Mientras todos los países del globo están en una frenética búsqueda de mejores estímulos para la industria energética de las renovables –salvando poquísimas excepciones de regímenes bananeros conocidos– aparecen en escena los devaneos de AMLO, el líder populista de México que, en definitva perjudica a México y el desarrollo de su industria privada, particularmente de energía.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) en su plan de negocios 2021-2025 indicó que no invertirá en plantas de energía renovable durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO. Los proyectos de inversión para generación eléctrica ascienden a 64.026 millones de pesos (mdp, siendo 1.000 pesos mexicanos algo así como 50 dólares estadounidenses) con el fin de construir y operar plantas de ciclo combinado de gas y vapor (6), además de centrales de turbogás (2). Cifras importantes considerando que las partidas presupuestarias para el sector renovable son prácticamente insignificantes.
México está urgido de tener nuevos esquemas regulatorios que promuevan mejores inversiones públicas y principalmente privadas para renovar su parque de generación, transmisión y distribución de elecricidad, con obvia participación de agentes privados. El Estado, por sí solo, no será capaz de lograr tal envergadura de proyecto renovador y necesita la “mano” del mercado, más aún ahora que desde la Casa Blanca hay la seria intención de hacer una interconexión entre Estados Unidos y Colombia, pasando por México, utilizando solo energía renovable y presionando a que gobiernos y empresas de todo el trayecto tengan sólidas visiones e inversiones en renovables. La era y el pensamiento “del carbón” ya pasaron, excepto al parecer en el despacho de Energía de México que está dispuesto a seguir anquilosado en los fósiles.
El Sistema Eléctrico Nacional mexicano es uno de los mayores y más complejos del mundo, da servicio a 128 millones de habitantes en 2 millones de kilómetros cuadrados con 98,7% de cobertura del servicio. Pero aún hay 1,5 millones de personas que carecen de suministro eléctrico.
Actualmente la capacidad instalada de generación de 80.000 MW supera en 30.000 MW a la demanda máxima del Sistema Eléctrico Nacional.
Cuadro fuente: https://www.gob.mx/sener/articulos/el-gobierno-de-mexico-fortalece-el-sistema-electrico-nacional
No es cargoso subrayar en la urgente transición energética que necesita México –y el mundo– en la forma de generar su electicidad. Sigue habiendo un mix predominante de fósiles, gas y en tercer lugar de renovables.
Entre esos devaneos aparece la figura del principal jefe de la energía de AMLO, un señor Bartlett, que criticó abiertamente la generación eléctrica producida por renovables (solar/eólica) sin ningún argumento técnico y solo quizá por criticar a las generadoras renovables mayoritariamente capitales privados. El apagón eléctrico en diciembre de 2020 puso las cosas en perspectiva: algunos mal informados quisieron atribuir tal apagón a la intermitencia de las renovables, cuando en realidad aunque así hubiera sido las renovables son responsables de apenas 28% de la generación en México. Sobre ese apagón en el Centro Nacional para el Control de la Energía (Cenace) informaron que el apagón del 28 de diciembre de 2020 que dejó a 10,3 millones de usuarios sin luz, se debió a una falla en las líneas de transmisión. Seguramente continuarán las averiguaciones técnicas sobre el tema, pero resultó un despropósito “acusar” a las renovables de tal hecho. En todo caso desnudó otra realidad: el sistema es objeto de fallas y merece permanente ajuste. Y, sencillamente, la inversión privada en ese sector no es tan bienvenida como aparentan. Las renovables (solar/eólica) tienen acompañamiento de tecnología que permiten estabilizar sistemas. Noruega, que genera 70% de su electricidad vía renovable, jamás tuvo “apagones” por “culpa” de las renovables.
Solo para concluir: las renovables han generado más electricidad que los combustibles fósiles en Europa en 2020 (ver informe de Ember y Agora Energiewende) de manera que Europa está caminando a reducir sus emisiones, reducir el uso de fósiles y consolidar un esquema vertebral energético con base en renovables.
México está obligado, por la fuerza de sus nuevas generaciones, a continuar con esfuerzos desde el Estado para promover las inversiones, particularmente en la industria energética renovable. Su gigante vecino del norte no hará muchos tratos con el liderazgo mexicano, en cuestiones de energía, de prevalecer el pensamiento fosilizado. Desde esta humilde columna de opinión va mi permanente “Viva México” a nuestro querido país latinoamericano más grande.
@BorisSGomezU
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