María Corina Machado en Falcón asegura que ya los venezolanos no tienen miedo

María Corina sabe, y todo el mundo sabe, que ella está punteando en las preferencias de aquellos dispuestos a votar en la elección primaria de octubre de este año. Y aquí hay que acotar que el apoyo a la candidata de Vente Venezuela pareciera ser abrumador fuera de las fronteras venezolanas. El eslogan ese de la reunificación familiar le quedó de lujo.

Pero hay ciertos detalles que perturban e incomodan a MC. Y esto le pasa a cualquiera que se sienta ganador de antemano. Tal vez por eso, en estos días la escuchamos decir algo así como que con primarias o sin primarias nos vemos en el 2024.

Voceros de la Plataforma Unitaria Democrática (PDU); es decir, del G4 (Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Voluntad Popular, sólo por si a alguien se le olvida), arrogadores del proceso y soportes de la Comisión Nacional de Primaria (CNP), han estado poniendo todo su esfuerzo en convencer a los escépticos como MC de que no será el chavista Consejo Nacional Electoral la instancia que controlará las elecciones primarias, en el caso de que se decida su asistencia técnica.

Por supuesto que también han asegurado que, de llegarse a un acuerdo con el CNE, la identidad de los potenciales votantes estaría salvaguardada, temor recurrente expuesto por Vente Venezuela y La Causa R, de Andrés Velásquez. Por cierto, tal vez otro falso dilema más que lo que ha hecho durante todos estos años es contribuir a gran parte de la abstención del país democrático, tan estratégicamente fomentada por el régimen.

Es verdad que la experiencia de la Lista Tascón ha operado en todo momento como un terrible fantasma, y es precisamente con base en este permanente y maquiavélico chantaje, que el régimen espera que una gran masa potencial de votantes se acuerde del Carnet de la Patria llegado el mes de octubre. No obstante, la gente debe entender de una vez por todas, y aquí nos referimos especialmente a los que forman parte de la administración pública y demás nóminas gubernamentales, que sólo saliendo de este régimen se van a acabar sus calamidades de tantos años. Claro está que cada uno siente y habla desde sus miedos y circunstancias, y eso debe ser respetado. En todo caso, si bien es común observar en las primarias un importante porcentaje de abstención, por estas y otras razones, las esperanzas estarán mayormente cifradas en las elecciones de 2024.

Lo que preocupa a MC

Al margen de que a MC le preocupe el tema de la identidad como factor inhibidor de un importante potencial de votantes, lo que seguro pone más en guardia a la candidata son los ataques y trampas que pudieran producirse desde muchas direcciones apuntando hacia ella. Y, obvio que no nos referimos aquí a las dudas que puedan generar a algunos la gestión de la Comisión Nacional de Primaria, porque el doctor Jesús María Casal y su equipo tienen credenciales y trayectoria probadas que los califican para seguir comandando este proceso transicional que felizmente logrará su cometido el 22 de octubre de este año.

Realmente MC desconfía de los que se arrogaron el derecho de organizar la elección primaria, el G4, que no cuenta –y esto hay que decirlo– con una opción que le pueda disputar el triunfo de las internas de la oposición.

Henrique Capriles insiste en ser el candidato eterno, porque esa pareciera ser su vocación natural, pero todos sabemos que sus mejores tiempos –por cierto, no muy bien aprovechados– ya pasaron. Al señor Freddy Superlano, bateador emergente en el noveno inning del team Voluntad Popular, se le agradece su buena disposición, pero alguien debe decirle que se baje de esa nube y se olvide de sus minutos de gloria cuando fue electo para dirigir los destinos del feudo de los Chávez, y el régimen se encargó de arrebatarle el triunfo. Aquí estamos hablando de Grandes Ligas.

Por otra parte, se asomó bien temprano la figura de Carlos Prosperi que no considera a Maduro un dictador, y todavía sigue soñando con la otrora maquinaria y posibilidades de Acción Democrática. Y Un Nuevo Tiempo, deshojando todavía la margarita para ver si anuncia de una vez por todas la candidatura de Manuel Rosales, uno de los mayores entusiastas de utilizar al CNE como rector de las primarias.

Fuera del G4, Benjamín Rausseo (Er Conde del Guácharo) sigue siendo un chiste y él sabe mucho de esas cosas. Ojalá la razón lo ilumine y sabiamente renuncie para el bien del buen humor. ¡Por favor, Conde!

Como decíamos entonces, a falta de un fuerte candidato del G4, a MC le preocupa –y tal vez con razón– que un proceso regido por un CNE madurista termine por dar unos resultados, con su cuestionado sistema automatizado, a favor de la opción menos conveniente para la oposición y la que, por supuesto, haya elegido el gobierno de facto. Eso explica el afán de MC de que el 22 de octubre el voto sea manual, contando papelito por papelito, sin la ayuda del apéndice gubernamental. La pregunta es, ¿cómo se come eso?

Lo otro es que MC y su partido conciben como parte de su estrategia electoral, que es muy posible, una vez sea abanderada como la candidata de la oposición el próximo 22 de octubre, forjar un formidable movimiento social en torno a su figura que tenga el peso suficiente para presionar por unas mejores condiciones electorales, a las que el régimen se ha negado en todo momento. De esta manera, no habría contradicción alguna con su deseo actual de mantener al margen de la elección primaria de la oposición al Consejo Nacional Electoral.

Uno de los dilemas de MC, que ha tratado de desmarcarse de las otras ofertas opositoras, especialmente del G4, por acciones y omisiones de éste en el pasado reciente, radica en que, al final del proceso, la unidad de los factores democráticos y el esperado compromiso de cumplir con un programa mínimo a ser concertado entre los candidatos representa una condición sine qua non para seguir adelante de cara a las presidenciales de 2024. Cualquier estrategia de campaña deberá tomar en cuenta este y otros detalles de suma relevancia, y esto tal vez haga necesario una contienda de gran altura, evitando cualquier tipo de descalificaciones inconvenientes.

MC no quiere nada con el CNE, pero es obvio que tal vez las circunstancias presentes demanden cierta flexibilidad de su parte, con lo que cualquier riesgo relativo bien valdría la pena. Después de todo, el termómetro de la calle y una campaña bien llevada serán siempre las mejores armas para el éxito.

[email protected]


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!