OPINIÓN

Más payasadas

por Omar González Omar González

Maduro como que no se cansa de hacer payasadas y el ridículo ante los venezolanos y el mundo.

¿Cómo se le ocurre proponer a Venezuela como sede de la Copa América? ¿Quién le recomendó ese desatino? Sí, es verdad que siempre juega al «pan y circo», pero proponer eso en plena pandemia, con una población vulnerable, y en medio de la crisis humanitaria más atroz de la historia de América continental, es una burla, una ofensa.

Semejante idea solo puede venir de una persona totalmente desconectada de la realidad o de un villano que busca, exactamente, enfermar a la población y generar un caos aún mayor al que ya padecemos.

Proponer a Venezuela como sede de la Copa América, tal vez sea visto por los personeros del régimen como una forma de distracción, como un evento que hará que el país centre su atención a un tema diferente a la pandemia y la hiperinflación; sin embargo, su sola idea, su sola mención, es criminal.

Pensar en la Copa América cuando 99% de los venezolanos no se ha vacunado, cuando la crisis económica es cada vez peor, cuando la institucionalidad del Estado es cada vez más cuestionable, es una acción plenamente irresponsable y antinacional.

Una Copa América cuando no hay hospitales abastecidos y adecuados; cuando las instalaciones deportivas están en el suelo, una Copa América cuando los médicos mueren día a día a manos del covid-19 y la gente fallece de hambre; un evento deportivo cuando no han llegado las vacunas y el Estado es incapaz de garantizar alimentación, salud ni seguridad. Sin duda, todo es demencial.

Por estas razones –y muchísimas más– es esencial un cambio en la conducción de la nación o de lo contrario nos llevarán a niveles aún más horrendos que los actuales, lo que de por sí es decir mucho.

Nicolás Maduro lo que quiere es una «Copa de la Muerte». Busca la proliferación del covid, la parálisis total de la nación, la desmovilización (a través del confinamiento) de todos los venezolanos para él poder reinar sobre las tumbas y en las calles desiertas… Eso es lo que pareciera que busca.

Su plan es macabro, su objetivo es ruin. Parece el Nerón del Caribe. Frente a tal situación, habría que generar un gran movimiento que detenga la locura, que le ponga un «frenazo» a esta caótica realidad que nos está empujando hacia el final terrible a millones de venezolanos.

En conclusión: Venezuela debe dejar de ser el laboratorio de pruebas sociales, de manipulación y guerra psicológica en el cual lo convirtió la usurpación con el apoyo del G2 cubano y la dictadura eternizada en La Habana; debe dejar de sufrir por el control de una camarilla que se parece más a la Cosa Nostra que a un partido político; liberarse de estos irresponsabes demagogos y reales enemigos del país.

Evitemos que más locuras se cocinen en Miraflores; hagamos lo que tengamos que hacer por el futuro de Venezuela.