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Lucrecia de León: la joven de los sueños y profecías en la España de Felipe II

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Iglesia San Pedro Mártir de Toledo

 

«Y para que yo sepa que recibiste este papel a las seis en punto de la tarde, toca en la pared de tu aposento que cayere hacia este, quatro golpes recios como quien hinca un clavo…» D.S.  Quémalo luego.

El epígrafe con el que se inicia la presente entrega es un párrafo de una de las cartas que le escribía Diego de Vítores a su novia Lucrecia de León, quienes estaban separados por la pared de un calabozo y que por fortuna de Dios, Lucrecia no quemó como solicitaba Diego, pues la misma hoy en día, forma parte de una muy interesante historia que comentaremos a continuación.

En la última década del siglo XVI; una joven madrileña junto con su novio Diego de Vitores Texada, Antonio de Mendoza (Teólogo y Canónigo de la Catedral de Toledo), fray Lucas de Allende (Confesor de Lucrecia) y Guillén de Casaos (ex gobernador de Yucatán y «Astrólogo»), se encontraban presos en los calabozos de la cárcel del Santo Oficio de la Inquisición de la ciudad de Toledo.

La causa de todos estos encarcelamientos se debe a una moza de nombre Lucrecia de León (descrita como una mujer bonita de piel blanca, cabello castaño, ojos negros, que sabía leer y escribir y que se interesaba por los temas políticos de la época), quien nació en octubre de 1568 en la Parroquia de San Sebastián en Madrid, hija de Alonso Franco  (hombre de buena posición económica) y que comienza a contarle a sus padres que por las noches mientras duerme está teniendo unos sueños muy extraños en los que se revelan sucesos violentos y visiones proféticas sobre el destino de España y de su gobernante S.M. Felipe II.

Los padres de Lucrecia ante tal situación deciden consultar con clérigos y canónigos el tema de los sueños y estos cuentos comienzan a rodar de boca en boca hasta que llegan a la ciudad de Toledo al conocimiento del Canónigo Alonso Mendoza, quien le presta mucha atención al caso no sólo por la novedad que representaba, sino porque también podía ser una oportunidad para hacerle oposición al rey Felipe II (acusado por este de haber traicionado al «Concilio de Trento»), por lo que se acerca a Lucrecia, comienza a tener reuniones con ella para conversar y allí inicia la transcripción de sus famosas «fantasías» las cuales quedaron plasmadas en 30 cuadernos con más de 400 sueños ocurridos entre 1587 y 1590. Y no contento con ello, se dedicó a hacerlos públicos como una especie de novela seriada que le ganó muchos adeptos a Lucrecia hasta el punto que crearon una cofradía que se llamó «Cofradía de la Santa Cruz de la Restauración» cuyos miembros llevaban bajo su ropa un escapulario negro con fondo negro que tiene un monograma de la virgen y una cruz blanca que simbolizaron los sueños de Lucrecia.

La difusión de los famosos sueños comenzó a molestar a la corte y por tal razón en 1588 es hecha presa y en ese momento las autoridades concluyen que esos «sueños» eran una invención suya y por presiones del Canónigo Mendoza es liberada. Pero, la dicha le dura poco ya que en el verano de ese año se hace realidad una de sus profecías la cual decía que la llamada «Armada Invencible» sería derrotada por Inglaterra y ello sin duda alguna hizo encender las alarmas y evidentemente la volvieron a capturar y llevarla a la cárcel del Santo Oficio de la Inquisición de la ciudad de Toledo y luego fueron encarcelando uno por uno a Mendoza, Texada, Allende y Casaos por cómplices.

A todas estas, el Tribunal del Santo Oficio después de 5 años de juicio, decide presentar 78 cargos contra Lucrecia en los que ella (según el Santo Oficio) había cometido herejía, blasfemia, falsedad y sacrilegio por las acciones de difamar a S.M. Felipe II y por el perjuicio que le ocasiona a la Iglesia Católica.

Sin embargo, el problema de la fase final del juicio fue que el Tribunal del Santo Oficio trató de todas formas (en las que se incluyó la tortura) que Lucrecia reconociera que sus sueños eran ilusiones diabólicas para poder finalizarlo y no hubo manera alguna de hacerlo, por lo que tuvo que intervenir la máxima autoridad de la Inquisición -conocida como “La Suprema”- para darle punto final al caso y viendo que no hubo forma de que Lucrecia aceptara la culpa que ellos querían escuchar, optaron por recurrir a una pena (no mortal), la cual transcribimos a continuación:

“Fue castigada en el auto verificado el 19 de junio de 1594 en Toledo.”

Sentencia:

“Lucrecia de León, natural de la Villa de Madrid, fue presa de aver sido inducida y testificada de aver dicho que desde que fue pequeña, de poca hedad, comenco a soñar, y tubo muchos sueños en los cuales decía que se le aparecían la Santissima Trinidad, Dios por sí mismo, Nuestro Señor, Moisés y Elías, vírgenes del cielo, San Juan Bautista, al qual llama hombre ordinario, y San Pedro apóstol, llamándole viejo pescador, y San Lucas Evangelista, al cual llamaría al principio de sus sueños pescador moco, y después el del lón; y estando durmiendo la llevaron a diversos lugares de tierra y mar, y a diferentes reynos y provincias, y le mostraron varias visiones de guerras y de paz, de placer y espanto, representándole cosas venideras, adversas y prósperas, y la perdición y destrucción de todos los reynos, reservando sólo una ciudad, y después en breve separación de ellos y un siglo dorado, y la conquista de la casa sancta de Hierusalen y toda Turquía por las virtudes de un hombre y por la valentía de la dicha Lucrecia de león…

En otro sueño se soñaba reyna, mujer de dicho hombre que había de reparar dichos reynos, con nombre de Morena de Flacas Carnes, que avía de ser la esposa del Pastor, diciendo muchas vanidades y amores con zierta persona con quien real y verdaderamente los tubo diciendo grandes cosas de la dicha persona y de su casamiento, y en un sueño le celebró ceremonias y a otro se sueña casada con él y que tenían ambos coronas, y profetizando grandes cosas de dos hixos que había de tener…!

“Salío el auto público de fe, de la Iglesia de San Pedro Mártir, en forma penitente en cuerpo, con una soga en la garganta y una vela de cera amarilla en la mano, la cual tenía encendida mientras se leyó la sentencia; abjuri de levi; y fue condenada en cien azotes, desterrada de la Villa de Madrid y diez leguas a la redonda por toda su vida, y dos años de reclusión donde los señores inquisidores mandaren”.

El caso de Lucrecia de León se convirtió en una leyenda donde se mezclaron componentes políticos y religiosos, en el que tuvo varios participantes y que por su habilidad logró que no fuera sentenciada con pena de muerte. Sobre el tema si en realidad sus sueños fueron una verdad o una ficción de ella para conseguir notoriedad, opinamos que fueron ciertos pero que también sufrieron su manipulación por parte de los enemigos del rey y lo cierto es que el haber acertado el referido a la derrota de la “Armada Invencible” le dio un giro total a su vida para dar pie a un proceso que entró por la puerta grande en la historia de España y en específico en la historia de los juicios de inquisición más célebres.

Para finalizar, queremos decir que este fabuloso expediente puede ser revisado en el Archivo Histórico Nacional de España en Madrid, donde con mucha calma se pueden adentrar en el mundo de los más de 400 sueños de Lucrecia de León, además de que podrán observar uno de los famosos escapularios usados por los miembros de la Cofradía de la “Santa Cruz de la Restauración”

¿Cuál fue el destino de estos personajes?

  • Lucrecia se queda viviendo sola a las afueras de Madrid con el hijo que tuvo con Vitores, abandonada por su novio y por su familia y jamás se supo el destino final de ella.
  • Vitores Texada fue absuelto y desterrado de Madrid.
  • Fray Lucas de Allende fue sentenciado a un año de reclusión en el convento que él escogiera que fueron dos: (el de San Juan de los Reyes y luego el de Franciscanos de Ciudad Real).
  • El canónigo Alonso Mendoza tuvo dos años de reclusión en el “Monasterio de Sisla” y después de la muerte de S.M. Felipe II fue puesto en libertad.

Nota: La foto que ilustra el presente artículo es de la iglesia de San Pedro Mártir, en la ciudad de Toledo, de la que Lucrecia de León salió por la puerta principal a pagar su penitencia.

Bibliografía:

  1. Jordan Arroyo, María V. Soñar la historia, riesgo y creatividad y religión en las profecías de Lucrecia de León, Madrid, 2007.
  2. Kagan, Richard., Los Sueños de Lucrecia. Política y Profecía en la España del siglo XVI. Madrid, 2004.
  3. Martínez Millán, José. La Inquisición Española., Madrid 2007.
  4. Panizo, Santos, Ignacio. Aproximación a la documentación Judicial Inquisitorial Conservada en el Archivo Histórico Nacional en Cuadernos de Historia Moderna, 2014,39, pp. 255-275
  5. Serrano y Sanz, Manuel. Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas desde 1401 al 1833, Tomo II, Madrid, Tipografía de la “Revista de Archivos, Bibliotecas y Muesos”, Año 1905.
  6. Archivo Histórico Nacional, Madrid: INQUISICION,3712-3713. Causas de Alonso de Mendoza y Lucrecia de León sobre los sueños de la segunda (1590-1595). INQUISICION,115,Exp.4. Causa de fe de Diego de Vitores Texeda (1590-1595). INQUISICION,3077. Correspondencia del Tribunal de la Inquisición de Toledo con el Consejo de la Suprema Inquisición (1590-1591). OBJETOS,N.214. Escapulario de seda negra procedente de la causa contra fray Lucas de Allende con motivo de los sueños de Lucrecia de León (1590-1597).

 

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