Estamos en tiempos de virólogos y pandemiólogos, que son quienes nos marcan el camino y que sus evaluaciones en tiempo real del virus chino hacen que algunos gobiernos y regímenes implanten decisiones y operativos para también ocultar situaciones dramáticas previas a esta coyuntura de salud global.
A Venezuela y su régimen, esta situación les cayó como «anillo al dedo» para simular el caos de la gasolina y la desbordante situación económica y política que devora a la población.
En esta crónica, de un recorrido peatonal que hicimos por el eje del bulevar de Sabana Grande, línea 1 del Metro caraqueño, vimos cómo se eligieron a los afortunados que podrían usar lo que fue la solución de transporte en tiempos de cuarentena.
En todas esas estaciones, su acceso está en manos de la GNB y la Policía Nacional. Los funcionarios solicitan el permiso de «elegido»: el pase de movilidad. Aquello parecía un desfile de pasarela fashion, los que deseaban acceder, esos ciudadanos comunales, portaban los accesorios de temporada bolivariana. Morral tricolor, cachucha con el emblema del partido, muchos con la franela impresa con los ojos del occiso de Sabaneta. El perfecto kit de prendas como cotillón de fiesta cumpleañera. Ese combo de artículos más la tarjeta de invitación como pase de acceso para su traslado a destino le da el glamour sexy de ungido en épocas de comuna rojita. Claro y si validas que perteneces a tu colectivo zonal y honras con determinación que sí eres un rodilla en tierra de la revolución el pase al transporte está más que garantizado, blindado pues.
Toda esta energía turbulenta, aliada y aderezada por la situación coyuntural del bichito chino y las limitaciones impuestas por la normativa para no contaminarse y por la otra, la procesión que se viene padeciendo hace años con la crisis alimentaria, económica y política, son el cultivo que ha permitido instaurar en la mayoría de los venezolanos esas emociones duras, miedos, agresiones, desaliento y abatimiento que en su momento un nuevo gobierno deberá atender. Y la guinda de esta experiencia peatonal es ver y oír a escuadrones, motos, camiones perifoneando consignas tanto para cerrar los comercios a las 12:00 meridien, como también machacarnos… » Venezolanos, la patria te necesita, cuídate, usa el tapaboca».
De una mañana de cuarentena, en una zona caraqueña, en ese eje peatonal, se escuchó el final de un audio a todo volumen «Venezuela te necesita» y una doñita gritó: «Será para matarnos de hambre pareja».
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