OPINIÓN

Maremotos electorales

por Luis Velázquez Alvaray Luis Velázquez Alvaray
Tomo el título de esta nota, de un trabajo del equipo periodístico de El Confidencial, de España: “Radiografía de un maremoto; cómo Trump ganó en todas partes y al mismo tiempo”.
Antes de referirme específicamente al acto americano, me parece importante señalar en Venezuela dos maremotos electorales intensos, ofreciendo al mundo aires de libertad y de rescate democrático.
El primero ha quedado registrado en el sismógrafo electoral el 22 de octubre de 2023, cuando la líder opositora venezolana María Corina Machado venció los obstáculos de la tiranía y obtuvo 92,56% de los votos, millón y medio, en una elección interna de la oposición.
Allí comenzó el camino al 28 de julio de 2024, cuando la inhabilitada inconstitucionalmente y perseguida líder organizó el apoyo a la candidatura de Edmundo González Urrutia y logró casi 8 millones de votos – 70% del universo electoral-, acto sin precedente en la historia política del continente.
El más reciente, la avasallante victoria de Trump vislumbra implicaciones para el fortalecimiento de las luchas contra las perversiones izquierdistas, “la farfalla woke y la manipulación histórica, mediante el equivocado relato feminista, el fanatismo climático y la inmigración descontrolada».
El triunfo sin matices de Trump deriva explicaciones sociológicas y políticas de importancia singular.
No es posible, por ejemplo, observar la ciudad de Nueva York reconociendo 31 géneros distintos. Es la anarquía implantada para la manipulación, donde el progresismo o izquierdismo ha sido muy hábil y sagaz al proyectar la narrativa de los antivalores.
El Partido Demócrata está penetrado por una minoría oculta, creadora de sus políticas. El senador Sanders -un comunista oloroso a naftalina- manipula con votos claves la dirección demócrata y el desarrollo de ambas cámaras en el Congreso, obligando a asumir los postulados woke, el reduccionismo identitario y la defensa de tiranías como la venezolana, llegando al colmo de liberar a peligrosos narcotraficantes, sorpresivamente y en nocturnidad.
Estas malformaciones políticas explican por qué Trump es el primer republicano en ganar en 20 años el voto popular.
Ha sido derrotado el fanatismo climático, convertido en frondoso negocio de las élites demócratas. Cabe recordar la administración republicana de Richard Nixon, considerada la más ecologista de la historia. Salvó los cielos y los ríos, con el estupendo trabajo de la agencia de protección medioambiental; acción concreta y distinta a la leyenda de los vividores, impulsados y financiados por el progresismo ritual contemporáneo, con las robustas chequeras climáticas.
Se plantea rescatar políticas de Ronald Reagan, liberalizador de la economía y defensor de los valores americanos en el mundo. La camarilla manipuladora de los demócratas, solo se preocupa por defender tiranos y ser el gran lobby del izquierdismo universal.
 La inmigración descontrolada es auspiciada por los tiranos tropicales, organizadores de bandas delincuenciales, creando inestabilidad en los países democráticos, perjudicando la inmigración, basada en las leyes de cada país. “El tren de Aragua”, es prueba inequívoca, al cual la administración Biden- Harris les ha brindado condiciones para delinquir en las américas. Igual a los narcotraficantes, después de costosas operaciones mundiales, fueron liberados para satisfacer las ansias invasoras del negocio de la droga.
La nueva estructura política estadounidense será freno al feminismo socialista ramplón, convertido en policía de casa y caza, complementado con la imposición “moral” del aborto, de la formación del niño como niña y viceversa, la guerra de genero perversa, la disolución de la vida en común, de los hijos víctimas del desastre identitario, de la tosquedad como tratamiento diario.
.
Fueron derrotadas las políticas de destrucción familiar y el pretendido impulso del combate entre mujeres y hombres, destruyendo los valores de la igualdad, de la familia, del respeto y apoyo mutuo, de la libertad no forjada a la fuerza.
Constituye un freno a la narrativa del fascismo, etiqueta de libre uso del izquierdismo, convertido en excusa al señalar a los opositores a tan atrabiliarias actuaciones.
Es el segundo fracaso de la ahora elitista familia Obama. Así lo explica el corresponsal de ABC en Washington, David Landete, al describir como se derrumbó en 2016, la imposición a Hillary Clinton sucesora, y ahora a su amiga Kamala Harris, firme defensora de la política identitaria, rechazada masivamente.
Movilizaron su concierto ambulante: Clooney, Gaga, Taylor Swift, López, que no aparecieron en la larga madrugada del 6, cuando el invento de candidata, de millonaria sonrisa fingida, despreció el oscuro escenario. Se dispersaron las cámaras y reflejos del fracasado mundo mediático; junto a las encuestadoras merecen análisis especial. Se silenció el mensaje grabado por Julia Roberts, alentando a las mujeres a votar escondidas de sus esposos, calificándolo como patriarcado, falsificando la historia y la realidad de las cosas. El fracaso de la operación Kamala, demuestra la imposibilidad de obtener réditos políticos de la maligna ecuación ya señalada, de enfrentar las mujeres contra los hombres o al revés, para crear victimas fáciles de manipular.
Los lobbies plutocráticos, las encuestas manipuladas y la desinformación masiva sufren un duro traspiés.
Al amanecer del día 06 de noviembre escribí esta nota:
En Miraflores no han dormido, en los cuarteles tampoco. La arrolladora victoria de Trump, significa el fin de la nefasta entrega de Biden al chavismo.
 El triunfo en el Senado es muy importante; pasa a manos de los creyentes en el respeto a las elecciones venezolanas, al Presidente electo y a la gran líder mundial de la libertad, María Corina  Machado, perseguida y con serias amenazas a su integridad física, por parte de las pandillas, a las que Biden y Harris reforzaron, mirando a los lados y liberando peligrosos capos de las esferas del poder y sus mafias. El senado impulsará políticas definitivas contra esta plaga usurpadora, de tiranos trasnochados, super trasnochados hoy, porque saben que la Constitución Americana se aplica, no es papel de uso diario, para burlarse de la libertad. Se levantarán banderas de justicia en el Capitolio y en el Congreso.
Los progre, los woke, los soles y la criminalidad chavista, amanecieron con un nuevo 28 de julio convertido en 4 de noviembre. Es el voto, no la bota, quien elige a los gobernantes.