El señor Maduro y su régimen sancionado han recibido una bocanada de oxígeno del gobierno peronista del señor Alberto Fernández, quien recientemente anunció el retiro del apoyo de Argentina a la demanda introducida contra Nicolás Maduro en la Corte Penal Internacional por violaciones de los derechos humanos.
El señor Maduro es prácticamente un criminal confeso con cualquier cantidad de evidencias en su contra que muestran a ciudadanos venezolanos que han sido ajusticiados extrajudicialmente, pero además están las imágenes de cientos de estudiantes que fueron asesinados por policías y colectivos, a quienes se le sumaron militares durante las manifestaciones en 2017, y hay que agregar el crimen contra el expolicía Oscar Pérez y su grupo de acompañantes. Lo cierto es que es incomprensible la gravedad del error del gobierno de Fernández, pero más aun el de la izquierda mundial al querer solidarizarse con esta organización criminal que despacha desde Miraflores y que ya ha sido reiteradamente señalada por decenas de organizaciones de derechos humanos, y miles de familiares de las victimas que han aportado evidencia sobre las denuncias que señalan a funcionarios de Maduro en estos horribles crímenes, es una terrible la decisión y un grave error del gobierno del señor Fernández salirse del caso contra el régimen de Maduro en la CPI por simplemente mantener una alianza política regional.
Ahora que este tema de Maduro de detener todo intento de llevarlo a la CPI tiene como objetivo escapar de las sanciones porque no les dejan robar, así que esta gente del régimen trabaja día y noche descalificando evidencias irrefutables, de actuaciones de funcionarios y con testigos sólidos.
Maduro trabaja en otro flanco: el debilitamiento de la oposición. Es de conocimiento público que tiene un grupo de opositores comprados, otros pueden ser considerados como rehenes y en honor de la verdad, tal como van las cosas, a menos que demos un giro, la situación se ve bastante mal para la democracia. Se agrega la falta de coherencia en el gobierno de Guaidó, quien tiene una pata coja en el tema de transparencia administrativa, lo que ha servido para que sea blanco de ataques desde todos los sectores que le adversan, y también de aliados que se preguntan qué ha pasado con el dinero de las ayudas, y de los bienes en el exterior confiscados, porque no hay publicación de cantidades, sueldos, en fin, se espera de Guaidó precisamente que sea lo opuesto diametral a Maduro, y lo es en materia de derechos humanos, pero debe serlo también en materia administrativa. Así que con justo y legítimo derecho están los cuestionamientos de los aliados, también están quienes desde la oposición están interesados en hundir a Guaidó para quedarse con el cargo y de las relaciones y ni nodo, con ellos dudo y creo que nada cambiará con el tema de transparencia, así que todo esto conjunto de situaciones están armando un escenario caótico.
Tenemos una guerra de 4ta generación en medio de un operativo de Maduro que busca debilitar la tesis detrás del caso de Venezuela en la CPI, asi que lo que observamos es que con ayuda de sectores socialistas y de la izquierda en Europa y América buscan darle una vuelta al caso para que les beneficie y así evitarle ser el primer presidente en ejercicio en América del Sur en ser enjuiciado en la CPI.
Pero es que mucha gente está temblando con la nueva directiva de la CPI, la llegada de Karim Khan como próximo fiscal de la Corte Penal Internacional promete un período de lucha por la justicia para las víctimas y para las comunidades afectadas.
Sobre este tema de los derechos humanos quiero hablarles un poco de uno de los principales componentes y motor de la máquina de crímenes dentro del régimen de Maduro y me refiero a los militares, sobre estos llama la atención la más reciente noticia acerca de la liberación de los 8 militares secuestrados por la FARC – EP durante supuestas operaciones militares en la frontera contra insurgente, lo cierto es que las FANB se dejaron secuestrar a estos militares, ahora según la versión de Padrino López, Ministro de la Defensa del gobierno ilegítimo e ilegal de Nicolas Maduro, la liberación de los militares obedece a que fueron soltados como parte de una tregua alcanzada, tras más de dos meses de combate. También circula en las redes otra versión donde las FANB son las que ceden a las exigencias de los guerrilleros y abandonan el territorio cediendo soberanía a estas fuerzas invasoras a cambio de liberar a los soldados secuestrados, ante este hecho me pregunto, ¿que no han hecho estos militares para despojar a nuestro territorio de su soberanía?, no sólo son los guerrilleros, también los malandros, colectivos, iraníes, terroristas de Hezbolá, cubanos castristas, todas estas hordas invasoras hacen y deshacen en nuestras tierras bajo la mirada complaciente de estos uniformados, cuyos componentes huyen del poder de fuerza de estos grupos al margen de la ley, aunque pensándolo bien, todos ellos están al margen de la ley, tanto Maduro como los guerrilleros.
Sobre los militares venezolanos puedo comentarles que la historia reciente los ha retratado como cobardes, que disparan a mansalva a viejitas, estudiantes y civiles desarmados en las manifestaciones, de eso se trata ese ejército, de agredir a gente desarmada, mientras que teatros de guerra son los primeros en huir despavoridos o en el mejor de los casos, se dejen secuestrar.
Hablamos de militares que no tienen el más mínimo complejo a la hora de violar los derechos humanos de ciudadanos, al punto de secuestrar y asesinar, tal como aparecen reflejados en los casos denunciados ante la Misión de las Naciones Unidas, pero cuando tienen que enfrentar a grupos armados irregulares o bandas delictivas salen a relucir las flaquezas de estos militares, sin duda la historia los retrata como monumentos de la cobardía.
Lo cierto es que la mayoría de los altos mandos de la FANB están acusados ante la Corte Penal Internacional por delitos que no prescriben y aquí en Estados Unidos se les busca por delitos con recompensas millonarias que pesan sobre sus cabezas. Definitivamente los militares venezolanos son una vergüenza, se les ve involucrados en cada acto de corrupción administrativa y detrás de crímenes, a tal punto que no hay diferencia entre ellos y los delincuentes comunes, atrás quedó ese trato gentil, el honor, la gallardía, el mérito, el servicio, todo ha cambiado para malo y peor.
Los venezolanos estamos a total merced de los militares, en Venezuela no hay Estado de Derecho, hay casos de ciudadanos que por quejarse en Twitter de militares han sido encarcelados sin juicio y pasado a tribunales militares, así que los militares gobiernan como dioses del olimpo, tienen la última palabra sobre la vida y la muerte. Además, son la columna vertebral del PSUV, el partido de Maduro, tienen gobernadores, alcaldes, ministros, diputados, y controlan el CNE, principalmente el centro de totalización de votos, es ridículo creer y pretender que el régimen de Maduro vaya a ceder o negociar a favor de más democracia cuando su principal componente, el que le da sustento y control son los militares.
Finalmente, quiero alertarlos sobre estos intentos de Maduro junto a sus aliados de descalificar el caso de Venezuela en la CPI. Recientemente, Jorge Rodríguez insistió que militares y policías actuaron en 2017 «siempre con la prohibición de uso de armas de fuego y el presidente Nicolás Maduro fue muy claro: primero que nada el respeto a la vida, el respeto a los derechos humanos». Seguidamente, el fiscal general de Maduro, Tarek William Saab, anunció la imputación de 12 efectivos de la Guardia Nacional, todo un teatro de mentiras, así que estemos atentos a los últimos acontecimientos, quizás la fiscal saliente nos amanezca con buenas noticias, pero soy poco optimista con alguien que ha dilatado tanto el juicio contra Maduro como lo ha hecho la fiscal Bensouda, así que las decisiones que se vienen en los próximos días serán determinantes para lo poco de democracia que aún queda en Venezuela.
Nos seguimos leyendo en una próxima ocasión en El Nacional.