Foto: Federico Parra / AFP

Nunca me ha gustado usar el argumento de “te lo dije”, me parece presumido, pero en esta ocasión apelo a la corta memoria del colectivo, e incluso de dirigentes o analistas políticos y con toda deferencia, refresco la memoria. “He insistido públicamente en que delegar en terceros la representación popular con que cuenta María Corina Machado como candidata a la Presidencia de la República no es procedente dada la circunstancia que ella fue electa individualmente por su alta capacidad de conocimiento y liderazgo”.

“Ante esa circunstancia, y si la intención, aun con la  presión popular o incluso internacional fuese vencida por la fuerza y el desprecio a una fórmula democrática, surgirá una estrategia basada en un escenario de transición, centrada y condicionada por un candidato, tal como lo ha sugerido la candidata, la cual debe estar sujeta a un pacto de honor,  confiable, con absoluto desprendimiento y compromiso, el cual debería ejecutar exitosamente usando la acción y reacción social poderosa, estimulada para cambiar el sistema por los efectos de tanta ignominia, humillaciones y sometimiento que requerirá el apoyo  público, masivo y contundente para tener éxito frente a un diseño fraudulento electoral y, luego, desarrollar acciones de cambio institucional y de elecciones realmente limpias”.

De esta manera, recordada la apreciación, su representante era la garantía de tal hecho. Sin embargo, ante la ignominiosa negación del régimen a través de su órgano electoral impidió tal designación. Las fuerzas del chavismo han impuesto un boicot a la candidatura popular usando la intimidación, represión, secuestro, exilio, atentado o cualquier otro método, incluso extremo, los cuales no dudan en usar para impedir su inscripción usando triquiñuelas ilegales, anticonstitucionales y tramposerías para impedir por todas las vías su incorporación a la candidatura a las elecciones presidenciales.

Los sempiternos politiqueros intentaron heredar el fervor popular como si fuese un cheque en blanco tal inefable sustitución, claro, representada por uno de ellos, pero ante la imposibilidad por lo que ellos representan optaron por la traición y el desbarajuste de sus folklóricas declaraciones al presentarse a una inscripción ignominiosa, con sus tarjetas de partidos de maletín, ignorando que son repudiados por la opinión pública y que todos ellos no representan a nadie y van contra la corriente. El caso extremo es que el hombre de celuloide erigiéndose como un prócer regional reclama ese derecho sin importar que esa representación choca y se hace inviable y saldrá nuevamente derrotada, pero que servirá de contraparte a los intereses del régimen.

Obviamente, esa candidatura y las otras que representan a los partidos son un riesgo, y sus expresiones de unidad, de apoyar a la candidata es simplemente traición a la voluntad popular. Por ahora, todo eso se ha frustrado como consecuencia de la actitud de los susodichos candidatos, los cuales no tienen perfiles adecuados, sino que están cubiertos de una sombra de sospecha de haber actuado sin ética y valores. Los integrantes de la llamada Mesa de la Unidad y el conglomerado de partidos de maletín que pretenden dar continuidad a su propia realidad, interesada por lo demás, está sustentada en un partido de fachada, de convivir con el poder para preservar su actividad eterna de funcionarios o  politiqueros aprovechadores, que nunca han tenido actividad laboral sino oficial, y mucho menos emprendimiento, que medran a costilla del Estado, de sus contratos, y que se han enriquecido a costa de la corrupción, en consecuencia se hacen cómplices del régimen e Impulsan directamente las elecciones fraudulentas para preservar las políticas del régimen, legitimarlo, justificar sus acciones y contribuir con las aspiraciones con la tesis de levantamiento de sanciones internacionales, lograr la inmunidad individual de reos internacionales, impedir unas elecciones transparentes, estimulando subrepticiamente y a conveniencia egoísta las inhabilitaciones políticas, sacudirse a quienes les estorban y, adornan su narrativa expresando públicamente y sin convicción los valores de la democracia, solicitan hipócritamente la libertad de los presos políticos, y expresan públicamente que “el régimen hizo una apertura democrática permitiendo la consulta de la voluntad popular, que nació con el defecto de que la ganadora estaba inhabilitada”.

Se han embarcado con la legitimación de unas elecciones cuya base es fraudulenta y de paso contribuir a aflojar un argumento sobre las restricciones internacionales para lograr acuerdos parciales con el gobierno norteamericano y esclarecer el escenario del año 2024 para lograr preservar el poder. Los alacranes no se rinden y despliegan el perverso juego político dentro de una estrategia real de poner todos los obstáculos a MCM y propiciar acciones para que Manuel Rosales corone una candidatura. En otras palabras,  independientemente de que ella haya sido la ganadora de las elecciones primarias, propician impedirle su camino al 2024 para que otro oficialice su candidatura de “unidad y consenso”, acompañado de varios peones, entre los cuales descuellan los que han comenzado a afirmar que tienen todo el derecho democrático de presentarse a las elecciones presidenciales.

Esos dirigentes sin piso no tienen representatividad, todo el mundo los identifica, con aspiraciones oportunistas de entrar en una nominación intentando quebrar la Gran Alianza Nacional, pero no tienen ninguna fuerza electoral porque no pasan entre todos ellos de un miserable 3%; con sus acciones se alejan cada vez más de los objetivos del pueblo; solo desean permanecer dentro de la esfera oficial, y son incapaces de jugar claro. Se conformarán con algún cargo o curul ilícito -sin mando de ningún tipo-, pero estimulados por el aprovechamiento de su supuesta influencia en beneficio propio. A ese tipo de sujetos no le interesan los deseos del pueblo sino los de sus grupetes particulares y dan la espalda a las mayorías que apoyan al sistema democrático”.

Ir a un proceso fraudulento, excluyendo a 4 millones de votos de la diáspora y a 3 millones de personas que no pueden inscribirse ante la falsa operación del CNE y ver en la nómina de aspirantes, al capo mayor, frente a individuos que al final no tienen representatividad alguna y que uno de ellos tiene la habilidad de arrogarse el poder zuliano que no tiene e ir a votar por ese personaje que no pasará de un dígito en su ilusionista aspiración y que y por tanto el régimen cambiara la relación a favor del régimen y deja en definitiva la prolongación de la barbarie y surge la duda de qué se va a hacer ante tanta humillación.

Lo cierto del caso es que el régimen está derrotado,  anda cuesta arriba y se aferra a la acción represiva y al uso de la mentira; hace trucos permanentes, montando escenas distractivas, camorras, declaraciones vulgares, persecuciones o atentados inventados, más represión y pataletas aferrados  al poder usando como soporte a doce sujetos desprestigiados para que hagan coro a unas elecciones a su estilo, juicio y capricho, independientemente que violen los famosos acuerdos de Barbados y que, francamente les importa un bledo e ignoran las condiciones acordadas o  electorales, y los resultados de la política zigzagueante norteamericana y de ciertos países europeos.

La derrota poderosa de las primarias les cambio el juego, entraron nuevos actores y han puesto la guinda a la torta, ignorando la elección de una candidata validada con una representación licita y todo el derecho ciudadano para participar en las elecciones nacionales como estrategia central. Frente a este hecho anticonstitucional habrá que enfrentar la realidad política del juego satánico del régimen cuya elección en julio ya ha sido arreglado incluso mucho antes de que se vaya a las mesas de votación.

La oposición política verdadera ha sido provisionalmente aplastada sin piedad, los medios de comunicación independientes han sido silenciados a quienes protestan en público, aplican medidas de represión sin ningún tipo de consideración y lo marcan con la persecución, torturas y cárcel  dejando de lado a la candidata representante de la voluntad popular más destacada que venció a los doce, incluyendo al gobernador de marras, quien no tuvo la valentía de contarse y ahora pretende pendejamente elegirse en el sucesor de un movimiento donde tuvo la cobardía de no presentarse.

No cabe la menor duda de que lo que empezó como un Estado autocrático, pasó rápidamente el totalitarismo y a la dictadura, y la fórmula que usan para preservar un poder corrupto, sentado sobre las bases de la delincuencia internacional requiere un soporte cuasi legal para validarse ante la comunidad internacional independientemente de las sentencias del Tribunal Penal Internacional, y el desprecio constitucional violándola y en su nombre la prostituyen secuestrando al Estado, acabando con  la separación de poderes apoderándose de la Asamblea y el sustento mentiroso de una narrativa demagógica. Para completar la jugada, usan las elecciones para que tengan resultados siempre favorables a sus aberrantes políticas despreciativas; se sustentan en elecciones fraudulentas, lo hemos visto por más de veinte años, su principio es de manipularlas institucionalmente si se puede llamar de esa manera al organismo electoral.

Toda elección administrada por el régimen busca como objetivo ganar a como dé lugar, sembrando el famoso 60-40% para dar cierta credibilidad en los cambiazos de final de cada proceso, y poner de manifiesto la cobardía de los opositores que por las razonas anotadas ceden a los caprichos del “vencedor”, aun cuando se cuestione su legitimidad nacional e internacionalmente. La población, aun sabiendo la trampa, las tolera y reincide que el voto como una via posible de cambio, pero es necesario que recuerdan que en más de veinte procesos nos la han aplicado contribuyendo a dar una imagen de popularidad de un personaje de dudoso origen formado por cubanos y entrenado para entregar la soberanía de lo que no le pertenece.

Los operadores del régimen son expertos en demostraciones públicas maquillaje de la infraestructura y pregonan que es un “gobierno electo” para complacer a otros Estados y a organismos internacionales, por cierto, muchos de ellos infiltrados por caballos de troya del comunismo internacional, y a los cuales les importa un comino el origen de un gobierno, no importa la manera, la elección, es un formulismo despreciando a la comunidad occidental y se apoyan en los países antioccidentales cuyos gobiernos han usado igual metodología electoral y actuando como cómplices les permiten alternativas económicas mediante convenios y supuestas ayudas tienen el costo de la soberanía.

Para el régimen las elecciones pueden ser también una fuente esencial de información. y hacen de los comicios un indicador de los populares que son en realidad, permitiendo de común acuerdo que algunos candidatos que el líder máximo demuestre su poder y magnificencia, eligiendo sus competidores, pero eliminando  a los que realmente sean una amenaza como es el caso de María Corina, Obviamente. Esta jugada ha generado el desprecio público incluyendo a los candidatos del madurismo, pero también asume el riesgo de enfrentar una opinión pública furiosa, donde 95% de la población los adversa a la chita callando y otros más osados los acusan dentro de su propio frente de todos los males de la humillación salarial y la pobreza despreciando fórmulas electorales, para imponer su continuidad, es más, el simple hecho de adelantar las elecciones para el mes de julio y ganarlas en forma fraudulenta, con un opositor convenido que actúa como Judas, se le va a revertir con gran riesgo.

El robo de elecciones plantea el probable desborde de la ruta electoral hacia una acción civil donde las protestas masivas pueden aparecer producto de la desesperación y obliguen necesariamente a la transición y a la salida del poder de quienes lo detentan. No todo está perdido, la reacción popular pudiera generar una revuelta que conducirá inevitablemente a la transición para recuperar al final la ruta electoral, antorcha de la democracia tal como ocurrió en otros países, como por ejemplo la Revolución de las Naranjas o la de las Rosas, y que en nuestro país tendrá el apelativo del momento y será libertaria.


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