OPINIÓN

María Corina se la comió

por Omar González Omar González

¡Qué clase dictó María Corina! Otra vez, la líder de Vente Venezuela demostró su capacidad, su visión y su claridad. Y esta vez lo hizo en su derecho de palabra en el Parlamento Europeo.

La líder de la libertad en Venezuela habló como se debe hablar, claro y raspa’o. Otra vez fue ella la mejor representante que pudo tener el país para explicarle a los parlamentarios del viejo continente lo que ocurre dentro de las fronteras nacionales.

María Corina Machado, por todo el cañón, dijo que la nación  necesita un cambio radical en la conducción política.

Un nuevo liderazgo que luche hasta conseguir que cambien las condiciones para que los venezolanos puedan elegir realmente a sus representantes.

Aclaró que los venezolanos quieren participar en elecciones, pero no con las trampas que monta el régimen, sino en comicios de verdad.

Recordó que hasta ahora las elecciones, que con fanfarria organiza la usurpación, las materializan bajo un esquema ilegal e irrito que sólo sirven como “instrumentos para legitimar y lavar un monstruo destructivo que es la tiranía”.

Aseveró que en los comicios en Venezuela el “voto no elige” y denunció, sin pepitas en la lengua, que “el régimen decide quién se postula, quién vota y quién gana”; dejando al desnudo lo que ocurre proceso tras proceso en la política electoral venezolana.

Denunció que ante esto la actual dirección política en Venezuela no ha sido capaz de lograr procesos limpios y transparentes.

Así, María Corina Machado dejó en evidencia el sistema corrupto y antidemocrático que se ha levantado en los últimos 23 años en Venezuela y que ha sometido a los venezolanos a vivir bajo el peso de la opresión y la autocracia.

María Corina fue más allá, y con la muy inteligente frase de que “lo que al CNE se le pasa, el TSJ lo repasa”, puso énfasis en la carencia de Estado de Derecho y la ausencia de instituciones confiables en la nación.

Pues, con gallardía ella dejó muy claro que el Consejo Nacional Electoral moldea cada vez un proceso viciado, en el que planifican cómo y en qué forma los candidatos del PSUV van a ganar aún sin tener los votos para ello. Y, además, expuso que cuando el CNE falla, allí aparece el Tribunal Supremo de Justicia de Maduro que, con sus togas, tratan de esconder las irregularidades o, peor aún, de ir más allá en el acomodaticio sistema electoral venezolano.

Allí frente a los enviados de las naciones de la vieja Europa, María Corina Machado señaló, puntualizó y graficó todos y cada uno de los delitos cometidos por el régimen venezolano; con la valentía y con la fuerza que la caracteriza, la líder de la libertad en Venezuela dejó exhibido el carácter truhán y despótico del modelo sociopolítico venezolano.

Con esta intervención en ese nivel político, María Corina se la comió, volvió a demostrar que ella tiene la capacidad no solo de hacerle frente a la tiranía venezolana, sino de guiar la reconstrucción del país, aplicando una política de salvación nacional concentrada en la concepción de libertad y promoción del ciudadano.

Ella –cada día– se va ganando el respeto, la admiración y, cada vez más, el apoyo de miles, de millones de venezolanos que se transforman en un gran movimiento de dignidad y lucha que se verá consolidado el día que se efectúen unas elecciones internas en la oposición, con condiciones, y, justamente allí, ella resulte elegida para ser la conductora de los demócratas.

María Corina Machado se ha ganado día a día su posición; ella se ha ganado cotidianamente el mérito de ser una líder política venezolana con suficiente autoridad moral y de lucha para obtener la victoria por el futuro de Venezuela.

De esto no hay discusión, porque no hay duda.

Por eso es que cada día crece más y más la convicción colectiva de que ella debe estar al frente de la oposición y medirse en una consulta limpia y transparente, donde -con toda seguridad- arrasará para dirigir los destinos del país.

¡Así de simple!