En el mundo desarticulado de hoy sería fácil pensar que no hay nada sobre lo que las naciones puedan coincidir y todas las culturas puedan abrazarse como una parte integral de sus comunidades. Sin embargo, el Día Internacional de los Derechos Humanos, celebrado el 10 de diciembre, nos recuerda que no hace mucho tiempo el mundo se alió.
El 10 de diciembre de 1948, las Naciones Unidas unánimemente adoptaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un conjunto de derechos en los que todos los individuos están incluidos. Derechos como estar libres de torturas y tratamiento cruel, inhumano o castigo. Derechos como la libertad de religión o creencia. Las libertades de expresión, asociación y reunión pacífica. El derecho de formar y afiliarse a sindicatos. Bajo la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cada ser humano en el mundo puede reclamar esos derechos como propios al nacer, sin importar su nacionalidad o creencia.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos nació de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, que demostró que los gobiernos que no tenían en cuenta los derechos de sus ciudadanos, tampoco tenían reservas sobre sumergir al mundo en un terrible conflicto debido a sus retorcidos objetivos. Los fundadores de las Naciones Unidas sabían que la paz solo se podía lograr cuando se respetaban los derechos humanos, y se propusieron crear un marco común que todas las naciones pudieran adoptar: un conjunto de derechos universales que reconocieran la primacía de la dignidad humana individual.
Tristemente, cualquiera que lea las noticias de hoy puede ver que los derechos humanos y las libertades fundamentales descritas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos no son respetadas por todas las naciones y especialmente por el ilegítimo ex régimen de Maduro.
En Venezuela, Maduro, después de haber saqueado una de las naciones más ricas del mundo, ha provocado que casi 20% de la población huya. La brutal represión de los derechos humanos continúa hoy con reportes increíbles de asesinatos extrajudiciales y tortura, así como también la supresión de las libertades de expresión y asociación. La respuesta de Maduro a la oposición política ha sido molestar, amenazar y apuntar a los líderes de oposición con violencia a través de medios legales y extrajudiciales. Su abuso de poder ha negado acceso a los venezolanos a sus necesidades básicas de una sociedad funcional. Cuando los venezolanos fueron a las calles para protestar su desgobierno, Maduro reprimió a los que protestaban y bloqueó Internet para minimizar sus habilidades de hacer públicas sus penurias.
Desde la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, ha habido extraordinarios resultados en la libertad humana que hace que el retroceso de Venezuela sea más impactante. Por ejemplo, la lucha anti-apartheid en África del Sur en los años setenta, así como la paz y reconciliación en los ochenta y noventa. El movimiento de solidaridad de Polonia donde los trabajadores demandaron al gobierno su derecho de vivir y trabajar sin miedo a la represión y retaliación para crear un cambio.
Cada persona tiene un rol que ejercer en la protección y mantenimiento de los derechos humanos Pero, ¿cómo podemos hacer esto? Podemos educarnos a nosotros mismos acerca de los derechos humanos, aprender acerca de los derechos garantizados bajo la Declaración Universal de los Derechos Humanos y acerca de los retos actuales en derechos humanos alrededor del mundo. Podemos todos levantarnos contra los abusos a los derechos humanos y unirnos a las denuncias, llamando la atención a los países que abusan de los derechos humanos y demandarles sus compromisos para que sean respetados. Podemos exigir a nuestros gobiernos que hablen cuando los abusos son cometidos en otras partes del mundo. Podemos reclamarles a las naciones que mantengan los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Puedo asegurarles que Estados Unidos y su pueblo permanecen comprometidos con los derechos humanos. Estamos en la primera línea, dedicados a cada persona alrededor del globo para que disfruten sus derechos, de la misma forma que los estadounidenses se sienten orgullosos de lo que hacemos cada día.
Después de todo, estas libertades son compartidas desde el nacimiento de todas las personas, como fue declarado por la comunidad de las naciones, el 10 de diciembre de 1948.