Ante todas tus provocaciones, Maduro, te viene al pelo el dicho criollo de “estás cavando tu propia tumba”. Has pretendido mostrar fortaleza, reprimiendo a nuestra noble nación que exige un cambio pacífico. Encarcelando, cerrando locales comerciales hasta de los más humildes; en realidad lo que demuestras, cada día que pasa, es más y más debilidad.
Tienes un elenco de seudoescritores de telenovelas de imaginarias conspiraciones y de planes desestabilizadores y atentados. Cual “culebrones”, como solíamos llamar en Venezuela las telenovelas donde se inventan situaciones y relaciones de las más inverosímiles y que, de no ser por la tragedia que se está viviendo en la familia venezolana, serían motivo más que de risas de estruendosas carcajadas. Como estruendosa es tu ya aplastante derrota; anunciada y que se corrobora por todas las calles del territorio nacional cuando pasa ¡Edmundo pa’ todo el mundo! junto a María Corina. El próximo 28 de julio, con abrumadora asistencia e inocultable desbordado entusiasmo, el pueblo estará en las urnas y en los centros de votación para cobrar su resultado.
¿Que cuándo y cómo se concretará tu salida? Tú mismo te vienes dando esa respuesta. Si sigues así será más rápido de lo que imaginas. Al insistir en seguir directrices de poderes e intereses internacionales del principal eje del mal en nuestro continente americano: Rusia-Cuba, que insiste en mantenerte inútilmente en el poder para continuar su dominio sobre Venezuela.
De los subsiguientes hilos de poder que han derivado hacia las demás acciones criminales, y que actúan como fuerzas irregulares en nuestro territorio, como ratas se irán bajando de tu barco, Maduro, “porque pescuezo no retoña”. Con su énfasis en el control de minas e hidrocarburos saben los que ya están buchones que no podrán cargar con tanto “coroto” y que la mudanza es urgente. Desde productos como el oro hasta la gasolina les produjeron dinero. Desde el narcotráfico hasta los alimentos y medicinas, que le llegan con precariedad y descomposición a la población, hicieron platica. Ahora les queda irse, y dejar el pelero para disfrutar todo lo que puedan. Pero recuerda, como tú mismo dabas instrucciones: todo será requisado, todo. Desde tu “Estado-alcabala» que ¡no combate los tráficos delictivos sino que los administra! la nueva realidad te sorprenderá de no percatarse de que te llegó el «día D”, Maduro.
Desde la cúpula podrida en que convirtieron la relación cívico-militar, y que de alguna u otra forma desarrollaron el complejo de complicidad mediante cualquier tipo de relación existente, desde donde simularon una suerte de lealtad en situación de guerra, en el “día D” del sálvese quien pueda, desde esa base podrida que crearon en el triángulo: clientelismo cívico-militar, partido PSUV y corrupto funcionario del Estado, todos sabían y saben que hasta ahora siguen al servicio de dicha cúpula podrida. ¡Eso ya no funciona! Ello ya no les funcionará más, porque no produce riqueza sino que sólo la trafica. Ahora viene el pueblo de regreso de las sombras. Pueblo venezolano que en búsqueda de su mayor bienestar entendió que no es el reparto desde el Estado petrolero que será libre. Entendió que era y es su propio esfuerzo y organización social la que le pudo y podrá llevar al progreso con libertad y dignidad para los próximos dos siglos.
El tráfico que ustedes pretenden seguir administrando se ha comprobado, como en toda realidad entre bandas delictivas, que no genera ni puede haber confianza en su sistema de vida esclavizada entre delincuentes y represores.
El cultivar la familia, los valores y principios del bien personal en armonía con el bien común es como se puede construir una nación sana y de felicidad compartida.
No así que se pretenda mantenerte, Maduro, como representante del eje del mal sobre la tierra que vio nacer a los más grandes libertadores de América como a Francisco de Miranda, a quien conmemoramos este domingo 14 de julio por su pase a la inmortalidad hace 208 años desde su legado como luchador defensor de la libertad, la igualdad ante las leyes y la fraternidad en el respeto a los derechos humanos universales.
Tú juraste en vano, Maduro, ante las fuerzas militares; yo le juro a toda la familia venezolana que acabaremos el tiempo oscuro y de humillación de ver a nuestra patria reducida a la subsistencia, para el disfrute y reinado de la mencionada cúpula de la oligarquía del latrocinio y la destrucción que ustedes representan; “con sus nombres y apellidos», porque esa es su naturaleza y esencia maligna; el secuestro, la tortura y la muerte. Del otro lado está el bravo y noble pueblo venezolano, ese del “Mano, tengo fe” en el “Supremo Autor del Universo” , y en toda esta gran nación que va de su mano. Al “día D” del decidido pueblo venezolano le llegó la hora: ¡Avanzar!
@gonzalezdelcas/ [email protected]
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