OPINIÓN

Madurovirus

por Luis Betancourt Oteyza Luis Betancourt Oteyza

«Una muerte nos conmueve, cien muertos nos estremecen,

pero un millón de muertos nos dejan impávidos…»

                                                                                Bertolt Brecht

La llegada del coronavirus o covid-19 encuentra a Venezuela en las peores condiciones de nación alguna en Latinoamérica, América y todo el Hemisferio Occidental; nuestra condición para enfrentar la pandemia no es mejor que los atrasados pueblos de África y los sufridos del Medio Oriente. De ser un país puntal de nuestro continente, gracias al chavismo hoy somos un Estado fallido y pobre, con una población desatendida en todos los órdenes por una administración pública desmoralizada y sin recursos para desempeñar sus funciones.

La pandemia nos alcanza, y se extiende a pesar de las mentiras de Maduro y sus adláteres; sin sistema de salud, muy a pesar de sus médicos, enfermeras, camilleros y otros técnicos que se sacrifican en esos centros por vocación y humanidad; sin sistema de agua con acueductos en crisis y desmantelados; sin inventarios de alimentos y otros insumos indispensables para la vida diaria; sin gasolina ni gasoil para el transporte de bienes y personas; con fuerzas policiales sin otro propósito que la represión y no la protección de los ciudadanos, su razón de ser; con una Fuerza Armada desmotivada y abandonada salvo para su indoctrinación y manipulación partidista que la desnaturaliza. En fin, sin gobierno.

Mientras en otros países la crisis se trata de enfrentar mediante la acción pública de sus ministros de Salud y sus equipos de apoyo natural, en Venezuela se politiza y designa a una persona tan ignorante en la materia como yo, pero dedicada a mantener bajo control político a una población inerme; el coronavirus se ataca y previene con gente experta en su problema, con conocimiento en materia médica y no con burócratas dedicados a mantener en el poder, a cualquier costo, a una pandilla de irregulares dedicada a la expoliación de los recursos del país en beneficio de la metrópolis cubana y su régimen criminal, y de los capitostes del régimen.

Adicionalmente, se expone a la tropa de nuestro Ejército y Guardia Nacional a los peligros de la epidemia a conciencia de la carencia de recursos médicos y hospitalarios para atenderlos en caso de contagio casi seguro. Una acción irresponsable de sus altos mandos, sin otro propósito que mantener bajo control a los ciudadanos y en el poder a quienes han colocado a Venezuela en la condición de precariedad y peligro que sufre la población a la que se debe por encima de otra consideración. A este respecto, invito a leer el artículo aparecido en la prensa virtual de Antonio Ledezma titulado «La dignidad militar»; esta invitación la hago a todos los venezolanos, pero en especial a los que se desenvuelven en el mundo militar. La sumisión del Alto Mando a Maduro y otros traidores traerá consecuencias lastimosas históricas para esa sagrada institución, indispensable en cualquier país.

Ahora bien, no obstante la lluvia de mentiras y desinformación que lanzan permanentemente Maduro y sus cómplices, la población es consciente del peligro que vivimos y lo dañino de la acción irresponsable de esos actores y va a aprender, y aprehender,  la lección del momento: Hay que salir de los responsables del estado de precariedad en que han sumido a Venezuela y que hace crisis ante la pandemia, y hay que hacerlo pronto; porque nuestro mayor problema hoy no es el recién llegado coronavirus sino el chavismo, con Maduro a la cabeza, y la enorme destrucción estructural, institucional y moral que le han ocasionado.