Mucho se ha dicho en las tres últimas décadas sobre la manipulación de los medios en la sociedad y la psicología del individuo, pero poco se ha escrito del control social que tuvieron e influyeron en todos los tiempos de la historia narrada, poco se informa al respecto.
Los medios de comunicación son herramientas para construir, reconstruir o destruir como ha venido sucediendo en toda la cultura occidental en el pasado siglo XX y lo que va del presente. Dicha destrucción se viene transformando en una renovación del pensamiento del individuo sobre la perspectiva de su rol en la sociedad.
Lo cierto es que en todos los tiempos los medios de comunicación han tenido gran poder sobre las costumbres, hábitos, modas, teorías, doctrinas y formas de pensar, creencias, fe y sistemas de gobiernos, de vida, en todas las culturas y civilizaciones.
En la actualidad cuando se piensa en medios, imaginamos de forma automática los medios corporativos y medios alternativos de información; pero no siempre contaron con tanta tecnicidad, sino que en el pasado eran más cercanos a la prensa escrita, el boca en boca, el símbolo, la relaciones religiosas y ritualistas que iban a incidir en la cultura de forma dinámica y directa en toda la organización social de arriba hacia abajo en la pirámide de las estructuras sociales.
La guerra psicológica, el lavado de cerebro, la disuasión, la persuasión, el engaño, la hipnosis colectiva para modificar la conducta humana a los intereses del globalismo es bárbara y no es nueva; las técnicas de control mental, dirigidas por un sistema manipulador de los funcionamientos de la mente, bajo un modelo psicópata, narcisista como lo es el régimen totalitario y tiránico de expansión depredadora por todo el mundo, está a la orden del día de manera más generalizada donde el miedo cada vez más se normaliza para obtener la dependencia y codependencia de la sociedad hacia el sistema de un Estado abusador, totalitario, regresionista, con mayor control y poder sobre las personas, como si fuesen malos per se, ante un sistema ideal.
Es menester saber que se ha producido un cambio, ha llegado en la denominada civilización occidental un punto crítico, remontándose, tal cambio a los orígenes de antiguas civilizaciones helénica y latinas donde convergen un elemento en común en todas las civilizaciones primitivas y es su carácter totalitario, con un esclarecido aparente cambio que invita a reformar la crisis de Occidente; a todo eso se le suma que existe una seudoélite intelectual que trabaja en beneficio de ese sistema depredador de los principios de Occidente, fundados en el sistema de garantías, derechos y libertades naturales de la persona; falsificación de pensamiento, que ha contribuido en el derrumbe de las bases del sistema occidental, léase, libertad.
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