Quizás estas palabras sean innecesarias, pero siento la obligación de decirlas en alta, clara e inteligible voz. Los militantes y simpatizantes de ambos partidos están más claros que muchos de sus dirigentes. Esas bases han sido la columna vertebral del impresionante respaldo popular de María Corina Machado en estos duros años y del enorme e irreversible respaldo nacional de la candidatura presidencial de Edmundo González Urrutia.
Han dejado de lado los pleitos internos, las luchas entre unos cuantos dirigentes ambiciosos que han perdido el sentido de la verdadera política jugando a un oportunismo más cobarde que útil tanto para ellos como para sus militantes y simpatizantes. Convertidos en verdaderos alacranes juegan calculadamente a servir al régimen dividiendo a la verdadera oposición democrática. Dentro de la estrategia del madurismo se les ha permitido conservar el nombre, muchas de las sedes partidistas y las históricas tarjetas verde y blanca que simbolizan al Partido Socialcristiano Copei y a Acción Democrática. Esto no funcionará, al menos frente a la elección del 28 de julio próximo. Sufrirán una impresionante derrota y sus maniobras llegarán a un triste final. Los legítimos dirigentes, a todos los niveles, recuperarán lo que ilegalmente les ha sido arrebatado.
Dejo constancia de que no escribo por nostalgia de un pasado que no volverá. Lo hago convencido del rol protagónico de ambas organizaciones y otras que estarán presentes en la construcción de la Venezuela por venir luego de ponerle punto final y definitivo a la situación actual. No bastará con ganarle a la barbarie destructora de la Nación. Pero es bueno repetir que Venezuela está preparada para lo que viene. Lo he dicho muchas veces y no me cansaré de hacerlo las veces necesarias. Abundan las ideas, planes concretos, programas específicos y lo que es más importante, compatriotas que desde dentro y desde fuera están listos para asumir las tareas que les corresponderán en la nueva época.
A pesar de la represión y de la violencia abierta y encubierta del régimen y las imperdonables detenciones de los equipos de trabajo de María Corina, las comisiones de trabajo que han sido designadas por Edmundo en consulta con todos los sectores, realizan un trabajo admirable. Hay Plan de Gobierno concreto para el futuro inmediato. Los pocos días de campaña no bastan para promocionar todo lo existente. Pero le pedimos a los venezolanos y al mundo entero que mantengan encendida la fe y la esperanza. La mejor prueba de ello está en las increíbles y torpes intervenciones públicas y las recientes giras de las cabezas del régimen en los mismos sitios en los cuales es enorme el respaldo popular a Edmundo y a María Corina. Perdieron pueblo y credibilidad. Maduro y Diosdado están derrotados. Ellos lo saben. También deben saber que nosotros estamos preparados para todo.
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