Nicolás Maduro ha impuesto un régimen de terror con el fin de intimidar a la población y evitar que nada ni nadie ensombrezca el viernes su autoproclamación como gobernante de Venezuela. No sólo ha desplegado todos los servicios represivos y las policías políticas del «socialismo del siglo XXI» para amordazar a los ciudadanos, sino que ha detenido al yerno de Edmundo González, acosado a la madre de María Corina Machado y detenido a otras figuras de la oposición, como el excandidato presidencial Enrique Márquez.
Pero Maduro sólo se autoproclamará ante sus fieles en medio de un creciente aislamiento internacional. Incluso el presidente colombiano, el izquierdista Gustavo Petro, no acudirá a Caracas porque «las elecciones no fueron libres». La UE ha instruido a sus miembros para que no haya representación institucional ante un gobernante que carece de legitimidad. Y en las últimas horas, Chile ha retirado su embajador y Paraguay ha roto relaciones. A Maduro solo le queda el Ejército.
Editorial publicado por el diario ABC de España