. ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio, que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?
Ayer privó la sensatez diplomática y, como tenía que ser, el gobierno en nombre de Venezuela presentó sus irrefutables alegatos para dejar constancia ante el mundo del derecho de soberanía sobre el Esequibo y deberá dar cuenta de ello, con sentido de venezolanidad porque no quisiéramos pensar que vamos a estirar la pata por bocones.
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