Quiénes han sido desleales con el acuerdo de ponerle cese al gobierno declarado “usurpador” por la Asamblea Nacional legítima elegida en el año 2015. Quiénes han declarado y tenido por cesado al gobierno provisorio que ha venido presidiendo el diputado Juan Guaidó. Los que se han dado por no entender que el movimiento y la acción son leyes inexcusables de la política, condicionadas a que sean ordenadas como impulso reflexible que obligaba a sus dirigentes a tomar iniciativas responsables, sin incurrir en inconsecuencia con la agenda que por más de tres años nos impuso una inteligente estrategia: la cual tuvo como conquista que el presidente provisional fuere reconocido por centenares de países, incluyendo el Reino Unido.
Los que han perdido calado en la mayoría que quiere que Nicolás Maduro se vaya. Los que a pesar de ser con anterioridad opuestos radicales al chavismo, han pasado a ser conversos, renegados a cumplir con el propósito de cambio de régimen. Los que han ocupado puestos diplomáticos designados por el gobiernos interino, ya, desprovistos de inhabilitación, y satisfizo con la propiedad de partidos. Los que actuando como plenipotenciarios de Guaidó volaron de México a Caracas para participar en el archipiélago electoral de las elecciones regionales, sin rendir cuenta de gestión al pueblo. Los que de manera cínica ligaditos con Jorge Rodríguez viajan a Noruega con la mayor camaradería e intervienen en charlas sobre diálogos. Los que previendo ganar indulgencias con el régimen de manera inconsulta, aterrizan en Panamá: mandan “al carajo” al gobierno provisional, dejando de insistir en el cese de la “usurpación”. Los que se escudan en el cascarón de la MUD y se acuerdan en “cogollo” convocar unas elecciones primarias para escoger el candidato presidencial, con el cuál competir en el año 2024. Carecen de dirección de partido. Eluden cualquier confrontación con el gobierno; y privilegian la osadía de comprometer la unidad nacional, no han hecho otra inconsecuencia que dejar mal parado al pueblo que hubo de depositarle confianza.
Este empeño en arriar las banderas de lucha que le dieron espació al gobierno provisorio, apunta hacia la perduración de la no existencia de la competición con el gobierno. No se produce por errores excusable. Ha sido empujada con la intención de hacernos ver la existencia de una “polarización” causante de la crisis; a la vez nos oponen la instancia del diálogo para la solución de nuestro conflicto. Es todo una manera de conducirnos al matadero.
¿Qué se entiende por polarización? La polarización es el fenómeno por el cual la opinión pública se divide en dos extremos equilibrados. Es decir, se establecen características que determinan la aparición de una paridad de fuerza; un nuevo equilibrio de electores, que exige la necesidad de una concertación lo que en el caso nuestro de existir requeriría de una negociación, sincera, transparente no confiada a la supervisión de los órganos del poder público nacional, subordinados al mandatario de turno.
En Venezuela la polarización carece de sustento. No existe, dado que el gobierno tenido por usurpador es adversado por 80% de su población.
El gobierno venezolano es la representación más acabada de la llamada ideología chavista. Chávez al llegar al poder, haber vivido su propia bonanza en tiempos de altos precios del petróleo, maneja la deuda pública. Se coloca por encima de la Constitución. Actuando como autócrata se cogió el mando exclusivo del Estado. Maduro sucesor continuó sus instrucciones: le ha entregado a los militares el control absoluto de los sectores políticos y económicos. La institución castrense desde entonces, valida de los ministros de defensa incrementa su apoyo militar a la dictadura. Todo se supedita al mando militar: los servicios de inteligencia, la subordinación de los tribunales, control de las empresas del Estado. Los ministros de la Defensa conducen la administración y distribución de de alimentos, participan en la industria minera. El Arco Minero del Orinoco ha sido declarado zona militar. Maduro se ha convertido en figura epónima, «un muñeco inflable” asume su representación en el desfile militar del 5 de Julio. Se le rinden honores. Crea las “Bricomiles” conformación de brigadas comunitarias militares que superan las 28.000: ”Son la gran respuesta de la revolución para llevar a 100% la educación y salud del país”. Dice Gustavo Coronel en uno de sus artículos: ”El terror y oprobio que han experimentado los venezolanos nunca hubiera sido posible si la Fuerza Armada hubiese actuado dignamente, desempeñándose como guardián de nuestra Constitución”.
El régimen militar es todo; ha impedido la generación civil de relevo. La corrupción, la nueva no la vieja los compromete. Se ha consolidado la nueva casta del poder chavista con mayores ventajas para los militares, por supuesto complementada con mayores beneficios para los amigos.
Si todo esto es así. Si no es cierto lo de la polarización, preguntamos: ¿Qué papel juega la oposición que en México dejó que el gobierno le metiera todos los goles? ¿Qué no defendió el gobierno provisorio. Que acurrucados a Jorge Rodríguez van del “sillón al avión y del avión al sillón» para exponer sus experiencias sobre el diálogo en Noruega? A la vez se estiman notables con pertenencia al cascarón vacío de la MUD. Por mala leche tenemos factor opositor que ejerce dominio de dirección envuelto en sus decisiones grupales; que compromete a los demás opositores. Se atreven a pensar por ellos, le generan opiniones no emitidas. ¿Dónde se reúnen, dónde toman decisiones? ¿Cuál es el comité directivo de la plataforma unitaria? ¿Cuándo convocaron a sus miembros para nombrar autoridades? ¿Cuándo acordaron los acuerdos. Cuándo rinden cuenta de gestión? Todo un misterio. El pueblo se encuentra en activa condición de lucha, es guía de las necesidades de los trabajadores mal remunerados, de los jubilados; de los enfermos; de los que reclaman el servicio eléctrico; de los que desean la restauración de los servicios públicos; de los que carecen de medicina: lucha contra el alto costo de la vida. Pide la libertad de los presos políticos. Vive en condiciones de mengua. Pero también rechaza con energía las contradicciones habidas en los que han desistido de serle solidarios. El pueblo pide enmendar los errores, hacerse de nuevos actores. Sostiene que para lograr el cambio del gobierno, el cuál que nos es “harto” tiene que darse una acción unitaria y revolucionaria. Las dictaduras no tienen asiento permanente. Mussolini el dictador italiano se dejó llevar por su apetito de poder, ese apetito lo había corrompido. Fue despojado del poder. No hubo un solo disparo de fusil ni siquiera por la milicia fascista. Termino “colgado por las patas”.