El chavismo sabe que en un proceso electoral medianamente competitivo y teniendo como oponente una candidatura unitaria de la oposición democrática su derrota es el resultado más probable. Por eso está transitando la ruta nicaragüense para asegurarse un resultado electoral a contramano del deseo mayoritario de la sociedad a favor de su desplazamiento del poder.
La inhabilitación de dirigentes democráticos, impedir que los recursos del CNE puedan ser usados en la realización de la primaria abierta de la oposición democrática a diferencia de lo ocurrido en 2012, negar la presencia de una Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, la implosión provocada del CNE y la decisión de conformar uno más comprometido a todo evento con sus propósitos continuistas, las medidas de Conatel destinadas a reforzar el monopolio comunicacional del oficialismo y sus empresarios afectos, la amenaza recurrente de adelantar ilegalmente los comicios presidenciales y de mutarlos en mega elección, el estímulo a la violencia y el amedrentamiento contra candidatos y dirigentes opositores, la advertencia a los empresarios de no meterse en política proferida en la Asamblea de Conindustria, las amenazas de judicializar la Primaria y de retirarle la nacionalidad a quienes han estado a favor de las sanciones y de una intervención militar extranjera, el discurso del comandante de la Guardia Nacional en relación a los dirigentes inhabilitados y la exhortación del gobernador del estado Trujillo de agredir físicamente a María Corina Machado son acciones y amenazas recientes del oficialismo de cara al próximo proceso electoral.
He sustanciado todos estos actos porque vistos en conjunto se aprecia con más claridad el calado negativo de los mismos y los objetivos buscados.
Buscan neutralizar y bloquear el creciente renacimiento de la esperanza ciudadana en la posibilidad del cambio político, frustrar la posibilidad de una candidatura unitaria, romper el acuerdo en el campo democrático de competir en los comicios presidenciales, estimular la abstención ciudadana.
Objetivos que de lograrse conformarían el escenario propicio para una victoria electoral del chavismo avalada con la participación en las elecciones de sectores no chavistas pero beneficiarios del régimen, nos referimos al Conde, Ecarri, Avanzada Progresista, Alacranes, Mesitos, Bertucci, otros.
Ante este escenario complicado y preñado de peligros y provocaciones lo pertinente para las fuerzas democráticas es mantener el rumbo y la estrategia de competir en los comicios presidenciales para ganarlos y abrirle paso a una transición hacia la vigencia plena de la Constitución Nacional, la superación de la emergencia humanitaria y la reconstrucción del país.
Mantener el rumbo supone también garantizar la selección de una candidatura unitaria, si es mediante la Primaria que es lo más conveniente mejor y si no es posible su materialización acudir a otro método de consulta a la ciudadanía sustento de una posible y necesaria decisión consensual al respecto, apoyar activamente los trabajos de la Comisión Nacional de Primaria, propiciar un mayor nivel de entendimiento y cohesión en el seno del movimiento democrático asumiendo el criterio de que el adversario fundamental es el régimen y sus aliados, denunciar constantemente ante el mundo los actos oficialistas destinados a impedir el derecho de los venezolanos a escoger libremente a sus mandatarios, avanzar en la construcción de mayor capacidad de comunicación con la sociedad y musculatura orgánica para convertir el deseo de cambio en acción política.
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