Desde que se comenzaron a crear y organizar los organismos empresariales a finales del siglo XIX, con la fundación de varias cámaras de comercio como la de Maracaibo, Caracas, Puerto Cabello, Carúpano y Ciudad Bolívar, entre otras, se hizo evidente su importancia en impulsar el crecimiento de las ciudades donde se desarrolló esta iniciativa. Las reseñas históricas demuestran su influencia en sostener y promover las actividades económicas, así como en servir como alternativa para resolver conflictos entre sus agremiados. Además, establecieron el diálogo con los representantes de los organismos públicos para solventar los problemas que afectaban y limitaban el bienestar y la calidad de vida de las comunidades, entre otras actividades.
Se estima que, para el inicio del siglo XX, los gremios empresariales en el país superaban las dos docenas. Estos no solo estaban conformados por las cámaras de comercio, sino también por asociaciones gremiales vinculadas a la agricultura, ganadería, minería, industria y pesca. Hoy en día se estima que el total de gremios empresariales conformados por quienes ejercen la actividad económica privada supera el millar.
En la década de los cuarenta, un grupo de empresarios promovió y conformó Fedecámaras. Esta institución ha asumido un rol significativo a lo largo de su historia en la defensa de la actividad económica como factor fundamental para promover el desarrollo social de la nación. Esto se evidencia en el crecimiento de las ciudades y comunidades donde la inversión privada no solo ha creado empresas para producir, abastecer el consumo nacional e incluso exportar, sino que también ha generado empleos bien remunerados, programas de viviendas, hospitales privados, centros educativos, urbanizaciones con todos los servicios, centros comerciales, servicios de transporte, entre otros.
Los empresarios venezolanos son ejemplo de su capacidad y disposición para enfrentar los mayores desafíos con el fin de mantener sus empresas. Esto se refleja en las más de 400.000 empresas formales activas que generan más de 4 millones de puestos de trabajo. Estas empresas producen casi 70% del consumo nacional y sustentan gran parte de la demanda de bienes y servicios que requiere el consumidor venezolano.
Nuestros gremios empresariales son elementos fundamentales para que Venezuela se encamine hacia el grupo de países donde la actividad económica privada se convierte en un factor de bienestar social, contribuyendo así a lograr una mejor calidad de vida y desarrollo humano para nuestra gente.