No lo digo en términos exactamente cronológicos, sino más bien en períodos o etapas políticas. De que vendrá un mañana distinto, no tengo duda. ¿Cómo y cuándo? No se sabe.
Pero el porqué sí. Venezuela no puede continuar de manera indefinida en una situación de catástrofe nacional que, por lo demás, no hace sino empeorar cada vez más.
Si tenemos claro el porqué se puede lograr definir un cómo que impulse un cambio de fondo. No se debe decir que sea fácil. No. Pero tampoco que sea imposible.
La articulación de la protesta social con la conducción política comprometida es esencial. De ello depende en gran manera que el cuándo se aleje o se acerque.