La revisión de la Memoria y Cuenta o informe de gestión, que debe ser presentado por el presidente de la República en la Asamblea Nacional, es como muchos otros actos formales un derivado o, en este caso, una mala copia de un proceso histórico proveniente de una disposición constitucional estadounidense (Articulo 2, sección 3) que inició George Washington en 1790, en la que se explicaba de manera concreta lo que se había realizado el año anterior desde la administración pública, lo cual fue incorporado posteriormente en la inmensa mayoría de las constituciones del resto del mundo.
El problema para nosotros, en Venezuela, es que no existe sentido de apego a la realidad técnico-administrativa de solo concretarse a lo realizado en los 365 días del año anterior en cuestión y entonces el discurso se pierde en una cantidad de afirmaciones no soportadas en datos que puedan ser verificables y al carecer de un protocolo interno, en el que se especifique el contenido del informe y sus soportes con la misma rigurosidad con la que se exige la elaboración de una tesis de grado tipo descriptivo y explicativo, es inconcebible que no exista un manual para la elaboración de este informe de gestión (situación que debería ser corregida por una ley que evite que también alcaldes y gobernadores hagan el mismo espectáculo pero con audiencia regional y local).
Dicho esto, después de 30 años 1990-2020 de experiencia, revisando informes de gestión de ministerios, gobernaciones y alcaldías, he de señalar de manera muy simplificada en 3 partes, las observaciones más importantes del discurso de presentación del informe de gestión de Nicolás Maduro el día 14 de enero de 2020 en el Capitolio Federal:
I. Lo que dijo
De las 110 ideas observadas en el discurso presidencial de dicho informe de gestión, que circulan en algunas redes sociales resumidas y redactadas bajo mi autoría intelectual, se destacan las siguientes:
Enfrentamiento con la Iglesia Católica: Abrió el discurso con la idea en mente que más le preocupaba, como es el enfrentamiento abierto y ya nada disimulado con la Iglesia Católica venezolana, que desde la Conferencia Episcopal y los eventos religiosos multitudinarios está realizando llamadas a las fuerzas políticas y sociales a tomar determinaciones contundentes para el futuro y, según como se entienda, para la supervivencia de la nación. De manera frontal inició un discurso de separación entre la jerarquía, que según su persona no representa el sentimiento mayoritario del cuerpo de creyentes y en opinión del autor, es cuestión de tiempo para que este enfrentamiento conlleve al cierre o estatización total de las escuelas de Fe y Alegría, al cierre de fundaciones de caridad y centros de beneficencia, al cierre de escuelas y universidades católicas como la UCAB y si tienen el apoyo de un grupo de obispos y sacerdotes revolucionarios, no sería nada extraño la creación, como en la República Popular China, de una Iglesia Católica local a objeto de expropiar los sitios de culto y tener el control de los asuntos religiosos (situación que explicaría la creación de la Vicepresidencia de Asuntos Religiosos del PSUV bajo el mando de Vielma Mora).
Apelación a la unión cívico-militar: en más de 25 ideas observadas en este punto, Nicolás Maduro se presentó como “hijo de las fuerzas armadas”, a la vez que señalaba que el pueblo era depositario del “legado bolivariano”. Planteó que Venezuela había roto con el modelo de la democracia liberal burguesa (que practica la democracia representativa) creando un nuevo modelo de sociedad, de gobierno y de Estado-nación, único en el mundo con unos parámetros o ideas propias, que van más allá del entendimiento de los políticos, académicos, analistas de inteligencia y estrategas militares de los países desarrollados que no entienden lo que ocurre en Venezuela.
Según Maduro, la forma de gobierno de Venezuela, donde manda el pueblo (eso dice él), es la explicación del fracaso de todas las actividades políticas opositoras realizadas. Hizo énfasis en el dato de los 3,7 millones de milicianos como la prueba final de esta unión en el proyecto cívico-militar. Por esta razón, establece en su discurso el triunfo del socialismo como única forma posible de gobernar Venezuela y lograr la plena prosperidad económica y bienestar social, lo que no ha sido alcanzado -según el discurso oficial- por culpa de las sanciones estadounidenses, pero que al final será conseguido por la superioridad de este sistema político sobre los del resto del mundo, capitalistas y más avanzados.
Énfasis en la victoria sobre el gobierno de Trump: a lo largo del discurso, en diversas ocasiones señaló que han sido inútiles todas las iniciativas políticas o económicas de Estados Unidos para derrocarle, dado que su persona es la encarnación del legado y razón de ser del país en construcción. Señaló las pérdidas de 40 millardos de dólares por las sanciones, pero que al final esto no afectaría el resultado final. Conminó a Donald Trump a arrepentirse de sus políticas y a iniciar un proceso de diálogo y reconocimiento de su liderazgo regional y mundial como representante del socialismo (siendo esta la razón de la organización del próximo evento del Foro de Sao Paulo con 111 partidos políticos de todo el mundo), mientras que le plantea que sus responsables de política exterior sobre Venezuela (Pompeo y Abrams, lo viven engañando sobre la situación de este país.), mientras sigue denunciando los ataques cibernéticos contra las instalaciones eléctricas y las incursiones de grupos mercenarios desde Brasil y Colombia, apoyados por la CIA y los gobiernos de dichos países, según declaraciones de voceros oficiales desde Maduro hacia abajo.
Declaro el éxito de su gobierno en material social, económica y de infraestructura: por extraño que pueda parecer, después de denunciar las inmensas dificultades y acciones de saboteo de todo tipo realizadas contra su gestión de gobierno, Nicolás Maduro anunció el éxito de sus instituciones gubernamentales para superar estos problemas estructurales y puntuales, destacando los siguientes puntos:
Declaró que Hugo Chávez, con todos los recursos del boom petrolero, logró construir 636.000 casas entre 2001 y 2012; mientras que él, a través de la Misión Vivienda y con todos los problemas económicos existentes, ha construido 3 millones de viviendas y aunque la economía está en caída libre (opinión del autor), prometió llegar pronto a las 5 millones de viviendas, rompiendo todas las marcas mundiales de construcción. En este sentido, me gustaría conocer la opinión de los gobiernos de la India (que está construyendo 111 ciudades nuevas al mismo tiempo) y de China, que gastó en 4 años la misma cantidad de cemento que Estados Unidos en todo el siglo XX, para conocer que han aprendido de esta experiencia de Misión Vivienda (sin paragón en la historia de la humanidad, según Maduro.)
Declaró que había aumentado la matrícula escolar y que las escuelas públicas y la educación en general estaban en pleno auge. Solicitó a Aristóbulo Istúriz, vicepresidente del Área Social y Ministro Educación, que acelerara la incorporación del 100% de los jóvenes en edad escolar al sistema educativo, anunciando a su vez que pagara un bono económico a todos los padres y representantes que inscriban y mantengan a sus niños en la escuela. Para finiquitar, le solicitó al vicepresidente del Área Económica Tareck el Aissami que para el próximo año escolar 2020-2021 todos los útiles escolares y uniformes sean elaborados en Venezuela, para lo cual le ordenó buscar empresarios privados y empresas públicas que asuman dicha tarea.
En materia de salud, anunció el éxito del Sistema Nacional de Salud con más de 93 millones de consultas y 590.000 intervenciones quirúrgicas. Señaló la plena operatividad de más de 1.000 bases de misiones socialistas atendiendo al pueblo, mientras que en materia de alimentación destacó que había repartido más de 120 millones de cajas CLAP a 6 millones de familias, con lo cual garantizó el pleno abastecimiento y consumo de las clases populares a través de este fundamental apoyo nutricional.
Indicó el éxito de su política agropecuaria, haciendo énfasis en el aumento sostenido de las exportaciones de café. Manifestó la satisfacción de 6 millones de familias que en diciembre de 2019 consumieron pernil nacional y que además se exportó el sobrante para que no se perdiera. También señaló el aumento de 50% de la producción de carne a nivel nacional.
En materia de finanzas públicas, Maduro planteó que la utilización de la criptodivisa petro es la herramienta financiera para derrotar al dólar estadounidense y encabezar la revolución mundial que cambiará el sistema capitalista vigente desde la Segunda Guerra Mundial. Toda la economía venezolana, dijo, debe funcionar de forma transversal a través del petro y en este sentido dejó en la asamblea nacional constituyente una serie de leyes en materia administrativa y fiscal para encauzar toda la estructura económica nacional a través de ese aro.
Manipulación político-histórica de la realidad cotidiana
Es muy escaso el espacio para describir la particular forma de interpretación de los hechos sociales nacionales e internacionales por parte del gobierno de Nicolás Maduro, quien plantea que todas las fallas económicas de su gestión son derivadas de las sanciones, así como las acciones políticas de la oposición son producto de directrices del gobierno de Trump (¿será que en Venezuela no hay razones autóctonas para protestar?), por lo cual el régimen se siente el centro de una revolución mundial que llevará a la liberación del planeta de los capitalistas e imperialistas, con el apoyo de China (que está firmando el acuerdo comercial más grande del mundo con Estados Unidos, en el momento de redacción del presente artículo), la India y la Federación de Rusia.
Los revolucionarios están convencidos de una lucha existencial del bien contra el mal, en la que ellos representan al pueblo manipulado que no sabe que lo están defendiendo, debido al control de los medios globales de comunicación y organizaciones culturales por parte de los grupos económicos mundiales, que saben que en Venezuela existe la única amenaza mundial a su intención de crear un Nuevo Orden Mundial (ver otros discursos oficiales).
Por ello, durante el discurso, Maduro calificó de “diablo” al gobierno estadounidense, que nunca va a poder con Cuba, Nicaragua, Venezuela y demás países del ALBA por la pureza de sus “ideales revolucionarios” que le hacen inmune a los males del capitalismo, lamentando amargamente la caída del gobierno de Evo Morales en Bolivia.
En este punto, es importante destacar la particular interpretación política según la cual la directiva de la Asamblea Nacional, encabezada por el diputado Luis Parra, son los dirigentes auténticos y legítimos de la oposición venezolana y por ello, según Maduro, deben aplacar todo intento de sedición y malestar social y político, sacando a dicha institución del desacato del TSJ y haciendo llave con la Mesa de Diálogo Nacional, para crear una nueva oposición política que se ajuste a los postulados del sistema político en los términos que entiende el gobierno nacional.
Anunció la transformación definitiva de Venezuela en los términos revolucionarios: finalmente, para cerrar este aparte, es menester mencionar las 7 líneas de acción en las cuales se van a encauzar las políticas gubernamentales para la transformación del Estado y del gobierno: la implementación de cambios políticos irreversibles que lleven a un sistema político y económico “comunal y socialista” que siga los lineamientos del Plan de la Patria 2019-2025, por lo que señaló que alcaldes y gobernadores deben alinearse en una sola política a lo largo del año 2020, en su objetivo expresado textualmente en el discurso de eliminación del “Estado burgués” para la construcción definitiva del socialismo que, según sus propias palabras, “no es una utopía”.
II. Lo que no dijo
Existen variados tópicos de la realidad nacional que no fueron tocados durante el informe de gestión del año 2019, entre los que se destacan los siguientes:
1. Emigración: tal vez uno de los mayores éxitos políticos del gobierno nacional es su capacidad para esconder el tema de los millones de venezolanos en el exterior en la agenda política nacional. Solo se refirió a ellos en el pasado de manera despectiva como los “lavapocetas”. Asimismo, ignoró la Misión Vuelta a la Patria, lo que no es producto de un descuido sino simplemente la continuación de una magistral estrategia política de mantener despolitizada y neutralizada a las masas de venezolanos que viven en el exterior. La mejor demostración de esta “tesis” es la imposibilidad de tener un conteo avalado por alguna organización internacional del número real de emigrados venezolanos en cada país del mundo.
Mientras la comunidad cubana en Estados Unidos apenas pasa de los 2 millones, los puertorriqueños de 5 millones y los mexicanos de 30-35 millones, son los cubanos los que tienen un mayor peso político y económico (gracias a la Fundación Cubano Americana, que agrupa multiplicidad de organizaciones) hasta el punto de tener la capacidad de colocar sus aspiraciones en la agenda de la política exterior estadounidense. En el caso venezolano, los millones de emigrados no constituyen ninguna amenaza y tal vez ni molestia para el gobierno de Nicolás Maduro, debido a que en ningún país se encuentran organizados políticamente para tener algún efecto en la opinión publica del lugar donde están en forma sistemática y permanente, como se puede apreciar en la casi nula realización de actividades políticas con muchedumbres donde hay vasto número de nacionales. Esta es una responsabilidad de los partidos políticos que deben organizar seccionales, secretarías y células políticas desde Australia y Asia hasta Europa y América, justificando de hecho la condición de una buena cantidad de los miles de venezolanos que introducen documentos en esos países como perseguidos y piden “asilo político” y al llegar a dichos países, se desconectan de todo activismo político-militante con Venezuela.
2. Enfermedades: una de las mayores tragedias de la situación sanitaria en Venezuela es la proliferación de numerosas enfermedades que habían sido reducidas en sus indicadores anuales de personas afectadas, lo cual parece ser una peligrosa tendencia que incluye el paludismo, la difteria, la sífilis, el VIH, entre otras que son denunciadas por las múltiples ONG que reúnen a grupos importantes de la sociedad civil que agrupan a los enfermos y así mismo a los gremios profesionales de la salud, que a lo largo del año 2019 han denunciado esta situación dramática de deterioro progresivo e inminente de centenares de hospitales y miles de centros de atención primaria. No es casualidad que no se toque el tema de la Cruz Roja Internacional en el discurso, ni de las medicinas y suministros que no llegan al país por la obstaculización de la ayuda humanitaria.
3. Contracción de la economía: a pesar de la reaparición de los informes estadísticos del Banco Central de Venezuela, que escondieron durante varios años la decadencia económica y el anuncio concreto de la sustracción de activos por 40 millardos de dólares por la oposición, según lo expresado por Maduro, lo que no dijo es que la economía nacional está claramente por debajo de los 100.000 millones de dólares anuales de producto interno bruto y que sigue en caída hasta un piso peligroso de 65-70 millardos de dólares anuales, que para un país con 30 millones de habitantes pasaría a ser uno con una situación muy grave en sus finanzas públicas. No es casualidad que no tocara el tema del presupuesto del año 2020, que está estimado en 5.439 millones de dólares y que seguramente terminará siendo de 12-15 millardos para los patrones tradicionales de operatividad del Estado, ya que se está en riesgo de una implosión interna por falta de fondos operacionales y una deserción masiva de funcionarios en búsqueda de sueldos dignos que garanticen su supervivencia.
Existen otros temas como delincuencia organizada, libertad de expresión, deterioro educativo, cultural y científico, que no pueden ser tocados por falta de espacio o el artículo se volverá un trabajo de grado sobre este tema…
III. Lo que debió decir
En este sentido, vuelvo a los párrafos iniciales, en los que planteo que el informe de gestión no debe ser un acto malabar de oratoria y propaganda, sino que tiene que estar rigurosamente adherido a un protocolo que de acuerdo con mi criterio establezca los siguientes ítems:
Presentación del sector (Social-económico-institucional-infraestructura-Seguridad).
Recursos financieros utilizados en el ejercicio anual y recursos Humanos disponibles por ministerio.
Objetivos centrales planteados y alcanzados en el año de ejercicio anual.
Grado de cumplimiento del Plan Operativo Anual por ministerio.
Publicación del informe de gestión anual de cada instituto, servicio, fundación y empresa pública nacional en una página web, que se pueda descargar a los ciudadanos sin mayor problema.
Presentación digital de un mapa interactivo de todas las obras públicas realizadas en el año en cuestión, con información específica de su dirección, costo, contratista e impacto social.
Con estas herramientas digitales y metodológicas, se puede discriminar toda la obra de gobierno por año y no continuar con la tendencia de presentar una serie de resultados imposibles de analizar detalladamente y por lo tanto avalar científicamente.
IV. Conclusiones
En este sentido, a pesar del planteamiento de las 7 líneas estratégicas de acción del gobierno de Maduro presentados para este año 2020, lo cierto es que los problemas de Venezuela se reducen a los siguientes puntos muy específicos:
Abordaje del problema político: no hay solución a los problemas económicos ni sociales sin resolución definitiva del problema político que divide al país, desde hace muchos años y que con la intervención activa de las grandes potencias internacionales solo pueden llevar a una vía de choque, si no se consigue un “modus vivendi” que evite los excesos y abusos administrativos, legales y electorales que hacen tan difícil la vida pública en Venezuela. Es imperativo entender que estamos en caída libre de la economía nacional y el tiempo para tomar decisiones políticas se reduce considerablemente, mientras aumenta la hostilidad y determinación de muchos gobiernos de América Latina de enfrentar al actual gobierno de Nicolás Maduro para evitar sus amenazas ideológicas y muy especialmente de organización y financiamiento de sus enemigos políticos. No entenderlo llevará, en mi humilde opinión, a una confrontación interna y externa inevitable con un saldo enorme de pérdidas humanas y catastróficos daños materiales e institucionales.
Reconocimiento del problema social: esta situación implica aceptar a los más de 30 millones de venezolanos como víctimas de una situación de catástrofe social e iniciar con la plena participación de las Naciones Unidas un programa de asistencia nutricional y médica de los venezolanos dentro y fuera del país. Implica reconocer los cientos de hospitales deteriorados y miles de CDI cerrados total o parcialmente, implica decir la verdadera situación de la educación pública en cuanto al número de estudiantes y profesores disponibles, así como aceptar los graves problemas ambientales del proyecto del Arco Minero y la incapacidad de los alcaldes para cubrir el aseo urbano de manera diligente en muchas ciudades, entre otros problemas, como la calidad de agua, etc.
Presentación de un plan de recuperación y crecimiento económico: implica aceptar la dolarización como única medicina monetaria para poder orden a un problema financiero de origen político, como es la “adicción” de los gobiernos a utilizar esquemas cambiarios para hacer negocios multimillonarios con amigos y familiares, a través de la figura inefable del “dólar preferencial”, parando de seco la hiperinflación, mientras se comienza la privatización de las miles de unidades productivas del gobierno nacional para crear empresas privadas sólidas, capaces de crear empleos productivos y sostenibles en el tiempo y a su vez pagar con regularidad a las arcas del tesoro nacional, para tener una hacienda nacional que pueda sostener los inmensos gastos sociales e inversiones para la recuperación de la infraestructura nacional. La profundidad de esta privatización depende de la ideología política y conceptos que maneje cada partido político, mas lo cierto es que ya el país tiene y tendrá grandes dificultades a corto y mediano plazo para sostener empresas quebradas que sirvan de parcelas político-clientelares de grupos o facciones que pretendan repartirse el Estado como tajadas de una torta.
Desarrollo de un plan de transformación del gobierno y el Estado
Finalmente, si se desea tener un país serio y estable, se requiere una reforma constitucional muy profunda, que despoje al Poder Ejecutivo de muchas de sus competencias exclusivas, que hacen del presidente de la República un emperador con gran capacidad para cometer todo tipo de tropelías. Igualmente, se requiere una consolidación financiera, legal y administrativa de estados y municipios que permita a los mismos ser polos de desarrollo sin depender del poder nacional. Para aquellos que son fervorosos partidarios de la democracia participativa y protagónica, sería importante que se construya una escala administrativa territorial en la que parroquias, comunas, comunidades, consejos comunales y hasta los jefes de calle, según el nombre que se les quiera dar, tengan competencias muy delimitadas y específicas para que en verdad puedan cumplir funciones operativas útiles para la comunidad.
Desgraciadamente, esto no es lo que escuché en el informe de gestión de Nicolás Maduro del año 2019…
Graciasa usted, amable lector, por llegar al final de este artículo