OPINIÓN

Los conflictos iraníes

por Luis Alejandro Aguilar Pardo Luis Alejandro Aguilar Pardo
presidente iraní

Foto: EFE/ Rayner Peña

La presencia de Irán en el contexto internacional no es muy empática que digamos. De ser un país en 1914 al cual apenas y se le nombraba, es hoy un serio activista a escala internacional y extendiendo sus influencias hacia nuestro continente.

Hoy podría decirse que las principales alianzas de Irán son con Rusia y con China. Diría que son alianzas temporales por conveniencia; acercamientos de oportunidad estratégica. Su cercanía con Rusia ha quedado demostrada con el apoyo armamentístico que le ha proporcionado durante su invasión a Ucrania. Las noticias que nos llegan mencionan constantemente a drones de fabricación iraní utilizados por los ejércitos rusos en contra de objetivos civiles y militares en Ucrania.

No siempre fue así.

Me resultó muy curioso que Albert Hourin –autor de El mundo de los árabes– definiera a Irak como el país limítrofe entre el mundo árabe y el resto de Asia excluyendo claramente a Irán del mundo árabe. Se evidencia, entonces, que desde hace mucho tiempo, hay una clarísima distinción entre los árabes y los iraníes.

También me resultó muy intrigante que los actuales países del Medio Oriente, el Oriente Cercano, el Magreb y la India (incluyendo lo que hoy es Pakistán, por supuesto) fueron o colonias o protectorados de países europeos (Francia, Inglaterra, Italia y España). Sin embargo, no he encontrado fuentes que indiquen que lo mismo haya acontecido en Irán, aparte de la invasión de Inglaterra y de Rusia después de la Primera Guerra Mundial pese a que Irán se había declarado como nación neutral.

Después del ascenso de Mohamed Reza Shah Pahlavi al trono, sí sobresale una estrecha relación entre Irán y los Estados Unidos de América que terminó abruptamente con la Revolución Iraní de 1979 y, posteriormente, con el retiro de los Estados Unidos de América del pacto denominado “Plan de Acción Integral Conjunta” de 2015 entre Irán y el “Grupo P5+1” (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) que limitaba el desarrollo del programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.

Hoy los límites de Irán lo colocan al este de Irak con quien estuvo durante ocho años en guerra –iniciada por Irak- entre 1980 y 1988. Un hecho significativo durante esta guerra fue que la población musulmana chií del este de Irak apoyó a este país -mayoritariamente suní- y se enfrentó a las fuerzas iraníes. Diplomáticamente se menciona que ambos países se han acercado en los últimos 40 años pero los recuerdos de la guerra y de la escisión entre los chiíes deben estar frescos todavía; sobre todo desde el punto de vista religioso.

Al este de Irán se encuentran Afganistán y Pakistán. Pakistán es fundamentalmente suní y se considera una república federal parlamentaria. Nada similar a la teocracia que impera en Irán. Con un pequeño detalle a considerar: se estima que Pakistán posee armamento nuclear de hasta alrededor de 100 ojivas nucleares, lo cual no tiene Irán o dice que no lo tiene.

Más lejos pero igual de importante como nación opositora de Irán se encuentra Arabia Saudita y su coalición de naciones árabes suníes. Los países árabes suníes y sus aliados temen que los efectos de la Revolución iraní de 1979 (en particular: la concepción  estatal teocrática) se extiendan hacia sus países y pareciera estar bastante claro que, precisamente, es una intención geopolítica iraní.

Hacia más allá todavía, hacia Occidente –Europa y Estados Unidos de América principalmente- hay una clara y mutua enemistad ya mencionada que es el resultado de los esfuerzos de las naciones de Occidente de impedir que Irán desarrolle su programa nuclear y adquiera un arsenal de armas nucleares.

La actividad iraní más cercana a nuestro país es la cómoda y abierta presencia iraní dentro de Venezuela en sectores comerciales, industriales, militares y su participación para evadir las sanciones impuestas por los Estados Unidos de América y otras naciones. Durante la reciente visita a Venezuela del presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y al mejor estilo usado por China, se nota una alianza de conveniencia entre Irán, Cuba y Nicaragua.

¿Por cuánto tiempo mantendrán las apariencias las autoridades del régimen islámico chií teocrático para con sus “hermanos” y “buenos amigos” venezolanos una vez que alcancen sus objetivos estratégicos y consigan establecer su plataforma o cabeza de playa en Venezuela?

¿Realmente creen que podrán contar en el futuro con esa conveniente amistad y fraternidad siendo que son “infieles” a los ojos de los más radicales dentro de un estado teocrático?

Dios guarde a V. E. muchos años.

@Nash_Axelrod