Se tejen alianzas contra María Corina. Los del G4 siempre conspirando. El AD de Ramos Allup acompañado por un recién adoptado amanuense tribal proveniente como “Terminator” del mismísimo futuro. Por cierto, hete aquí una alianza rara y mañosa. Se saciaron bebiendo el agua que por mucho tiempo bautizaron como aquella de la cual no hay que beber sino dejarla correr. Mientras fue caudillo omnipresente y omnipotente todo marchó a las maravillas castrenses, pero bastó una derrota en una discusión interna para que abandonara veloz y con el rabo prendido en candela todo aquello por lo cual había jurado estar y defender por siempre. Hizo una tramposilla en el CNE para adueñarse de la organización, pero el hachazo de la verdad lo decapitó en minutos. Por otro lado, en las andanzas del rito sempiterno de la triquiñuela se amontonan Un Nuevo Tiempo de Manuel Rosales, el grupo de Henrique Capriles Radonski todavía sin tarjeta y sin partido y un ramal del contubernio de Leopoldo López sin partido y sin tarjeta, al igual que su curruña de los ayeres. Bien conocida es la foto donde aparecen Capriles, Borges, Ocariz, Leopoldo y otros muchachones constituyendo una asociación civil que más tarde sería el origen de Primero Justicia. Nacieron al calor de la ubre pedevescosa donde se amantó de cobres AD, Copei y sobre todo el PSUV. Fueron alimentados, vestidos y calzados por la progenitora de oro que más tarde sería la reina del presupuesto de publicidad de Monómeros. La más mejor que María Corina, suele decir la agraciada. La Machado tiene numerosas aristas que constituyen agrias diferencias con una parte del mundo opositor que basa su estrategia en cuatro pilares: salida electoral, salida constitucional, salida pacífica, salida democrática. Ay María, nuestros conceptos de democracia y dictadura no pueden ser más distantes. Nos colocamos en las antípodas del pensamiento racional. Solo existe una coincidencia: la imponente verdad en la denuncia de los latrocinios, robos, desfalcos y derroches hechos por el G4 con los fondos de la ayuda humanitaria, con los fondos provenientes de la liquidación de las garantías prendarias del oro depositado en el Citibank de Nueva York, con los fondos que chorrearon como un tsunami desde PDV Ad Hoc y Monómeros. Allí Madame Corina se separa de sus acompañantes transitorios de la malosa Primaria. Ella lo dice abiertamente: No pacto con ladrones. Puedo andar con ellos sin contaminarme. Como dice el título de este pequeño escrito donde regreso a seguir mi ruta de opinador de oficio, María Corina me convidó. Si bien no lo hizo por escrito, por correo o por teléfono, bien lo susurra a pequeñas voces. Se entiende entre líneas. Son atisbos suspicaces. Pequeños datos sueltos aquí y allá. Nos está convocando al apoyo de su estrategia. Ella está segura de que ganará las primarias cómodamente. Ella está segura de que no la habilitarán jamás de los jamases. Ella sabe que a Capriles le otorgarán permiso para que el CNE registre su candidatura. Ella sabe las conspiraciones que se tejen a su alrededor. Antonio Ecarri es uno de los pocos políticos que le advirtieron de culebras y camaleones. Ella ha venido cambiando frente a las juntas perversas del G4 en su contra. Su discurso se suaviza. Ella sabe que su poder de convocatoria le permite empujar su apoyo hacia otro candidato. Díganme ustedes la absurdidad pretendiendo que nadie puede ser candidato del G4 si no compitió en las primarias. Dios, MCM se las tiene cantada. Ella sabe que tarde o temprano utilizará su dedo índice, de la mano derecha para señalar qué candidato “habilitado” recibirá su transferencia votacional. Mira a Caleca y sonríe. Caleca la mira de vuelta y también sonríe. En su pensamiento se imagina una victoria del expremier del CNE y su ejercicio presidencial por 3 años con un llamado a elecciones generales, nuevamente, al final de ese trienio, donde Madame Machado sí podrá ser finalmente candidata presidencial. Su sueño de victoria todavía está muy lejos. El radicalismo de Vente no pasa fácilmente en Venezuela. Ganar primarias no es ni será nunca vaticinio de victoria en elecciones generales. Toda esta estrategia implica la muerte del G4. Y la sobrevivencia de aquellas organizaciones que jamás traicionaron los intereses mayoritarios llamando a la abstención, clamando por sanciones, cantando fraude irresponsablemente y pidiendo y promoviendo invasiones. Si creen que soy Juana de Arco, se repite, ella, desafiante, y que moriré en la hoguera que preparan mis adversarios hoy competidores, o que soy María Antonieta para perecer guillotinada en las primarias, les advierto, será inútil. Cuando me toque bajaré tranquila al sepulcro… pero de ustedes.