Esta semana quería hablarles un poco del descabellado plan de Maduro de sembrarle mala fama al presidente electo Biden, en su obvio intento de colarse entre los admiradores, enviándole encendidos mensajes de felicitación, mientras se hace pasar como una víctima de Trump que reclama justicia e intenta desacreditar a Guaidó al calificarlo de de trumpista desleal.
Realmente de película en lo que han convertido a nuestra amada Venezuela, lo más curioso es que Maduro fue el único de los dictadores actuales en romper filas y me refiero a sus homónimos de China, Rusia y los pichones totalitarios en México y Brasil, que siguen inmutados negándole reconocimiento al presidente electo Biden; sin embargo, por más atrevido e inteligente que parezca el acto, se le vio la intención a leguas de distancia, no cabe la menor duda que este personaje aterrador siempre tiene un objetivo pensado en laboratorios de inteligencia rusos y cubanos, sin duda RT, Mundo Sputnik y Telesur estaban bastante entretenidos cubriendo y promoviendo esta acechanza de su autoría, pero se quedaron con las ganas, bluff total.
Lo cierto es que ahora mismo el presidente electo Biden está en medio de una transición política compleja, y para nada estaría interesado en prestar atención a las travesuras del criminal de Miraflores. En efecto, el presidente Trump ha cuestionado las elecciones al punto de que la transición de Biden está colgada en el limbo, en principio se encuentra totalmente estacionada a la espera de la certificación GSA, eso quiere decir que no puede acceder a fondo del estado para financiar el proceso de formalización, aproximadamente 6 millones de dólares. Según el canal de noticias Fox, “la GSA aún no ha tomado una decisión de «verificación», la declaración formal establecida por la Ley de Transición Presidencial de 1963. Hasta que se realice esa verificación, el equipo de Biden no puede comenzar formalmente el proceso de transición.
Según esta Ley de Transición Presidencial de 1963 , la Administración de Servicios Generales debe primero determinar el ganador. El problema es que Trump está impugnando las elecciones, insiste que hay fraude electoral y esto será para largo, hasta que se terminen de contar las papeletas al 100%. Aclaro que aún hay estados contando papeletas, estados como Arizona y Carolina del Norte, pero los expertos dicen que no alteran los resultados porque en Estados Unidos el voto que da el ganador presidencial son los colegios electorales y Biden tiene asegurado 279 delegados, superando el mínimo de 270 delegados establecidos por ley.
Esta situación de no reconocimiento de Trump está conllevando a un bloqueo en el acceso de Biden a prácticamente todo, en especial a un área que es noticia, como son los reportes de Inteligencia. Según Fox: “Las agencias de inteligencia han brindado informes generales de inteligencia -con la excepción de información sobre operaciones encubiertas, fuentes y métodos- a los candidatos presidenciales desde 1952” y se desconoce si Biden los está recibiendo.
Sin embargo, el demócrata sigue recibiendo contactos y llamadas de líderes mundiales, siendo la más llamativa la que le hizo Boris Johnson, otrora compañero de batallas de Trump. A continuación les copio el tweet del premier inglés: “Acabo de hablar con @JoeBiden para felicitarlo por su elección. Espero fortalecer la asociación entre nuestros países y trabajar con él en nuestras prioridades compartidas, desde abordar el cambio climático hasta promover la democracia y reconstruir mejor después de la pandemia”.
Entonces la situación se observa bastante lenta, a esta hora la mayoría de congresistas y senadores republicanos han cerrado fila con Trump, pero hay grietas sensibles y visibles en el partido, empezando por el expresidente George Bush, el senador Mitt Romney y muchos gobernadores que ya han reconocido a Biden como presidente electo.
Otro dato de interés es que según The Wall Street Journal los observadores internacionales invitados por el gobierno de Trump, entre los que destacan los enviados por la OEA, han emitido una declaración dejando sentado que no han encontrado indicios de fraude electoral sistémico y han criticado al presidente Trump por hacer acusaciones infundadas.
Y hablando de mercados, está sucediendo que los mercados en Wall Street han reaccionado positivamente a la elección de Biden y confían que una vez se posesione en su cargo sean aprobados los programas de estímulos para despegar el año con dinero en la mesa, recordemos que fue el gobierno de Trump el que negoció junto a las cámaras el primero de los paquete de estímulo, llevando a los hogares norteamericanos cheques de 1.200 dólares; luego, el segundo intento fue bloqueado en el Senado por los republicanos, ahora los demócratas aspiran a aprobar un paquete global de 2,2 billones de dólares, pero la pregunta sobre su viabilidad solo la puede responder el futuro, porque a menos que los demócratas ganen el Senado en enero, con las disputadas elecciones de segunda vuelta de los senadores de Georgia, será muy difícil impedir nuevamente un bloqueo de los republicanos.
Finalmente, hay mucho ruido en las redes sociales, donde está circulando bastante desinformación, mucha campaña sucia aún activa y gente haciéndose eco, de hecho siguen corriendo los “magazolanos” detrás de esas especies. Donde más leo a estos guerreros del teclado es en grupos de Whatsapp, en la otra red social de Twitter he podido leer uno que otro influencer venezolano imprudente compartiendo su decepción y fobias, pero sobre esto hablaré en el futuro. Se ve muy mal para el gentilicio venezolano el tratamiento que nos damos entre nosotros por emitir opiniones.
El clímax de la discusión en redes como Twitter es a nivel nacional, en idioma inglés entre los mismos americanos cuando responden a los tweets del presidente Trump, así que allí vemos una minibatalla de memes, y quizás en Fox algo de seriedad con la preocupación de funcionarios republicanos sobre futuras represalias de los demócratas cuando asuman el gobierno.
Sobre las tensiones entre partidarios de uno y otro bando político, realmente no las hay. Aquí en Nebraska, que es donde resido, no he visto alteración del orden público, ni problemas. Yo estoy en Omaha, donde Biden ganó un delegado, pero también le votaron por el candidato republicano al Congreso, que es el buen amigo de Venezuela Don Bacon, a quien conozco. Él es un republicano bastante moderado y con mucha tendencia bipartidista y lo cierto es que esta normalidad está sucediendo en muchas partes de Estados Unidos. Quizás lo más preocupante puede estar ocurriendo tierra adentro, en el mismo gobierno de Trump, con los despidos de funcionarios en el Pentágono.
Y cierro con la información que me envía mi buen amigo Álvaro Tejera sobre todo este problema de la elección en Estados Unidos. Él me dice que se debe a que los gobernadores aún no certifican al ganador y eso tardará hasta antes del 14 de diciembre. Álvaro conoce bien esto de las elecciones en esta nación, vivió suficiente tiempo aquí y viene de una familia curtida en el ámbito de las relaciones internacionales, pues su padre fue el embajador y exministro de Relaciones Exteriores Enrique Tejera París. Ya lo tendremos en futuras entregas como invitado en micros de TV que haremos para apoyar estos post. Por ahora Biden es solo el ganador proyectado, pero no certificado, y ese es el tiempo que Trump se ha dado para encontrar alguna prueba de fraude.
En lo personal, no oculto mi deseo de que el presidente Biden tenga su gobierno, que logre los objetivos domésticos prometidos a su población, y que también encuentre tiempo para nuestros países y en particular para la situación de Venezuela, que trabaje con nuestros pueblos para lograr resultados en la libertad, mientras eso ocurre aquí en Estados Unidos, los venezolanos estaremos organizándonos como movimientos de base para dar nuestro grano de arena en esta era de unificación convocada por este gobierno de Biden.
Nos leemos en una próxima ocasión aquí en El Nacional.
@estebanoria