Por equipo editorial
«Hay quienes quieren a un magisterio arrinconado, sumiso, incapaz de levantar la voz; pero un pueblo que tenga maestros de esa categoría tendrá que ser un pueblo de esclavos»
Luis Beltrán Prieto Figueroa
Cuando el país entra en una encrucijada llevada a este nivel por quienes controlan Miraflores, desde donde imponen con erostratismo sin tener por quiénes ser juzgados, porque además controlan la «justicia» servil, es evidente que solo los acompaña un pensamiento estólido, que al final solo concluirá hundido en la bazofia del averno.
Que hayan pasado dos fechas como el 23 de enero, cuando cayó la dictadura en Venezuela, y el 24 de enero, Dia Internacional de la Educación, y el «gobierno» no haya hecho ninguna mención a ellas, a su importancia en nuestro contexto histórico y social, salvo un discurso dado por los bolonios de turno, es otra demostración de lo nefando que son ante la patria del Libertador
De hecho, emplear la palabra «bolivariana» como un adjetivo de criminalización hace a tal acción de su ejecutante y derivados en nefarios contra millones de venezolanos, quienes quedan convertidos en víctimas del ucase, promovidos por la vesania «socialista y revolucionaria».
Peor es ver cómo escriben en redes lo que llaman «tropa digital», «individuos» sin identidad que dejan al desnudo el excremento de «educación» que tienen y además aplauden la falocracia de reptiles políticos de países como Irán, lo que nos deja claro que son un conjunto de parlaembaldes. Que no sea de extrañarnos, entonces, las causas y consecuencias de la destrucción educativa, entre ellas lo que una vez materializó Luis Beltrán Prieto Figueroa con el INCE y la UPEL, convertidos en ruinas, sin estudiantes ni docentes.
Por ello, tenemos un sistema de atraso y violencia, quienes viven rodeados de escoltas y lujos que los colocan en nefelibata, apartados del hambre, la miseria, la agonía de un país que sobrevive ante unos pocos vagidos, quienes cuando llegan a los primeros años de la juventud deciden huir del régimen de Nicolás Maduro.
En consecuencia, el magisterio venezolano no se va a rendir, a pesar de las espinas que nos entierran los cegados de filautera política. Hoy, cuando millones de venezolanos y docentes, así como estudiantes sufren de una inedia originada por un madurismo en dontancredismo, tenemos que ser sólidos en la lucha por los valores y la democracia. El magisterio venezolano no se rinde ante el neototalitarismo.