La noticia se riega velozmente como la pólvora en las redes sociales de Venezuela; dos maestros venezolanos se quitan la vida a causa de los efectos estructurales que causan en ellos los bajos salarios que perciben. Un profesor en El Vigía, estado Mérida, se lanzó de un puente desesperado por la espantosa situación socio-económica a que los ha llevado el oprobioso régimen de hambre y miseria que impera en la nación, -paradójicamente- más rica en reserva de petróleo y gas del planeta. El otro profesor que se abolió por su propia mano, en reacción a los deletéreos efectos del holocausto por hambruna que se cierne sobre la población fue un maestro que tomó la trágica determinación de quitarse la vida, lo hizo en el estado llanero de Guárico por ahorcamiento.
No obstante, pese a que hoy en día la sociedad cuenta con recursos técnicos y tecnológicos capaces de permitir dar a conocer la noticia casi en tiempo real, no fue sino el día sábado 14 de noviembre que se visibilizó a la luz pública los lamentables suicidios de los docentes. Las cifras y estadísticas de profesores que se han autoabolido por su propia mano en rigor no se conocen porque los familiares de los suicidas no revelan públicamente las verdaderas causas de la muerte de sus familiares y parientes que han tomado tan infausta decisión de borrarse por sí mismo del mundo y de la vida. Razones de variada índole privan para que moralmente los más cercanos e íntimos familiares no filtren a los medios masivos de comunicación las auténticas causas de las muertes de los maestros y profesores. Es evidente la concurrencia del factor económico y socio-sanitario en la adopción de esta decisión nada encomiable que cada día toman más maestros en un país sacudido por el espanto y la barbarie de la hambruna generalizada que castiga con saña inmisericorde a los sectores más sensiblemente vulnerables de la población; especialmente niños y ancianos en situación de precariedad, agobiados y expoliados en su debilitado sistema inmunológico debido a la falta de consumo de adecuados niveles de proteínas y calorías que requieren sus organismos.
Hace poco menos de un mes un muy querido y apreciado docente del estado Monagas lamentablemente se quitó la vida causando una dolorosa conmoción en toda la comunidad educativa de la región. En torno al caso particular de este profesor se tejieron muchas hipótesis alrededor de su “decisión de ahorcarse”. Fuera de las especulaciones que suelen acompañar los dimes y diretes, corrillos y rumores post mortem, al final nadie supo nada ni pudo dar fe de las causas fidedignas que condujeron al profesor a quitarse la vida… En relación con la cantidad de suicidios y muertes voluntarias que ocurren en Venezuela semana tras semana las tasas de fallecidos por “muerte voluntaria” quedan oficialmente escamoteadas, ocultadas, invisibilizadas e interesadamente opacadas por subterfugios socio-sanitarios y demográficos entre aluviones de registros y subregistros ideológicamente superpuestos con evidentes fines y propósitos políticos del sistema hegemónico revolucionario y socialista…