Por Carmen Sulay Rojas
La gestión educativa está conformada por un conjunto de procesos organizados que permiten que una institución de educación logre sus objetivos y metas. Una gestión apropiada pasa por momentos de diagnóstico, planeación, ejecución, seguimiento y evaluación que se nutren entre sí, y conducen a la obtención de los resultados definidos por los equipos directivos. Una buena gestión es la clave para que lo que haga, cada integrante de una institución tenga sentido y pertenencia dentro de un proyecto que es de todos, es decir, resulta fundamental lograr que todos “remen hacia el mismo lado” para lograr lo que se quiere y mejorar permanentemente.
La gestión educativa y la educación de los derechos humanos articula la defensa de una escuela en el marco de una educación distinta, que sea capaz de garantizar la justicia social de las distintas personas que forman parte de un instituto educativo, en donde se hace ineludible la formación de los docentes en el ejercicio de los derechos por y hacia la ciudadanía. En tal sentido, desde el ámbito educativo, ambos se complementan, es decir, la gestión educativa y los derechos humanos no pueden coexistir aisladamente, porque el éxito en el proceso educativo solo será posible en la integración y la dignificación del ser humano; espacios que se han convertido en utopía en la sociedad venezolana, máxime con docentes y estudiantes que hasta carecen de alimentos en sus casas para satisfacer el más humano de los derechos.
Los docentes deben garantizar una gestión educativa innovadora, creativa, e investigativa en valores humanos, que sea capaz de atender que el proceso educativo involucre la tarea pedagógica fundamentada en el enfoque de la educación en los derechos humanos. Mientras que las actividades de administración son tareas fundamentales que realiza todo grupo humano organizado, las cuales hace de una forma natural. Verbigracia, se ejecutan conscientemente por el aprendizaje adquirido, a través de los procesos de formación y construcción de nuevos conocimientos. Para la comprensión de la administración existe una variedad de definiciones, que han ido surgiendo y cambiando a través del tiempo, según los avances científicos y tecnológicos, siendo ésta última, otra variable descontextualizada y rezagada en el ámbito educativo del país.
Por ende, la crisis en que se debate la sociedad y el sistema educativo, no debe continuar eludiendo los conflictos. Estos hay que verlos como oportunidades para generar estrategias de solución, a través de las medidas alternas de resolución de conflictos, producto de la mediación y conciliación que adoptan los integrantes de la comunidad educativa, lo que significa que, al abordar las disputas, diferencias o discrepancias, con los integrantes de la sociedad y del proceso educativo, permitirá tener la posibilidad de garantizar más compromiso, participación en el desarrollo y mejora institucional. No obstante, esa premisa sólo es posible cuando existen reglas democráticas, que en la actualidad han sido vulneradas por un marco de gobierno rígido y autocrático.
La Educación de los Derechos Humanos (EDH) es un importante componente del derecho a la educación, pues permite al sistema educativo cumplir sus propósitos fundamentales de promover el pleno desarrollo de la personalidad humana y el sentido de la dignidad del ser humano, fortalecer el respeto a los derechos humanos y ofrecer educación de calidad a todos.
Indudablemente, la institución educativa es un espacio donde ocurren los procesos de enseñanza y aprendizaje. Para los estudiantes, es también un lugar en el que además de aprender y desarrollar sus competencias, se construyen relaciones de amistad, afecto y fortalecen la construcción de sus estructuras éticas, emocionales, cognitivas y sus formas de comportamiento y los responsables y corresponsables de la administración educativa deben actuar para la atención de los estudiantes que incurran en faltas de disciplina, ya que se someterán a medidas alternas de resolución de conflictos, producto de la mediación y conciliación que adopten los integrantes de la comunidad educativa, resguardando siempre el derecho a la educación y a la legislación de protección de niños, niñas y adolescentes.
Por ello, nuestra educación requiere la adopción de un enfoque basado en los derechos humanos asegurando que todos los componentes y procesos educativos, incluidos los planes de estudios, los materiales didácticos, los métodos pedagógicos y la capacitación, que conduzcan al aprendizaje y respeto de esos derechos en todos los miembros de la comunidad educativa, y la práctica de una ciudadanía activa dentro del resto de la sociedad.
La razón de ser de la acción pública en educación se deriva de que es un derecho y, por esta razón, el enfoque de derechos humanos se transforma en un marco potencial de las políticas educativas, que hoy, lamentablemente no existen en Venezuela.
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